Monterrey.- La cantante mexicana Gloria Trevi peinó su "pelo suelto" y cambió sus medias desgarradas por un vestido de seda blanco y contrajo nupcias ayer, jueves, con un abogado en una ceremonia religiosa celebrada en la catedral de la norteña ciudad de Monterrey, de donde es oriunda.

Trevi, con amplia sonrisa y entre lágrimas, se casó con el abogado Armado Gómez en una ceremonia a la que asistieron grandes personalidades.

A Trevi se le llamó la Madonna mexicana por su imagen provocativa y por sus despampanantes desplazamientos en el escenario, que la llevaron a sumar éxitos musicales en la década de los noventa, hasta que fue arrestada en el 2000 junto con su entonces representante Sergio Andrade y fue acusada de corrupción de menores.

Después de pasar cinco años en diferentes cárceles de Brasil y México, Trevi fue exonerada de los cargos en el 2004 y desde entonces regresó a la escena internacional musical con nuevos éxitos.

Varios cientos de seguidores formaron largas y nutridas filas frente a la Catedral, donde gritaban vivas y saludaban a la cantante, que llegó a la ceremonia a las 8:30 de la noche a bordo de un auto Rolls Royce.

"Al momento de entrar en la iglesia vi tantas personas con las caras llenas de felicidad y amor. Fue muy intenso pero muy bonito", dijo Trevi a los periodistas al concluir la ceremonia.

La diva mexicana indicó que le gustaría tener más hijos con Gómez, pero señaló que primero deseaba concentrarse en su nuevo disco.

Al referirse a su tormentoso pasado, Trevi comentó "Estuve pasando por un momento difícil y hemos sufrido, pero la boda fue más de lo que soñé".

Al preguntarle su opinión a Gómez, quien vestía un elegante traje negro, señaló "¿Qué puedo decir? (Trevi) Es el amor de mi vida y estoy muy contento".

La pareja anunció que se tomarán tres días de luna de miel y estarán de regreso para pasar la Navidad con sus dos hijos de siete y cuatro años, antes de tomarse unas nuevas vacaciones en enero.

Algunos periodistas observaron la ceremonia en vivo el jueves desde un museo de arte moderno ubicado cerca de la Catedral, donde se llevó a cabo la recepción nupcial.

La novia lució un vestido blanco de seda y un velo que estaba fijado por una corona.

Trevi, de 41 años y Gómez, de 36, se casaron el año pasado en una ceremonia civil que se efectuó en secreto a la que asistieron apenas un puñado de invitados.

En contraste, la ceremonia del viernes por la noche fue un gran evento que fue trasmitido por televisión a más de 50 países tanto en Europa como en América Latina.

A la ceremonia religiosa asistieron grandes personalidades del espectáculo de México, como Lucía Méndez, Ana Bárbara, Carmen Salinas y Vicente Fernández hijo.

Más de 200 policías y un helicóptero policial resguardaron las medidas de seguridad y vigilaron las calles del centro de Monterrey, que fueron cerradas al tránsito desde las cinco de la tarde.

Trevi lució un vestido blanco de seda con mangas translúcidas, un brocado de plata y de cuello redondo que fue diseñado por el modista mexicano Gustavo Matta, así como una corona de plata y un velo que le cubrió el rostro a la cantante.

Gómez vistió un traje de etiqueta de larga cola negro con una camisa blanca y corbata de moño negra.

Trevi tiene un hijo con Gómez, de cuatro años, y otro de siete, que se cree que es de su ex representante Sergio Andrade, quienes iban vestidos de traje color marfil y fueron los pajes del enlace nupcial.

El padre de Trevi, Manuel Treviño, la acompañó hasta el altar y la cantante Anahí fue la madrina de ramo.

Arrodillada frente al altar de la Catedral, Trevi sonrió durante toda la ceremonia pero derramó algunas lágrimas cuando el Cardenal Francisco Robles Ortega les otorgó la bendición nupcial y cuando los novios intercambiaron los votos de boda.

Un coro acompañó a un cuarteto de cuerdas y la catedral fue adornada con ramilletes de rosas.

La pareja salió a la entrada de la Catedral, donde hubo fuegos artificiales y se desplazaron a un museo de arte moderno, ubicado en la cercanía donde se llevó a cabo la recepción.

El museo fue decorado con cientos de velas para darle la bienvenida a los recién desposados.