Los boricuas brillan en la alfombra azul del estreno de la obra “West Side Story”
Artistas llegan al Centro de Bellas Artes de Santurce para disfrutar la producción de Ender Vega, de BAS Entertainment.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La espera para el estreno del laureado musical “West Side Story” en Puerto Rico, terminó.
Una alfombra azul que cubrió parte de la escalera principal del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, en Santurce, y cerca de una decena de focos que iluminaron el icónico recinto de la misma tonalidad, marcaron la primera de seis funciones donde se expondrá la pieza inspirada en el libro del director de teatro y guionista estadounidense Arthur Laurents.
Pasadas las 6:00 p.m. comenzó el desfile de artistas, invitados especiales y auspiciadores que se dieron cita para disfrutar la producción de Ender Vega, de BAS Entertainment. Con este musical, el productor suma su tercera obra maestra de Broadway sobre un escenario boricua.
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La alfombra azul se inauguró por todo lo alto con la presencia del actor y dramaturgo Lin-Manuel Miranda; sus padres, Luis Miranda, Jr. y Luz Towns-Miranda; y la renombrada actriz y cantante puertorriqueña Rita Moreno.
Precisamente, el musical “West Side Story” en Puerto Rico también será un homenaje a la excepcional trayectoria de Moreno, quien es reconocida por el Libro Guinness de los récords como la primera artista latina que ha logrado copar los cuatro premios principales de la industria norteamericana del espectáculo (Oscar, Tony, Grammy y Emmy). Precisamente, la humacaeña ganó el premio Oscar en el 1961 por su interpretación de “Anita” en la primera adaptación cinematográfica del drama romántico. De igual manera, apareció en la película de Steven Spielberg en el 2021 donde también fungió como productora ejecutiva.
“Ay, qué lindos, gracias”, expresó la intérprete mientras se aferraba a los brazos de Lin-Manuel. Luego pasó a saludar a un grupo de amigas que desde lo lejos le expresaban su cariño y admiración. “Viste, me puse las lentejuelas para ti”, bromeó la exreina de belleza y actriz Ivonne Coll, quien eventualmente posó para la prensa.
Visiblemente emocionado, el productor de la puesta en escena arribó en el primer recinto artístico de la isla junto a su esposa e hijos. A la familia se unió el maestro Ángel “Cucco” Peña, director musical de la obra, y su esposa Dora Díaz.
Asimismo, el pintor, cantante y actor Ektor Rivera llegó hasta el edificio santurcino para “apoyar” a sus colegas. Una vez completó el tramo, viró para escoltar a su prima Maria Isabel Ortiz, a quien describió como “estrella preciosa de Puerto Rico”.
Los presentadores del programa “Día a día” de Telemundo, Raymond Arrieta y Dagmar Rivera también dijeron presente en el estreno del musical “West Side Story”, protagonizado por Ana Isabelle, quien le dará vida a “Anita”; Amanda Rivera, que interpretará a “María”; Kedward Avilés, encargado de caracterizar a Tony y Sebastián Sierra, como “Bernardo”.
Arrieta estableció que llegó para “apoya a sus compañeros y al talento local”. Rivera, por su parte, no dejó de agradecer a los presentes mientras daba vueltas para que el viento jugara con su vestido, un diseño de Luis Antonio.
La directora de Producción de Wapa Televisión, Sonia Valentín; la modelo y Miss Mundo 1975, Wilnelia Merced, el actor Edward Trucco, integrante del elenco de la serie de Telemundo “La reina del sur”; así como un grupo de ejecutivos de Walmart continuaron el desfile que se extendió hasta las 7:00 p.m.
Yaiza Figueroa, asistente de dirección del musical en Puerto Rico y recipiente del “Best Performer in a Play” (profesional) del Broadway World Regional salió para saludar a los presentes desde la alfombra azul, mientras comenzaba a formarse la fila para entrar al recinto. El coreógrafo Marcos Santana, quien estará al mando de la dirección escénica, hizo lo propio antes de que se encendieran las luces en la Sala de Festivales Antonio Paoli.
El broche de oro lo pusieron las actrices y cantantes Deddie y Didi Romero. Madre e hija, vestidas de blanco, no perdieron ni un segundo para hacer reír a los presentes con sus ocurrencias. También, como es de costumbre, ambas se dieron la oportunidad de brillar por separado a la vez que derrochaban complicidad y admiración.