Rita Moreno: “Antes de nada, soy boricua”
La actriz fue honrada con una obra en gran formato de Éktor Rivera que perpetúa su vida y obra en el vestíbulo del Centro de Bellas Artes en Santurce.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Cada vez que la actriz Rita Moreno vive un momento importante en su carrera artística, su mente viaja a la niña que dejó su natal Humacao a la edad de cinco años. Ríe y llora con la misma inocencia, y esta mañana fue otro de esos momentos al verse inmortalizada en una obra de gran formato del artista Éktor Rivera, que ahora cubre una pared en el vestíbulo del Centro de Bellas Artes en Santurce.
Moreno, de 91 años, lloró hasta enmudecer una vez cayó el telón negro que cubría la pieza. Se soltó del brazo de su amigo, el dramaturgo y actor Lin-Manuel Miranda, y enseguida quiso tocarla, sentirla y reencontrarse con ella misma a través de los múltiples elementos contenidos en la obra, entre estos, 28 retratos de sus trabajos en el cine, el teatro y la televisión, que adornan la falda de intenso fucsia que le sirve de vestuario al retrato.
En la pintura de acrílico sobre canvas -comisionada por el productor Ender Vega conjuntamente con el dramaturgo y actor Lin-Manuel Miranda y que ahora queda como préstamo a Bellas Artes- se recoge la vida y trayectoria de la artista, desde el momento en que deja la Isla junto con parte de su familia para establecerse en la ciudad de Nueva York hasta el presente. Otros elementos que resaltan son el coquí, la torre del Empire State Building, inaugurado en el 1931, año de nacimiento de la actriz, algunos de los premios en su carrera y una foto familiar.
“La cosa loca para mí es que siempre, siempre, siempre, me siento como esa niña, eso nunca se desaparece. Cuando gané el Oscar lo viví como una niña, por eso no sabía qué decir esa noche, pero todavía cuando algo tan lindo y especial ocurre en mi vida, siempre pienso en esa niña, que no tenía la menor idea de lo que iba a pasar en la vida: Las cosas duras, las cosas tristes, los insultos... así que estoy muy emocionada y no hay palabras en este momento”, respondió a este diario en conferencia de prensa, aún con la emoción reflejada en la mirada.
Moreno recordó cómo la llamaba su madre, Rosinita o Monkey, antes de reiterar el orgullo que permanece en ella por ser fruto de esta tierra caribeña.
“Y eso nunca se desaparece, ese sentido de que antes de nada, soy boricua”, manifestó. Ese orgullo por ser boricua lo llevaba grabado en el suéter que vistió para el encuentro con la prensa local como parte de la dedicatoria que se le hace por la puesta en el escena del musical “West Side Story” (Arthur Laurents), a partir de mañana jueves, en la Sala de Festivales del mismo Bellas Artes.
La también cantante -talento que usó en varios momentos esta mañana para mimar a la patria-, asimismo, expuso su frustración ante la escasa representación puertorriqueña en la industria artística en Estados Unidos, y lo cuesta arriba que es lograr un espacio, sobre todo para las mujeres.
“Todavía nuestro país, nuestra gente, no está representada bien. Yo no sé por qué. Mira que me da rabia pensar que todavía tenemos que luchar tanto para una cosita pequeña, una película, lo que sea, un papel en alguna película, yo no entiendo por qué”, lamentó. “Gracias a Dios que hay un Lin-Manuel Miranda que representa con fuerza. Lin-Manuel, te debemos”, dijo mirándolo directamente. “Ahora tenemos a Amanda Serrano, ¡increíble! Entonces Bad Bunny en los Grammy el otro día, ¡increíble también! Pero siempre nosotros tenemos que luchar tanto, y por qué, es humillante”, puntualizó para más adelante reconocer que en el negocio del entretenimiento hay que ser fuerte y dulce a la vez. “Es muy difícil, especialmente para una mujer”.
Esta latina, integrante de la famosa lista de los EGOT (ganadores de los premios Emmy, Grammy, Oscar y Tony), regresó a la Isla para ser parte del estreno del musical que le mereció el premio Oscar en 1962 a la Mejor Actriz de Reparto. “Este es un momento muy importante para mí, esto va a ser algo serio”, expresó para revelar -ya con el humor que la define- que llevará una toalla a la función, “porque me voy a derretir de emoción”.
Moreno se mostró en el inicio de la conferencia de prensa con la chispa que se le observa a través de la pantalla y las redes sociales.
Advirtió de entrada que hablaría en “espanglish” (con e). Luego entendió que la mejor forma que podía expresar su alegría por esta experiencia era dedicándole una canción a Puerto Rico, y una vez Ender Vega comenzó a introducir a Éktor Rivera, soltó toda su picardía.
“Está bien guapito también”, fue su primer comentario de reacción. Inmediatamente miró a Rivera y continuó: “Está bueno amigo”. Cerró el momento estableciendo que, “ser viejita no quiere decir que no tengo sentidos sexuales”.
La familia Miranda compartió su gratitud por ser parte de este homenaje a esta pionera que abrió puertas para las comunidades latinas en Estados Unidos, no solo desde el arte, sino también como activista, según destacó el progenitor, Luis.
Lin-Manuel, por parte, confesó que todos estaban allí como fanáticos. La sorprendió al dejarle saber que, siendo un estudiante de sexto grado, interpretó a “Bernando”, personaje del musical, que representa a un migrante puertorriqueño, líder la ganga de los “Sharks”.
“Lo mejor ha sido ser tu amigo y poder textiarte a todas, tantas (horas) de la noche. Ser tu amigo es uno de mis grandes regalos en mi vida, así que es un honor poder honrarte”, destacó el creador de “Hamilton”.
Moreno permanecerá en la Isla hasta el viernes, cuando regresará a Los Ángeles para continuar un proceso de mudanza.
Acá quedará un nuevo elenco de otros talentos puertorriqueños, de aquí y de la diáspora en Estados Unidos, incluido el director Marcos Santana, que volverá a traer a escena una pieza de teatro musical, un género que cada vez toma más fuerza en las salas locales.