Nueva York. Muchos estadounidenses han estado decorando sus paredes vacías mientras trabajan desde casa durante la pandemia. Observadores de la industria dicen que las ventas de arte y marcos se incrementaron el año pasado como resultado del confinamiento.

“Ni la Cenicienta puede compararse”, dijo Claude Taylor, quien creó la cuenta de Twitter “Room Rater” con su prometido Jessie Bahrey. “No creo que la gente siquiera estaba pensando en arte en abril”.

Room Rater califica los fondos de expertos y comentaristas que aparecen en TV desde sus casas en una escala de 10 puntos por detalles como iluminación y nivel de cámara. Una buena obra de arte puede impulsar una calificación. Por ejemplo, el columnista del Washington Post, Eugene Robinson, obtuvo una calificación de 10/10 por aparecer en “Morning Joe” frente a obras de arte de su esposa, Avis Robison.

Parece que la pandemia ha dado a la gente razones para embellecer las paredes de su hogar y el arte despuntó en ventas.

El mercado de arte online Etsy confirmó la tendencia. Al comparar marzo-diciembre de 2020 con el mismo periodo de 2019, Etsy reportó:

• Un incremento de 95% en búsquedas de arte para pared.

• Un incremento de 80% en búsquedas de ventanas con vitrales o adornos para pared.

• Un incremento de 46% en búsquedas de esculturas.

Etsy no publica datos de ventas realizadas y se puede asumir que algunas de esas búsquedas eran sólo sueños que no llevaron a compras.

Pero Adobe Analytics sí rastrea las compras online y sus cifras son aún más impactantes. Las búsquedas promedio diarias de “artículos de arte”, incluyendo esculturas, cuadros y marcos, aumentaron 134% entre los meses preCOVID-19 de 2020 y finales del año pasado. Al comparar septiembre y octubre de 2019 con los mismos dos meses de 2020, las ventas promedio diarias subieron 109%. El análisis de Adobe de ventas por internet incluye a 80 de las 100 minoristas más grandes de Estados Unidos.

Atiba T. Edwards, quien trabajó en banca varios años y también es cofundador de la organización sin fines de lucro dedicada al arte FOKUS, señaló que mucha gente que siguió trabajando durante el cierre de pronto no estaba gastando dinero en viajes, restaurantes o cines, ni siquiera en niñeras. Probablemente pasaban más tiempo que nunca en casa, por lo que pudieron dirigir parte de ese ingreso discrecional al arte.

El mismo Edwards es un ejemplo de esto. Ama y aprecia el arte, pero antes salía de su apartamento en Brooklyn por la mañana para ir a trabajar como director general del Museo Infantil de Brooklyn, y llegaba a casa tras entrenar baloncesto o asistir a un evento de arte. Ahora trabaja más desde casa y extraña ver obras de arte en su trabajo y otros lugares.

“En los últimos tres meses he colgado seis piezas”, dijo. “La gente está viendo el beneficio de rodearse de belleza”.

Edwards, quien ha trabajado con cientos de artistas para crear experiencias de arte accesibles en espacios no tradicionales, considera que el ambiente clásico de una exposición o galería puede sentirse intimidatorio para alguien que quizá no es tan conocedor de arte, mientras que las redes sociales pueden ayudar a revisar detenidamente a un artista sin presión para comprar.

“Los novatos pueden ver arte en casa y no tener la sensación de que sea inhóspito”, dijo.

La mayor tasa de desempleo ocasionada por la pandemia significa que mucha gente no tiene el dinero para adquirir arte ahora. Pero para los que siguen trabajando, comprar arte puede ser también una forma de ayudar a otros.

“Hubo gente que se acercó a comprar una obra de arte para salvar mi galería”, dijo Eden Stein, propietaria de Secession Art and Design en San Francisco, que vende obras de 70 creadores. “Ese dinero no sólo ayudó a mi familia, apoyó a los artistas y a sus comunidades”.

Stein dijo que vender arte durante la pandemia se ha sentido un poco como una boda: se ha reconectado con amigos y clientes que ha sumado en lo largo de los 13 años de historia de su tienda.

Normalmente, Stein organizaba dos o tres eventos al mes, mientras el tráfico peatonal por los restaurantes cercanos y un foro musical vecino también traía nuevos visitantes. En el último año, en cambio, ha hablado con muchos compradores por teléfono o planeado visitas por cita.

“Este año ha sido realmente personal”, dijo Stein. “Si no puedes abrazar a la gente, vender una obra de arte se siente un poco como eso”.