Se imagina que vaya al cementerio a visitar la tumba de su difunto esposo y en el camposanto vuelva a enamorarse de un hombre completamente opuesto a usted y que también ha perdido a un ser amado, pero en este caso a su madre.

Eso es precisamente lo que le sucede a “Laura Blanco de Trabado” y al ganadero “Pablo García”, personificados por los experimentados actores Linnette Torres y René Mónclova, en la pieza teatral El tipo de la tumba de al lado.

“Laura Blanco de Trabado” es una bibliotecaria que desea ser madre y tiene en su contra el reloj biológico. Mientras que “Pablo García” es un tipo sencillo y solitario que vive para estar al pendiente de su ganado. Pero, a ambos se les encenderá la chispa del amor en medio de su soledad.

La dinámica entre ambos artistas fluye de manera natural porque anteriormente han trabajado como pareja. Han sido marido y mujer en repetidas ocasiones, tanto que el creador de “Lolo Bond” señala que “cuando ella va a salir en el escenario conmigo, le dice al marido, ‘me voy con el otro’”.

“Al principio ellos se repelen, hasta se asquean y al final se atraen. Y terminan encamados. Es una relación maravillosa… Y si no están juntos no es por chikungunya”, vacila Monclova.

Su colega, agrega que “es una historia de amor muy linda (nacida entre las tumbas) como muchas historias que van al entierro y después acaban enterrando (estalla en risa), entre flores y coronas”.

Esta obra dirigida por Axel Cintrón y producida por Neysa Jordán, estrenó en el teatro Yagüez el fin de semana pasado. Ahora subirá a escena en el teatro Francisco Arriví, en Santurce, del 17 al 19 de este mes.

Entre el miedo y el vacilón

En nuestra sociedad el tema de la muerte es todavía un tabú y provoca en muchas personas temor, como le sucede a Linnette Torres. En cambio, para René Monclova es un proceso natural que ha vivido muy de cerca con la pérdida de sus padres siendo un niño.

“La muerte es parte del ciclo natural de la vida… No es algo que preocupa, porque es solo una vez en la vida, pa’ qué joderse la vida uno pensando en algo que es inevitable. Y cuando toque, que toque. Vamos a vivir lo que nos quede con la misma alegría e intensidd como si fuera el último día”, expresa el histrión.


En tanto, la coanimadora del programa Entre nosotras (Wapa TV), indica que “creo que hay una vida después de la muerte, pero a mí no me gusta hablar de la muerte. Y aquí en el cementerio (del Viejo San Juan, donde se realizó esta entrevista y fotos), no me gusta tampoco”.

René Monclova, toma el tema de la muerte más relajado que su colega porque revela que “como mis viejos (los actores Myrna Vázquez y Félix Monclova) murieron siendo uno muy joven y mi vieja padecía del corazón y estaba condenada a muerte y lo sabíamos que se iba a morir en cualquier momento (era común hablar de la muerte)”.

De su procreadora cuenta que “ella tenía una afección cardíaca congénita, se iba en fallo todos los meses. Y le decíamos: ‘Mi moribunda preferida’. Y había que tomarlo así...”.

Recordó su primera obra de teatro con apenas 10 años de edad, Un niño azul para esa sombra, de René Marquez, a la que le acompañó su talentosa mamá.

“Mami estaba agarrada a una soga del escenario sin hablar. Y yo salía de la escena y le decía: ‘Cómo va esto, mami’. Y me decía (con gestos afirmativos con su mano), pero no hablaba. Cuando terminó la obra le pregunté de nuevo: ‘Cómo quedó’. Y me dijo: ‘Precioso. Ahora me voy para el hospital, afuera hay una ambulancia porque estoy en fallo cardíaco desde que empezó la obra”.

Comparte también que “papi murió dos años después corriendo en la playa. Y uno decía: ‘Pues, parece que esto es de verdad, esto de morirse’. Después uno se da cuenta que es parte del ciclo natural de la vida y que nadie se muere por la muerte de otro y que uno tiene que seguir para ‘alante. Cuando nos toque que sea después de haber hecho lo correcto y lo mejor posible”.

“I see dead people”

En cuanto a si ha tenido alguna experiencia paranormal, René Monclova dice en una nota jocosa que ha visto “productores que no existen. Hacen la obra y se desaparecen y nunca ves el cheque”.

Linnette Torres, por otra parte, manifiesta que es una persona de mucha sensibilidad para percibir las cosas y que ha tenido sueños con su abuelos fenecidos.

“Desde chiquita le tengo miedo a los muertos. De hecho, mi abuela, que en paz descanse, me decía de chiquita: ‘Si tocas un muerto se te va a quitar el miedo. Y ella me ponía a tocarlos así, fríos”, expone.

Monclova, asimismo, cuenta que una vez al llegar a su casa luego de disfrutar de una zarzuela en familia, “recuerdo ver en el cuarto la silueta del vecino, un viejito que se llamaba Don Pepe. Le digo a mami: ‘Yo acabo de ver a Don Pepe en la ventana’. Y mami me dice: ‘No, Don Pepe debe estar durmiendo’. Y nos enteramos al otro día que se había muerto. Él se fue a despedir, pero no me dio miedo. Le tengo miedo a Hacienda, al IRS, a eso le tengo mucho miedo. Y a los productores que desaparecen (ríe)”.

Los boletos para El tipo de la tumba de al lado están disponibles en Ticket Center 787-792-5000.