Por segundo día consecutivo, miles de personas se congregaron el domingo por las principales avenidas de la zona de Santurce para disfrutar de la oferta cultural y de entretenimiento que ofreció La Campechada.

En un ambiente tranquilo, lleno de personas de todas las edades y con mucho deseo de pasarla bien, prácticamente todas las actividades que estaban en calendario se llevaron con normalidad, salvo algunas que tuvieron que atrasarse unos minutos por la llegada de una leve lluvia al mediodía.

Además de tener tarimas con música, baile y obras de teatro desde temprano al mediodía, hasta el gran cierre con El Gran Combo de Puerto Rico en la noche, los asistentes también tuvieron la oportunidad de adquirir piezas de un sinnúmero de artesanos y artistas plásticos de la Isla. La oferta incluyó un área de venta de libros, otra dedicada a las mascotas, así como una de comida y bebidas.

Organizado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), La Campechada de este año se le dedicó a la profesora y dramaturga nacida en Santurce, Victoria Espinosa, razón por la cual también se organizaron un sinnúmero de actividades que giraron alrededor del tema del teatro.

Desfile de vestuarios

Por ejemplo, en el teatro que lleva el nombre de la artista, al mediodía se llevó a cabo un desfile de vestuarios históricos de la colección del departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico, que fueron utilizados en obras donde Victoria Espinosa participó como directora o en alguna otra faceta.

“En el desfile integramos dos o tres piezas de cada una de las distintas colecciones que tenemos en la Universidad de Puerto Rico, buscando que esto sirviera para lo que es el diseño de vestuario que se ha creado en Puerto Rico en las pasadas décadas”, explicó Analdi Joel Morales Claudio, curador del desfile y gestor cultural. “En el teatro, la escenografía y las luces se desmontan, pero los vestuarios son permanentes y tenemos que preservar estas piezas, las cuales en su mayoría son piezas de arte, para que duren por varias generaciones”.

Durante dos días, el barrio sanjuanero acogió a miles de personas que llegaron para disfrutar de expresiones artísticas, teatro, actos musicales y de su oferta artesanal, literaria y gastronómica

Para aquellos que estudiaron drama en la UPR, sobre todo en la época en que Espinosa enseñó, ver estos vestuarios resultó algo especial.

“Esta exposición es sumamente importante, particularmente para los que somos egresados de la Universidad de Puerto Rico y nuestra formación es a nivel teatral, porque son piezas con las que tuvimos contacto en algún momento sobre todo al hablar del teatro del Siglo de Oro. Es algo muy emocionante y bonito”, destacó Aixa Ruiz Ellis, especialista de asuntos culturales para el Programa de Artes Escénicas Musicales del ICP.

Área para la familia

En el Parque Urbano de Ciudadela se encontraron varias carpas dedicadas a las familias, sobre todo para aquellos con hijos pequeños, donde encontraron varias estaciones especiales para entretenerse. Por ejemplo, hubo una carpa dedicada a la escritura creativa, donde los participantes de todas las edades podían crear un cuento. Igualmente hubo otra carpa donde estaba la organización Ciudad Museo, de Añasco, creó un gran mural utilizando pequeños canvas que fueron pintando personas de todas las edades. Cada canvas tenía trazada unas líneas y unos números, de manera que se le hiciera fácil pintar a las participantes.

“Este es nuestro segundo año consecutivo participando de la festividad de La Campechada. Estamos llevando a cabo este taller que surgió como una iniciativa de Ciudad Museo y es un concepto que hemos estado adaptando durante este último año”, mencionó Christopher Nomar Pellot, director ejecutivo y fundador del colectivo Ciudad Museo.

“Al final va a quedar una pieza que está formada por el retrato de Victoria Espinosa, que tiene su cabello adornado de flores y de fondo la Torre de la UPR, que fue una de las instituciones más importantes para ella y donde dedicó muchos años de su vida. Esto ha sido un proceso bien chévere, porque tanto los padres como los niños, que tal vez no conocían de ella, han aprendido muchos detalles de su vida a través de esta dinámica”.

En la misma área, varios arqueólogos del ICP le mostraban a los más pequeños cómo se hace una excavación para buscar restos antiguos, mientras que personal del Museo de Arte de Ponce ayudaban a los niños a crear un títere de varilla en el que se entregó a los participantes una varilla de madera con una cabeza en la punta, que se podía decorar con ojos, pelos y ropa.

“Este taller es un homenaje hacia la figura de Victoria Espinosa y su trayectoria en las artes escénicas y llevar la experiencia a los niños. El Museo de Arte de Ponce ha estado presente en casi todas las Campechadas y lo hacemos como parte de nuestro compromiso con la comunidad”, mencionó Sofía Cánepa, jefa del Departamento de Programas Educativos y Empoderamiento de las Comunidades del Museo.

Mercado de música, teatro y danza

Localizado en la Sala Sinfónica Pablo Casals, del Centro de Bellas Artes, se llevó el El Cue: Mercado de música, teatro y danza, donde dieron charlas, talleres y paneles buscando educar a los interesados en el mundo artístico.

De la misma manera, durante todo el día también se llevaron a cabo varias conferencias académicas en el Teatro Shorty Castro, que tenían una temática más histórica relacionada a la zona de Santurce.

Eventos artísticos

Durante todo el día, las tarimas localizadas en distintos puntos entre la avenida José de Diego y la Juan Ponce de León acogieron interesantes actos musicales y teatrales. Por ejemplo, la tarima frente al Cobian’s Plaza acogió las presentaciones de Aidita Encarnación y Los Karnations, Cultura Pesá, Atabal y Los Pleneros de la 23. En el caso de la tarima localizada en el cruce entre la Ponce de León y la De Diego hubo actos variados como el Grupo Candela, Decimanía y Guateque, entre otros.

Por otro lado, en la tarima frente al Museo de Arte de Puerto Rico pasaron artistas o agrupaciones como Chamir Bonano, Victoria Sanabria, La Máquina Insular y El Gran Combo, quienes se encargaron de ponerle cierre al gran evento.