Isel Rodríguez todavía recuerda el charco de agua que tuvo que esquivar en el camerino de Taller Cé, en Río Piedras, en uno de los primeros ensayos que participó de Teatro Breve.

Fue el mismo día  que preguntó por el vestuario y le dijeron que usara algo de su clóset.

En esos días ensayaban por la tarde y por la noche subían a escena. Los libretos los escribían contra el reloj y cada semana había nuevos personajes y nuevos sketches de comedia que construir.

Desde el inicio fue un taller que le permitió exhibirse como actriz en toda su expresión. Lo académico lo había conquistado con un bachillerato y maestría en Educación en Teatro, y un doctorado en Teatro y Performance de las Américas. La práctica la encontró en el colectivo de comedia que este sábado debuta en el Coliseo de Puerto Rico con una pieza musical completamente nueva.

“Ha sido un bálsamo del cielo”, dijo de los pasados seis años intercambiando roles con Mikephillippe Oliveros, Luis Gonzaga, Juan Pablo Díaz, Lucienne Hernández, Marisé “Tata” Álvarez y Lourdes Quiñones. 

“Como actriz, en cualquier país, Estados Unidos, en Puerto Rico o en Europa, estar en grupo de teatro que tiene un taller fijo, un taller continuo, donde estás trabajando todo el tiempo, haciendo cosas nuevas, inventando personajes, participando en el proceso creativo, porque no es que estamos montando obras de otra gente, sino que estamos escribiendo el material, pensando en qué vamos a contar, qué vamos a decir, en hacer reír a la gente, eso es un sueño”.

Hay también algo de suerte siempre, en su opinión, y quizás la de ella fue haber coincidido con muchos de sus compañeros de Teatro Breve en su formación universitaria. Tenían las mismas ganas.

Natural de Carolina y madre de dos adolescentes, Rodríguez no se pensó exclusivamente en la comedia. “Yo soy actriz, hago de todo, pero estando en este grupo es un training full, tienes que tener una malicia de comedia”.

Desde la comicidad, ella y sus colegas han sabido contar historias que van contra el machismo, contra el clasismo social, contra la corrupción política, siempre desde la perspectiva de situaciones cotidianas, muchas veces personales, y esa cercanía con lo que llevan al escenario es clave en el éxito del grupo. 

“El teatro siempre educa”, afirmó. “Hay veces que el teatro, y lo que vas a mostrar, habla de lo que tú tienes y de lo que tú eres. Si tú eres el que lo estás escribiendo y el que lo estás ideando, ese es el mensaje que va a haber ahí, aunque lo planifiques o no, y siempre es político aunque trates de no serlo, porque somos seres políticos. Existimos dentro de una sociedad y eso se va a ver y va a relucir en el trabajo”.

“Mientras Teatro Breve siga, quiero seguir ahí, y quiero sentir que soy parte de su crecimiento. Nosotros tenemos gente está trabajando como invitados ahora, que los admiramos un montón, comediantes puertorriqueños que para nosotros son unos ídolos, unos modelos a seguir, que han continuado trabajando no importa qué haya pasado con los proyectos colectivos que hayan tenido, y siento que nosotros vamos a seguir colaborando juntos y aparte. Y todos  hemos trabajado  en otros proyectos, y yo no descarto eso. Y todos siempre queremos trabajar otras cosas fuera porque eso enriquece a uno como artista y como individuo, y colaborar con otra gente es importante. Pero me encanta lo que hacemos, mientras lo podamos hacer. Creo que todos nosotros estamos de acuerdo en que mientras podamos seguir, vamos a seguir”.

Todo un riesgo

Lo que ocurrirá este sábado en el Coliseo de Puerto Rico será tan novedoso para sus protagonistas como para el público. Realmente para los actores es un riesgo, porque se enfrentan a un espacio, a un texto, a unos personajes completamente  nuevos. Es realmente un musical, con arreglos de Juan Pablo Díaz, que los ha tenido tomando talleres de baile y canto, además de los ensayos ordinarios. Sume a eso que habrá animales vivos en escena.

“Yo me siento emocionada. Es una mezcla de emoción, preocupación, euforia total y no sé si lo queramos repetir”, compartió Rodríguez riendo a carcajadas. “Creo que ha sido un reto imaginarnos cómo se va a ver lo que nosotros siempre hemos hecho en un espacio pequeño y relativamente íntimo, a hacer un proyecto de comedia a una distancia mayor, a un público mayor”.