Alfred D. Herger revela que cantantes que descubrió no son agradecidos
De cara a la celebración de sus 80 años de edad y 65 de carrera, repasa algunos momentos que lo han marcado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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El productor de radio y televisión, y sicólogo clínico, Alfred D Herger, de cara a la celebración de sus 80 años de vida, y 65 de carrera artística, este viernes 4 de noviembre, en retrospección a sus experiencias vividas en plano personal y como artista, comparte sus aciertos y desaciertos.
En entrevista con Primera Hora, Herger admite que algunos de los cantantes que descubrió en la época de los 60 no han sido agradecidos con él. También denunció que algunos productores de los medios de comunicación han pretendido borrarlo del mapa.
¿Cuál ha sido la fórmula para haberte mantenido vigente por tanto tiempo?
-Creo que mi constante curiosidad y la manera como me divierto con mi trabajo.
¿Qué te motivó a querer producir en la Isla un programa dirigido a la juventud similar al de Dick Clark en Estados Unidos?
-Era una fórmula sencilla y fácil de adaptar. Además, el mismo señor Clark me explicó cómo hacerlo y me alentó a que lo produjera en Puerto Rico, con su bendición.
¿El resultado fue el esperado?
-Definitivamente… ¡el “Teenagers Matinee” tuvo un éxito espectacular!
¿Qué recuerdos guardas del “Teenagers Matinee”?
-El trabajar con el genial don Rafael Pérez Perry, las talentosas y divertidas parejas de baile y los invitados de lujo: Paul Anka, Neil Sedaka, Paul Simon, Bryan Hyland… ¡y muchos otros!
¿Cómo surge La Nueva Ola y qué talentos lanzaste?
-Me enteré del movimiento que nacía en Argentina y florecía en todos los países hispanoparlantes. Puerto Rico estaba atrás ¡y me obstiné con ponerlo al frente! Mis artistas fueron Chucho, Lucecita, Charlie Robles, Diana, Julio Ángel, Tammy, Al Zeppy, Los Sonset, Wilson Ronda, Glorivee, Oscar Solo, Sonny, y en sus inicios, también Danny Rivera. ¡Ah!, y muchos otros.
¿Qué fue de ellos?
-Varios desarrollaron carreras espectaculares, otros se fueron retirando.
Se comenta que, de esos artistas hoy consagrados, no todos han sido agradecidos contigo, ¿es eso cierto, y que opinión te merece?
-Sí, es cierto. ¡Y hasta han tratado de ‘borrarme’! No solo artistas, también otros empresarios, productores y seudo periodistas. Mira, la gente es como es, ¡qué le vamos a hacer! Pero a mí me consta que el público sabe lo que sabe.
¿Qué significó para ti representar a la agrupación infantil española La Pandilla?
-Ese fue un proyecto bellísimo. Cautivamos a los niños y jóvenes en Puerto Rico y Santo Domingo. Eran como unos ‘mini Beatles’ y llenaban los estadios. ¡Wow! (Ahí se germinó la idea de Menudo.)
Fuiste representante, entre otros, del cantante español Luisito Rey, padre de la mega estrella Luis Miguel. ¿Cómo fue esa experiencia?
-Bueno, al principio fue muy buena, hasta que nació Luis Miguel. ¡De ahí en adelante fue una pesadilla!
¿Cómo descubriste que Luis Miguel nació en Puerto Rico y no en México como se alegaba?
-Yo no descubrí eso, ¡yo lo propicié! Fue mi estrategia como ‘manager’ para que, con un hijo ciudadano americano, mi artista pudiera quedarse en Estados Unidos y entrar y salir cuando fuera necesario.
¿Cuáles consideras han sido tus mayores aciertos como productor de radio y televisión?
