Probablemente eres una de las miles de personas que te has preguntado porqué un huevo se usa como símbolo de Domingo de Pascuas o de Resurrección que pone fin a la Semana Santa.

Pues resulta que no se podían consumir lácteos ni huevos durante la Cuaresma, por lo que preservaban algunos huevos hervidos y cubiertos en cera y los regalaban el Día de Pascua. Para que fueran más atractivos, los pintaban y, poco después, se remplazaron los huevos de gallina por los de chocolate, decorados con confituras.

También existen documentos históricos que indican que la primera referencia escrita a la entrega de huevos de Pascua aparece en alemán, y data del año 1407.

Se teoriza que esta costumbre llegó a Alemania de los pueblos eslavos de Europa del Este, aunque de esto último no existe evidencia escrita.

Esta hipótesis coincide con la tradición eslava de colorear y diseñar dibujos en los huevos. La costumbre también es común entre los miembros de la Iglesia ortodoxa siria, la Iglesia maronita siria y la Iglesia apostólica armenia, que cortaron los lazos con la Iglesia ortodoxa oriental en los siglos quinto y sexto.

Otra explicación difundida es que los huevos simbolizan la vida eterna y la fertilidad, y ese concepto iría a tono con el paso a la vida eterna dado por Jesús en la Pascua.

¿Y el conejo?

Esta tradición está atada a la época pero no responde al cristianismo, sino a la tradición anglosajona. La introdujeron a Estados Unidos los imigrantes alemanes y holandeses;  el mes de abril se asociaba con Ostern (Easter, en inglés), diosa de la fertilidad y representada por este animal.

¿Por qué se celebra la misma semana en distintas fechas?

La fecha de Semana Santa no se determina por el calendario gregoriano, sino por el lunar. En el año 325, el Concilio de Nicea I determinó que el día de Pascua sería el primer domingo después de la primera luna tras el equinocio de primavera.