Rosa Montero: “No hay nadie normal, todos somos raros”
La escritora y periodista española será parte del Primer Congreso Internacional de Escritores en el Centro de Bellas Artes en Caguas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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“Todos somos raros... aunque algunos más que otros”, dice la escritora y periodista Rosa Montero (Madrid, 1951). Pero, ¿son más o menos raras las mentes creativas por las que fluye un torrente de ideas sin límites? ¿Puede una separarse de la realidad para entrar en ese nivel de creatividad superior que es la imaginación sin perder algo de cordura?
En la reciente publicación El peligro de estar cuerda (Seix Barral), la autora reflexiona sobre la creación y la locura, desde la intimidad de sus propias angustias y crisis mentales que experimentó en la adolescencia y adultez temprana. Ahora tiene 71 años y es consciente de que los ataques de pánico pueden volver, pero ya sabe de qué van y le va perdiendo el miedo.
“Es un libro que tengo la sensación que es el libro de mi vida”, afirmó desde el otro lado del monitor, teniendo su sala como telón de fondo. “Siempre ha sido muy importante para mí esa reflexión sobre qué es lo que llamamos locura, qué es lo que llamamos cordura, cuál es la fiabilidad de la realidad, que de repente parece que pierde el sentido cuando tienes algún tipo de crisis mental”.
Este libro, al igual La loca de la casa (2003) y La ridícula idea de no volver a verte (2013), no tiene nombre y apellido en cuestión de género. Tiene valores de ensayo, pero no es un ensayo convencional. Igual parece una autografía, pero no lo es, y todo lo anterior lo mezcla con algo de ficción.
La conexión virtual con Montero se da como antesala a la presentación de su libro este miércoles en el Primer Congreso Internacional de Escritores en el Centro de Bellas Artes en Caguas, en un diálogo con Luce-López Baralt. Será una más de “un montón de veces” que ha estado en Puerto Rico. Una de las visitas fue en el 2010 cuando recibió el título Doctora Honoris Causa de la Universidad de Puerto Rico junto a sus colegas latinoamericanas Elena Poniatowska y Mayra Montero.
“Es la primera vez que se hace este Congreso de Escritores y tiene una agenda estupenda y me la presentaron y me pareció precioso y dije que sí. Luego después resulta que salía mi libro y por carambola resulta que va a ser la presentación mundial porque se va a presentar en Puerto Rico antes que en ningún lado”, anticipó vía Zoom.
El planteamiento que hace la autora sobre los límites de la realidad y de la locura están estrechamente ligados a uno de dos temas constantes en su obra: La muerte. El otro tema es el paso del tiempo. “Envejecer es un asco”, subrayó.
“Todas mis novelas son esencialmente existencialistas sobre ese sentido de la vida y de la muerte, así que creo que he escrito toda mi vida para intentar perder el miedo a morir y creo que en este libro he ido más lejos que en ningún otro”.
- ¿Cómo se vive cuando a cada instante estamos sobreviviendo a la muerte?
-Pues mal (ríe), la vida es crítica... Cuando estás muy lleno de la conciencia de la muerte, estás muy lleno de la conciencia de la vida también. No es eso que decía John Lennon, ‘la vida es eso que sucede mientras nos ocupamos de otra cosa’. Yo me ocupo pocas veces de otra cosa, tengo bastante conciencia de que estoy viva. Lo que hay que aprender es a dejar ese miedo a la muerte tan agudo que a mí me hizo tener ataques de pánico. Creo que escribo, entre otras cosas, para intentar perder el miedo a la muerte, para intentar vivir con más ligereza, con más plenitud en el momento, para aprender a vivir el momento sin el temor a la muerte que acecha.
No concibo cómo podría vivir sin escribir; es lo que me permite levantarme por las mañanas, lo que me permite no morirme de miedo por las noches, es como un esqueleto exógeno que me mantiene de pie”
-Rosa Montero, escritora y periodista
Montero vio alejarse los ataques de ansiedad en la medida en que comenzó a publicar novelas. No porque una cosa sea el remedio de la otra, sino que una vez liberó todas esas imaginaciones que la acompañaban desde los cinco años, cuando comenzó a escribir, reconoció que tenían sentido para los demás.
“Una novela es un delirio: Te metes en una esquina de tu casa durante dos años o cuatro y te dedicas a invertir las mejores horas de tu vida a inventar mentiras; un señor que no existe, una casa que no existe, que le pasan cosas que no existen, entonces al cabo de este tiempo, sacas esa novela, y si no hay alguien del otro lado que te dice, ‘Yo esto lo entiendo, a mí esto me conmueve, a mí esto me llena’, si no hubieran esos otros que se reflejaran en lo que escribes, en qué se convertiría ese trayecto de tres años inventando historias, en el delirio de un loco, enajenador y completamente aislador, porque lo que llamamos locura es una soledad extrema”.
Una novela es un viaje al otro y escribo un poco para reflejar lo que es la vida, para intentar entender lo que son mis obsesiones, para intentar poner un poco de luz en mi oscuridad, porque uno no escribe para enseñar nada, escribe para aprender”
-Rosa Montero, autora
Si algo positivo ha tenido esta “asquerosa pandemia”, señaló, es el hecho de que se ha levantado el velo sobre la salud mental, se ha destapado un poco el tabú, dando paso a conversaciones más comunes y profundas sobre unos trastornos que son supercomunes.
“La normalidad no existe en absoluto”, puntualizó. “No hay nadie normal, todos somos raros, todos tenemos nuestra propia peculiaridad”, afirmó.
Para la columnista del diario El País el ejercicio de escribir no es para enseñar, sino para aprender. Con su nuevo libro da cuenta de cuánto ha avanzado en el proceso de perderle miedo a la muerte.
“Cuento que cuando tenía 20 años, miraba a la gente de 60 con horror y decía, pero cómo es posible que estén entrando y saliendo y van y vienen y sonríen y comen y duermen sin estar aterrados porque están cerquísima de la muerte, y yo pensaba con 20 años, si tuviera 60 años estaría metida debajo de la cama aullando de pánico. Tengo 71 y no estoy metida debajo de la cama aullando, por el momento, por lo menos”.
El peligro de estar cuerda estará disponible en Puerto Rico el 1 de junio. El Primer Congreso Internacional de Escritores se llevará a cabo del 5 al 7 de abril.