-Son bastantes. En la televisión la pegué bien duro con “Teenagers Martinee”, “Canta la juventud“ y “Cambia cambia con Alfred”. También tuve éxitos con “Alta tensión”, “Balcón boricua”, los shows con La Pandilla (y sus dos películas) más “La pirámide”. En la radio, para Mr. George Mooney, como programador y disc-jockey matutino en Radio Uno, llevándosela a un primer lugar, y luego como gerente general, al crear y organizar el formato La Gran Cadena con las seis emisoras de don Alfredo Ramírez de Arellano. Ahí fui el disc-jockey matutino de mayor audiencia e influencia, al cubrir toda la Isla. Más adelante, como sicólogo tuve éxito también con los programas de consulta sicológica que realizaba por las noches: primero por WKAQ y después en NotiUno.
¿De qué te arrepientes?
-A veces lamento el no haberme trasladado a Nueva York cuando tuve como manager y amigo a Sid Bernstein, el empresario que llevó a los Beatles a Estados Unidos, quien quería ubicarme en la radio y en una agencia de publicidad allá. Mi esposa, Bárbara, me convenció de que era una ciudad muy peligrosa para criar a nuestros cuatro hijos.
Has tenido una carrera fructífera como sicólogo clínico, ¿cuántos libros de motivación has escrito? ¿Qué proyectos tienes al respecto?
-Son seis libros de autoayuda y uno biográfico. A propósito, me hice sicólogo a instancias de Bárbara, mi mujer. Como sicólogo clínico obtuve muchas satisfacciones atendiendo en terapia a adultos y familias. Como maestro, ofreciendo seminarios, charlas y talleres en principales empresas privadas y entes gubernamentales. A nivel internacional, presentándome como conferenciante motivador en América hispana y Estados Unidos. También viajando con mi maestro el Dr. Brian Weiss, a quien le organicé su gira latinoamericana.
¿Cómo has logrado sobreponerte a la prematura muerte de tus hijos, Benny y Alfredo?
-A la verdad, no tengo una idea muy clara. Pero definitivamente me ayudaron mi sólida formación cristiana más los principios de la sicología… ¡y viviendo un día a la vez! Acostumbrándome a sobrellevar la depresión y la alta presión que esos fuertes impactos me causaron...
Actualmente conduces y produces el programa radial “Siempre Alfred”, ¿cuándo va al aire? ¿Cuál es su formato? ¿Cuántos años de existencia tiene el programa?
-Me siento muy orgulloso del programa “Siempre Alfred” que va por la cadena NotiUno 630 todos los sábados de 5 a 7 de la tarde. Es un programa eminentemente musical, con éxitos de todos los tiempos e información sobre discos y artistas, salpicada de buen humor y con la participación de oyentes. Son la musicoterapia y la musicología combinadas. Ya llevo 10 años al aire, con la gran familia de don Jesús Soto.
¿Cómo te gustaría ser recordado?
-“Por sus obras los conoceréis” es uno de los mensajes de Jesús que recoge Mateo en su evangelio. La decía el Señor en el sermón de la montaña. Entiendo que mis obras son mi legado. Que las personas me recuerden por la manera en que algo que hice tocó sus vidas, con eso me es suficiente.
¿Algo adicional que desees compartir con el público?
-¡Claro que sí! He instituido una organización sin fines de lucro, la Fundación Legado Dr. Alfred D. Herger, Inc. con el propósito de colectar y restaurar obras y memorabilia de la cultura popular musical de nuestro país de finales de los ‘50 hasta los ‘80. Salvaguardarlas del deterioro, transfiriéndolas al formato digital para luego poder ponerlas a la disposición de baby boomers, seniors y de las generaciones jóvenes a través de nuestra página web: fundacionlegadoADH. Necesitamos que mis seguidores colaboren mediante donativos en dinero, tiempo, materiales, colecciones, mobiliario, estantes para libros, mesas de trabajo, un vehículo ‘van’ y lo más importante: un local que provea espacios de almacén, oficina, biblioteca y salón de digitalización para audio y video.
Alfred ofrecerá una conferencia de prensa, este jueves, en el restaurante Amadeus Bristo Bar, en la calle Chardón de Hato Rey, donde ofrecerá detalles de la celebración de su onomástico.