Después de 12 años residiendo en los Estados Unidos, ocupándose de su esposo y sus hijos gemelos, la cantante puertorriqueña Ashley, la llamada “Chica Bomba” por haberse hecho un nombre con esa variación del merengue, asegura estar de regreso con un proyecto “explosivo”. 

Se trata del merengue Se acabó, con el que calentará a las masas en lo que viene el disco que espera lanzar   este año.

“(Regreso) Por petición de la misma gente, porque  me llaman para tocar, pero ya era hora de grabar un merengue con más contenido y otros dos que son covers que no me gustaría revelarlos ahora”, comentó la artista, que el pasado fin de semana se presentó en Salinas.

Ashley, quien lleva 17 años de casada, reveló que el tema Se acabó está basado en una historia real.

“La letra trata de esta mujer que ha aguantado demasiado y dice ‘sabes qué, me cansé, ahora no vengas a decir que soy la mala’. Definitivamente hay mujeres que llega un momento que nos cansamos de aguantar. Eso le pasó a una amiga cercana y le pedí al escritor que quería grabar un tema con el que las mujeres se identificaran y le conté esta historia. Pienso que la mujer tiene que aprender a quererse y respetarse”.

Fue durante una actividad de militares a la que fue invitada  junto a su esposo, Miguel Martínez, cerca de donde ella reside en El Paso, Texas,  lo que le confirmó que era el momento de regresar a los escenarios.

“En Fort Worth hay una comunidad bien grande puertorriqueños y me invitaron a subir al escenario  a cantar dos canciones y más adelante me hicieron una llamada preguntando si quería hacer el baile del próximo año. Hacía diez años que no cantaba, pero formé la orquesta e hicimos un bailable que se llenó por completo y como las redes son importantes en este regreso, lo grabaron y lo subieron y hasta el día de hoy no he parado”.

La intérprete de Soy loca, pero a mí nadie me la toca, se dio a la tarea de prepararse vocal y físicamente para su relanzamiento con un alzamiento de busto.

“Ya me lo había hecho (el busto)  en el 1997, pero había lactado a mis niños y ya había que cambiarlo, yo tenía bolsas salinas y me las cambié. Es lo único, porque siempre hice ejercicios ya que una vez fui gordita y cuando estuve embarazada tuve una barriga bien grande que hasta me dio depresión postparto”.

Ashley está agradecida de tener un esposo bueno, un exmilitar que ahora trabaja con una empresa privada, y de que le ha dado la mano con sus hijos Julián y Sebastián, de 9 años, quienes juegan pelota y tocan violín, para ella emprender una nueva etapa en la música.

“Una cosa que la gente admira de mí es que no dejé la música porque mi esposo no me dejaba cantar, sino porque yo quería atender a mi familia. Siempre dije que quería criar a mis hijos, ver cuando caminaran, cuando se les cayeran los dientes y así ha sido. Mi esposo y yo tuvimos tiempo de estar solos antes de que llegaran nuestro hijos, nos tenemos mucha confianza y esa es la base de mi familia; ha sido bien importante para lo que soy ahora”. 

Aunque seguirá residiendo en Texas, Ashley viene  a la Isla a tocar en actividades privadas y públicas. Pronto emprenderá una gira por República Dominicana a fin de año y por  Colombia junto  a la cantante dominicana Belkys Concepción.