Xioana Nieves asistió en el parto de su hija adoptada
La presentadora y locutora vive la bendición que tanto pidió junto con su esposo Frankie, su hijo Franxio y una ángel que los acompaña desde el cielo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Su bebé iba a llegar. No sabía el cómo ni el cuándo, porque lo buscó por 10 años por la vía natural, y no lo logró. Y ya, cuando se cumplían otros dos intentando una adopción, a Xioana Nieves le llegó la llamada que tanto ella como su esposo Francisco José Colón y su hijo Franxio Enrique, esperaban: una niña sería dada en adopción y los padres biológicos escogerían entre ellos y otra familia.
En ese momento, las emociones chocaban entre sí. Se refrescaron en la mente todos los eventos que habían pasado como familia. Ella sufrió Guillain Barre, su esposo perdió la vista, dio a luz una bebé sin vida, perdió a su mamá de forma repentina y, sin haber sido un plan, el huracán María (2017) los movió al estado de Florida por dos semanas, y terminaron establecidos. La razón, tratar de lograr la adopción, pues la agencia en Texas con la que inicialmente iniciaron el trámite, paralizó las adopciones hacia la isla debido a la crisis que dejó el fenómeno atmosférico.
Mudarse de Puerto Rico, cuando la vida de los tres estaba anclada aquí, no fue una decisión fácil, y fue el primogénito quien les dio el empujón que necesitaban. “Él tenía que dejar para siempre su escuela, donde había empezado a estudiar, donde estudié yo, era empezar una vida de cero, sin sus cosas, sin sus juguetes, sin nada, y él tenía nueve años, y le preguntamos, a ver qué pensaba, y para nuestra sorpresa, nos dijo que sí, ´porque para mí es importante adoptar a mi hermanito o hermanita y que nazca saludable´”, compartió la mamá las palabras de su hijo, sin poder contener las lágrimas.
“La forma en que contestó fue de tanta sorpresa para nosotros, fue genuina, fue desde el corazón, y ahí eso nos dio tranquilidad, porque él no titubeó para contestar”.
Entre la incredulidad y la alegría, la animadora y locutora quiso cuidar su corazón y el de los suyos, porque la decisión de que esa niña fuera para ellos, aún no era final.
Los padres biológicos, entre otras solicitudes, buscaban una familia radicada en Florida, con lo que ellos cumplían, y además, la madre biológica pidió un encuentro con Xioana.
“Era una mezcla de emociones, bien difícil y bien bonita”, dijo. “Ella dijo que la condición era conocerme a mí solamente en persona, así que soy yo quien tengo que ir a conocerla, para luego de conocerme ver si esa decisión iba a ser final o no”.
Se le dio, y mucho más de lo que ella esperaba. La mamá biológica quiso que la acompañara en el parto y que fuera el único contacto maternal que tuviera la bebé al nacer. Que la oliera y la viera a ella desde ese momento, y luego a su esposo.
“También soy mamá biológica y te pones en la posición de cómo esos padres se pueden sentir al momento del parto, cómo esa mamá se va a sentir, así que siempre quise mantener ese respeto, y que ella sintiera que iba a estar allí para ella con cualquier decisión que quisiera tomar, aunque fuera de último momento”, relató la expresentadora de la Lotería Electrónica, y colaboradora en Fidelity y Wapa.
“Iba paso a paso, y rezando mucho porque sabía que en cualquier momento se podían arrepentir, y más cuando le vieran la carita a la bebé. Pero ahí es donde ella solicita no verla. Ella es super, super fuerte y solicita no verla, porque obviamente iba a ser más difícil. En ningún momento ni la tocaron”.
Xioana cortó el cordón umbilical de Xioana Rose, una niña alegre, inquieta, que desde que despierta está rodeada de música, y una sobredosis de amor.
Increíblemente, uno de los padres biológicos es puertorriqueño, así que por ese corazoncito corre sangre boricua. “Mi hija es mitad puertorriqueña”, afirmó feliz.
Aún teniéndola en brazos, Xioana sabía que la felicidad todavía no era completa. El estado de Florida le concede a los padres biológicos hasta 48 horas después del nacimiento para desistir de la entrega para adopción.
Ese tiempo, Xioana y su esposo lo pasaron cuidando de la bebé en la unidad de NICU en el hospital, que fue el área asignada, aunque afortunadamente no por una situación de salud. “Allí estuvimos esperando las 48 horas, y no me moví del lado de la niña. Hasta que al fin nos notificaron que ambos padres habían firmado el consentimiento y no puedo explicar esas últimas horas. Le di 20 besos, y rezando también por los papás para que fuera la mejor decisión”.
Luego de ellos, el primero en saber de la llegada de la bebé, fue su hermano. La reacción, contó la mamá, fue una alegría nerviosa y la confirmación de lo que tanto pidió en sus oraciones nocturnas.
“Para mí era difícil entenderlo, y probablemente quien lea esto, dirá es imposible, porque a mí me pasó lo mismo. Decía lo respeto, trato de entenderte, pero hasta que no lo viva, no lo voy a poder entender, porque por más que trate de pensar, no me puedo imaginar, porque el amor que siento por Franxio es una cosa tan pura, tan profunda, que dices, ¿voy a poder sentir igual?, y sí, es un amor como si esa niña hubiese nacido de mi vientre, y como si simplemente esa niña siempre hubiese sido para nosotros”.
Hoy se cumplen tres meses desde la llegada de Xioana Rose, y todos están paríos de felicidad.
“Es algo con lo que he soñado por tantos años, y a veces uno no se lo puedo creer, que al fin ya pasó, y es la bendición más grande que al fin nosotros podemos decir que somos cuatro y una angelita que nos cuida desde el cielo”, manifestó la mamá, teniendo siempre presente a Xioana Rosaura, su segunda hija, fallecida hace cuatro años.
“Es como si te quitaran un peso de encima, y puedes volver a respirar, porque sientes que tu familia está completa. No es que antes no lo estuviera, porque si hubiésemos tenido que quedarnos con Franxio y la bebé en el cielo, pues esa era la voluntad de papá Dios y claro que la aceptábamos, pero era algo que anhelábamos tanto, que el hecho de ahora sea una realidad, es una bendición”.
El próximo enero o febrero, la familia volverá a ser llamada para acudir a un tribunal en el estado de Florida para oficializar la adopción. Esta vez la espera no carga ningún temor. Xioana Rose ya es parte de ellos.