Johanna Rosaly pide acción con la Ley de Descuentos
La experimentada actriz consideró “muy valiente” la petición de una donación al final de la función.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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La actriz Johanna Rosaly describió como “un grito de dolor y desesperación” la petición de donaciones del productor Aníbal Rubio, por los descuentos concedidos a personas de edad avanzada en la función del pasado domingo de la pieza “Conversaciones con mamá”.
Cuando culminó la puesta en escena, protagonizada por Gladys Rodríguez y Braulio Castillo, Rubio solicitó las donaciones para completar el pago de la nómina de la producción.
El productor confirmó a Primera Hora que las pérdidas ascendieron a $5,337, por 96 boletos gratis y 113 a mitad del precio. La obra se llevó a cabo en el Centro de Bellas Artes de San Juan.
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“Me pareció un acto muy valiente y honesto, además de que me parece que es sumamente dramático, como corresponde a la gente que estamos en el teatro. Es un grito de dolor y de desesperación. Creo que ya es hora de que la Legislatura haga caso de lo que está pasando. Ya el público se abochorna porque no se puede ganar indulgencias con camándulas ajenas”, reaccionó la experimentada intérprete.
“El Gobierno, que somos nosotros, los ciudadanos que pagamos impuestos, somos el Gobierno… El Gobierno no puede llevarse honra de ser noble y generoso con nosotros los envejecientes, porque yo cualifico, a costa del bolsillo del empresario. No puede ser. Si alguien quiere llevarse ese mérito que le dé el descuento él”, añadió.
En 1985 se creó la Ley 108 que concede descuentos a la población de edad avanzada en eventos que se realicen en las salas públicas.
Este estatuto les otorga a personas, entre las edades de 60 a 74 años, un descuento de 50 por ciento del costo del boleto y quienes tienen 75 años o más pueden conseguirlo gratis. No obstante, este grupo tiene que pagar los cargos por servicio y el IVU.
Productores del país se han expresado sobre las pérdidas económicas que han enfrentado cuando llevan a cabo sus montajes, porque no se establece un número de boletos para esta comunidad y no se cuenta con un mecanismo para que el boleto de un espectáculo no coincida con el día y la hora de otro evento.
A esta cantidad ilimitada de boletos con descuento se suma otro grupo de entradas que se separan para la administración y las juntas de directores de los centros de bellas artes.
Desde hace días, los legisladores analizan un paquete de medidas para limitar esos beneficios para que los productores puedan sobrellevar la carga económica que les representan los descuentos. Entre las recomendaciones se estableció que solo un 10 por ciento de la capacidad del recinto se reserve para los descuentos o boletos gratis.
Sin embargo, para Rosaly, lo ideal es la eliminación del beneficio para las personas mayores de edad. “Lo ideal es que lo eliminen, pero nadie le quiere poner el cascabel al gato”, comentó quien dijo que anteriormente compañías, como Teatro del 60, han solicitado donaciones al final de la función, aunque en este caso era para adquirir un edificio, lo que quedó en “sal y agua”.