Bad Bunny llega a repartir regalos al Coliseo Roberto Clemente
El artista urbano sorprendió hoy a los asistentes al evento de la Fundación Good Bunny.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Muchos llegaron con la ilusión de recibir un regalo, pero recibieron una sorpresa adicional: ver y saludar a su ídolo Bad Bunny.
Miradas de asombro, gritos y expresiones de júbilo fueron parte de la secuela que dejó la presencia del galardonado artista durante la entrega de regalos convocada hoy como parte del evento “Bonita tradición” de la Fundación Good Bunny en el Coliseo Roberto Clemente, en San Juan. Además de varios obsequios, el artista se las ingenió para regalarles un momento inolvidable con su disponibilidad para saludar y posar para fotos.
El intérprete de “Estamos bien” y “Solo de mí” llegó cerca de las 9:00 de la mañana con una sudadera gris y un pantalón marrón, y una capucha en color neón que ocultaba gran parte de su rostro. La fila de niños con discapacidad fue la primera en entrar al recinto. Con timidez, pero sonriente, Benito Antonio Martínez Ocasio comenzó a hacer entrega de regalos que siguen la línea de la fundación que creó en 2018: promover el desarrollo de las artes, el deporte y la música.
Nethaniel Cardona, de Quebradillas, fue el primero en recibir un detalle de parte del Conejo Malo, quien le regaló un kit de arte al pequeño de 6 años.
El encuentro con la prensa se limitó a responder brevemente sentirse complacido con la organización con la que estaba fluyendo todo el evento. “Hasta ahora todo muy bien. Estamos gozando”, dijo sonriente.
Bates, bolas de baloncesto, voleibol y soccer, guantes de pelota, teclados, pleneras, guitarras eléctricas, libretas de pintar, pinturas y lápices de colores son varias de las alternativas que se les da a escoger en esta tercera edición del evento, que en 2019 realizó su segunda entrega.
En la espera para recibir a cada niño, de vez en cuando el también codueño de los Cangrejeros de Santurce en el Baloncesto Superior Nacional tomaba bolas de baloncesto y las rebotaba contra el suelo.
Una vez frente al intérprete urbano, la timidez fue una reacción muy común en algunos de los menores presentes, quienes se limitaban a sonreírle, aunque él tratara de buscarles conversación.
“No hay que tener miedo. Mira y coge los que quieras”, le dijo a una de las niñas que se le acercó y a quien dirigió a una de las diez estaciones para que escogiera entre la amplia selección de regalos.
Jacob Santiago, de 8 años, se mostró ilusionado con los guantes de boxeo que recibió de parte del artista. El pequeño, de Lajas, llamaba la atención por su recorte imitando uno de los primeros looks con los que se dio a conocer el artista. “Me dijo que me parezco a él”, nos dijo con orgullo y risueño.
La adolescente Franshely Gerbacio Albizu, de San Juan, recibió un teclado, pero su emoción mayor fue conocer al intérprete. “Estoy muy nerviosa”, afirmó entre risas la menor de 15 años. Su gemela, Frangelly, escogió un set de arte, y reveló que le gustó “mucho”. Shadia, de 13, prefirió una guitarra y confesó su alegría por ver a la estrella urbana. “No tengo palabras”, dijo la hermana menor.
Desde horas de la madrugada, decenas bordeaban los predios del recinto para asegurar su entrada. Comida típica gratuita y música tradicional forma parte del encuentro. Estaciones de artesanías para la venta también se incluyen dentro de la “fiesta navideña”. El evento gratuito, que ha ido fluyendo en completo orden, está pautado para finalizar a las 4:30 de la tarde.
Camila Vega, coordinadora de desarrollo de la fundación, se mostró complacida con el apoyo del público. “Estamos satisfechos con todo lo que está ocurriendo aquí dentro del coliseo. La fila ha fluido súperbien. Los niños, especialmente, están contentos”.