Idalia Pérez Garay vuelve con sus “querendonas” en “Flor de presidio”
La primera actriz se une a Linnette Torres, Wanda Sais, Yamaris Latorre y Cristina Sesto para revivir la obra de Juan González Bonilla tras 36 años fuera de los escenarios.
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“Esto es como un club, una reunión de clase”, así se expresó Idalia Pérez Garay, quien vuelve con mucho entusiasmo a las tablas puertorriqueñas para presentar la tercera reposición de “Flor de presidio”, una de las obras más emblemáticas del dramaturgo Juan González Bonilla.
Del 4 al 6 de abril, la primera actriz se une en el Centro de Bellas Artes de Santurce a sus exalumnas del Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, Linnette Torres, Wanda Sais, Yamaris Latorre y Cristina Sesto, todas quienes se dirigieron a la santurcina como “la profe”.
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“Flor de presidio” inmortaliza la historia de una madre y esposa que termina encarcelada por asesinar a su marido tras sobrevivir años de violencia doméstica. En prisión conoce otras reclusas que se unen en complicidad para alcanzar su libertad. La obra, que en pasadas puestas contó con los talentos de Johanna Rosaly, Flor Núñez, Ángela Meyer, Carmen Belén Richardson, Sharon Riley y Alba Nydia Díaz, llevaba 36 años sin subir a escena.
“El público no sabe lo mucho que tiene que estudiar un actor, no es solo buscar la información de lo que es la cárcel, de lo que significa ser confinada, de lo que representa ser una mujer confinada en una sociedad injusta, especialmente con ellas mismas, porque es la sociedad misma quien crea las condiciones para que las mujeres caigan en esos escenarios, ya sean crímenes, ya sea delincuencia, porque son pobres, porque no tienen otra salida, y nosotras como actrices responsables que somos, todas estamos comprometidas con este texto y lo hacemos de corazón, y esperemos que el público pueda llevarse una idea, aunque sea global, de lo que es vivir eso”, sostuvo Pérez Garay, anhelando que más allá de disfrutar el humor irónico de la pieza que cuenta también con los talentos de Marilyn Pupo y Aida Encarnación, ésta transporte a la audiencia a la reflexión y, mejor aún, a la acción afirmativa.
La otrora educadora manifestó su entusiasmo de reunirse no solo con las colegas que llegó a conocer desde los escenarios y los salones de clase, sino también por contar con la ayuda del productor Edwin Ocasio y la dirección de Miguel Vando, también sus exalumnos, quienes le sacarán provecho a la pieza que debutó en sala en 1984 con sus historias impactantes, su sentido de humor en medio de la adversidad, así como la chispa de esperanza que deja con su desenlace.
“Lo que a mí me caracteriza como profesora es que yo me he mantenido trabajando, sigo trabajando hasta el día de hoy, trabajando con todos mis exalumnos que hoy día son mis colegas, son mis amigas, mis querendonas, ¿entiendes? Y nos tratamos al mismo nivel y me encanta eso, donde no estoy con el ‘ah, yo soy la maestra’. Cometo errores en la actuación, hay momentos donde tengo lapsos mentales ensayando, se nos olvidan cosas, pero nosotros nos reímos de todo eso, nos apoyamos mutuamente”, dijo quien asegura que pese al tiempo, todavía tiene grabado en su mente como si fuera un video en su teléfono celular sucesos como Sesto reviviendo la pieza “Miss Julie” para uno de sus cursos o Torres arrasando con su trabajo para la obra “Tres Lirios Cala” de Abniel Marat o la interpretación de Latorre en “Sueños de una noche de verano” cuando todavía era alumna universitaria.
“Estamos viviendo una etapa muy enriquecedora, espiritual, social y profesionalmente con esta producción”, indicó.
