El autor superventas de la literatura de terror británica James Herbert falleció hoy en su casa de Sussex (este de Inglaterra) de forma tranquila mientras dormía, según ha informado su editorial en un comunicado.

Sus cifras, con 23 novelas publicadas en 34 idiomas -incluyendo el ruso y el chino- que han alcanzado las 54 millones de copias vendidas en todo el mundo, le acreditan como una figura destacada del género de terror, solo superado por el estadounidense Stephen King.

Nacido en Londres el 8 de abril de 1943 en el seno de una familia obrera, Herbert no mostró desde su infancia predilección por la palabra escrita: en su juventud fue cantante en un grupo de rock y llegó a ser director de arte de una agencia de publicidad.

Pero en 1975 decidió dar un giro de 180 grados y convertirse en escritor; a los 28 años comienza su primera novela, "La invasión de las ratas", que terminó convirtiéndose en una trilogía -la completan "El cubil" (1981) y "Demonios" (1993)- considerada un clásico del género.

La temática del libro, centrado en unas ratas gigantes mutantes que invaden Londres y devoran a sus habitantes, supuso un primer aviso de la oscura imaginación que Herbert podía desplegar sin descuidar los retratos psicológicos de sus personajes.

La experiencia fue difícil de vender y su manuscrito pasó por seis editoriales antes de ser publicado y convertirse en un éxito de ventas con 100,000 copias distribuidas en tres semanas.

Apenas un año más tarde le siguió "La niebla", donde otra mutación distinta vuelve a causar estragos, esta vez en un pequeño pueblo inglés.

Mientras la bibliografía de Herbert crecía con "El superviviente" (1976), "La casa de campo mágica" (1986), "Sepulcro" (1987) o "La oscuridad" (1993), también aumentó su popularidad hasta convertirse en uno de los novelistas más populares del Reino Unido, donde fue el rey del género de terror.

Su estilo característico se apoyaba en las explosiones de violencia de personajes siempre afectados por un elemento terrorífico que los llevaba a cometer crímenes atroces de la forma más impactante posible para el lector, algo que con el tiempo también dio paso a historias sobrenaturales de fantasmas.

Su periodo más prolífico comprendió entre 1974 y 1988, años en los que prácticamente publicó un libro cada doce meses mientras seguía sorprendido de su éxito, según confesó Herbert en el libro de entrevistas a escritores del género "Las caras del terror".

"No entiendo por qué tengo tanto éxito, pero mientras me mantenga así, lo mejor está por llegar, porque eso es lo que me mantiene despierto; esforzándome, si lo prefieres", afirmó entonces el novelista.

Cuatro de sus obras dieron el salto al cine y otras dos fueron convertidas en radio novela: la última de ellas, "Entre los muros de Crickley Hall", fue emitida por la BBC el pasado diciembre.

Entre sus reconocimientos destaca la OBE (Orden del Imperio Británico) recibida de manos de la reina Isabel II de Inglaterra en 2010 y el premio de Gran Maestro del Género del Terror concedido el mismo año en la conferencia anual de este género literario, celebrada ese año en la ciudad inglesa de Brighton.