Cerca de dos años pasó alejado de la escena pública, pero asegura que en todo ese tiempo rompió su propio molde para redescubrirse y poder crear la tercera producción discográfica de su carrera, titulada Quién lo diría.

Christian Pagán, que saltó a la fama tras ganar la primera edición de Idol Puerto Rico en 2011, comenzó este mes la promoción del sencillo Amigos con derechos, compuesto por Erika Ender y Pedro Capó. Mientras, aguarda para grabar sus últimas escenas en la primera serie musical de Telemundo, Guerra de ídolos, en la que interpreta a un cantante que proviene del bajo mundo.

“Están pasando muchas cosas buenas y siento que este es el año de cosechar. Han sido muchos tiempos de siembra, y siento la vibra de que esto va a ser una año de mucho éxito”, prevé el cantautor de 27 años en entrevista con Primera Hora.

Estos pasados años Christian visitó ciudades como Los Ángeles, Miami y Nueva York para sostener reuniones profesionales, fue a Tailandia a explorar y disfrutar un poco de esa cultura, vivió tres meses en México como parte de su preparación y taller actoral, y pasó por Cuba, donde grabó un vídeo para Guerra de ídolos. Compuso y presentó más de 50 temas a su disquera Universal Music Latin, pero eso no fue suficiente y tuvo que probar cosas nuevas.

“Este disco ha sido toda una aventura. Estuve como dos años componiendo, buscando canciones, presentándole a la disquera, llenándome de diferentes influencias musicales. Salí bastante de mi comfort zone, hice un disco bastante variado, movido, con ritmos urbanos de cumbia, reggae, por eso lleva el título de Quién lo diría. No es el disco que yo quería en un principio, pero el camino, la evolución y toda la magia que ocurrió en ese transcurso me llevó a hacer música que he disfrutado y vengo a defender con mucho orgullo”, dice.

Reconoce que tuvo que renunciar a hacer un solo género para abrazar otras culturas musicales. 

“Muchas veces uno se encajona en un concepto, pero aquí es que entra mucho el factor de tu equipo de trabajo. A veces uno se aferra a un concepto o a canciones, y no es que no sean buenas, pero de repente no es el momento. Al principio, cuando la disquera me dijo ‘te vamos a mandar a fusionar con productores urbanos’, yo dije ‘yo no hablo el lenguaje de esa gente, no sé cómo voy a encajar ahí’, pero fui con mente abierta y ocurrió la magia en el estudio, me encantó el concepto”, relata.

De sus viajes, la visita a Los Ángeles fue particularmente difícil, y hasta tuvo que dormir en un auto, aunque prefiere no darle mucho color al asunto. “Yo he tenido la bendición de que cuento con un equipo de trabajo, una familia, unos fans que me apoyan”, agradece.

Mientras, en Tailandia vivió un momento único. “Fui a una barra pequeña, un sitio de comida y había una guitarra, me senté y canté. Fue una experiencia bien bonita, me aplaudieron, para mi sorpresa estuvieron bien atentos. Ahí te fijas de que puedes conectar con la gente aun sin que te entiendan”, comparte.

Y ha sido mediante medios no tradicionales que Christian Pagán ha mantenido contacto con su fanaticada. Por redes sociales comparte fotos y hasta transmisiones en vivo como su miniconcierto en el Uforia Lounge de KQ 105 en The Mall of San Juan. “¡Para mi sorpresa cantaron Amigos con derechos a coro y llevaba como cinco días fuera!”, revela feliz.