Sesto, por su lado, catalogó como un privilegio integrarse a la producción de Edwin Ocasio, algo que le permitió reencontrarse con artistas que conoce desde su introducción al teatro en la escuela superior, las amistades que conoció a través de su hermana, la también actriz Olga Sesto, y su desarrollo profesional desde la “iupi” hasta las tablas nacionales.
“Entre la experiencia de ver a las compañeras mientras crecía, estudiar en el Departamento de Drama que me enriqueció y luego encontrarme en el campo profesional, es un crecimiento que no para, es una madurez que continúa, y son capas y capas y capas, y ahora encontrarme con este grupo que ha sido tan admirado y que me enseñaron la disciplina del camino, así como la gracia, la risa, el amor. Aquí somos mujeres que nos amamos, nos respetamos, somos familia”, resaltó.
Torres, por su lado, enfatizo que uno de los elementos claves de esta pieza es contar con distintas generaciones de actrices para llevar un mensaje contundente desde las tablas.
“Todo esto aquí es un junte generacional y todo gracias a la ayuda de Producciones Contraparte. También es increíble pensar que esta obra se mantiene en el periodo original, la década de los 80, pero la historia continúa siendo vigente”, expresó la también presentadora de “Un buen día” (WIPR).
Latorre, entretanto, dijo sentirse afortunada de volver a trabajar con un texto de González Bonilla y disfrutar con su sarcasmo e ironía, y revivir su faena como actriz desde uno de los recintos más importantes del teatro boricua.
“Estamos bien contentos porque el equipo tiene una armonía bien chévere, hay mucha química entre nosotras”, sostuvo la también locutora, quien manifestó lo afortunada que se sintió de reunirse una vez más con quien fue su maestra, asegurando que su último encuentro se dio cuando trabajaron en la adaptación de “Cartas a casa” de Sylvia Plath.
“Reencontranos ahora, desde otra perspectiva, con años de experiencia, ella ya jubilada de la Universidad, hace que la dinámica sea distinta, nos sentimos más como amigas, algo para lo que en aquel entonces había una distancia porque era la profesora, y la sigue habiendo, porque hay un respeto, pero siento que aparte de ser la profesora eterna mía ahora es colega. Estoy bien agradecida de trabajar con ella”, agregó.
Igualmente, en cuanto a “Flor de presidio”, Latorre asegura que la misma lleva una gran lección que obligará a muchos a ponerse en los zapatos del otro.
“Si no cumples con la ley pues hay unas consecuencias para todo, pero no somos etiquetas que caminan, hay historias detrás y tenemos que buscar e ir más allá, eso es lo más lindo de este trabajo. Y espero que la gente lo reciba así”, indicó.
Sais a su vez indicó conocer de la labor de González Bonilla desde que trabajó como ujier en el Teatro Tapia, donde vio de primera vista que algunas de las producciones más taquilleras eran las del también santurcino bajo su compañía Producciones Candilejas, por lo que ahora se siente agradecida de darle vida a uno de sus trabajos.
“Él es historia en el teatro puertorriqueño, tanto como dramaturgo y productor. Y aunque ya había trabajado con él, soy primeriza en esta pieza, no había tenido la oportunidad de formar parte de este gran proyecto, así que estoy agradecida”, destacó.
La también animadora de “Pa’ ganar y reir” (TeleOnce) reiteró la relación entre el “elencazo”, lo que ha ayudado a potenciar la presentación.
“Nos llevamos tan bien, nosotras somos cómplices en escena, solemos decir que nos tenemos y, realmente, nos tenemos”, sostuvo, al tiempo que enfatizó que la trama de la presentación, aun cuando viaja al tiempo, continúa “relevante y pertinente todavía en el 2025”.
“Esto te hará pensar en reconocer qué llevó allí (a las mujeres de la trama), qué vivieron, por qué están allí, cuál era su entorno, y todos tenemos una historia, cada una hay que respetarlas como los seres humanos que somos”, apuntaló.
Los boletos para “Flor de presidio” se encuentran disponibles en Ticketera y Ticket Center.