Brendan Fraser se encuentra viviendo uno de los mejores momentos de su carrera. Su regreso al cine en la cinta “The Whale” le ha valido todo tipo de reconocimientos, entre ellos una nominación al Oscar como mejor actor.

Aunque mucho tiempo estuvo alejado de la pantalla grande, lo que lo llevó a desarrollar una gran depresión, ahora la crítica y el público han alabado su trabajo, pero esta pausa que hizo en su carrera no fue el peor momento por el que ha atravesado, y es que recientemente explicó que el autismo de su hijo ha sido el momento más duro que le tocó vivir.

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En una entrevista que ofreció a un conocido programa estadounidense, Fraser reconoció que cuando su hijo Griffin fue diagnosticado con TEA (Transtorno del Espectro Autista) se desanimó por completo, incluso llegó a culparse por ello: “Solo pensaba: ‘Esto no está bien’. Me culpé a mí mismo. Pensaba: ‘¿Son mis genes? ¿Es por la hierba que fumé en la universidad?’”.

Según su relato, su siguiente reacción fue preguntar por la cura, pues desconocía por completo lo que esta condición significaba, sin embargo, después de que pudo procesar el impacto, inició el camino para aceptar y abrazar el diagnostico del ahora joven de 20 años: “Aprendes rápido que no había otra posibilidad”, agregó.

El protagonista de “The Mummy”, no sólo está completamente orgulloso de Griffin, también aseguró que es un ser humano especial, pero no por la condición que enfrenta, sino por su alegría y la manera tan bella en que ve cada aspecto de la vida: “Este niño tiene la mayor alegría que he visto jamás, y resulta que es mi hijo. Quiero saber qué piensa, que es tan increíblemente divertido durante todo el día, siempre se parte de risa. Le encanta ir de paseo en auto, no importa a dónde lo lleves”.

Confesó que desde hace algún tiempo se ha dedicado a intentar acercarse a todos aquellos fans que cree que puedan tener un diagnóstico similar al de su hijo. “No importa todo el ruido que haya alrededor, siempre siempre paro para tener un momento con ellos”, finalizó.