La escenografía es un elemento esencial dentro de cualquier pieza de teatro, cine o televisión. Permite ubicar al espectador y enriquece la acción. Pero en muchos casos no pasa de ser un valor visual dentro de una producción.

En “La obra donde todo sale mal”, escrita por Henry Lewis, Jonathan Sayer y Henry Shields, la escenografía es tan protagonista como el elenco, tan así que los actores y actrices tienen que aprenderse cada línea de su personaje, así como cada paso que dan en escena, porque en cualquier momento algún elemento decorativo, mueble, equipo u otro, se puede caer o descomponer.

La descripción suena mucho más simple de lo que resulta ser, según ya lo están experimentando cuatro de los actores que son parte de la primera representación de esta pieza en un teatro local. René Monclova, Jorge Castro, Danilo Beauchamp y Francis Rosas aceptaron la propuesta del productor Raymond Gerena (Casa Productora), quien, a su vez, está cumpliendo un anhelo al conseguir los derechos para presentarla en la Isla.

En la obra, galardonada con el premio Olivier a la Mejor Comedia en el 2015, este grupo de actores junto con Carlos Vega, el mismo Gerena, Wanda Sais y Mónica Pastrana, componen una compañía de teatro “amateur” y están, precisamente, trabajando en una obra en la que ocurre un asesinato y se busca quién lo ejecutó. Localmente dirige Ismanuel Rodríguez y es una traducción de Johanna Rosaly.

“La obra es una muy complicada, porque el personaje principal de la obra es la escenografía. Nosotros todos interpretamos una compañía de actuación semiprofesional que no es ni (categoría) B, yo creo que C, o sea, que somos bien malos actores, pero no hay dinero para producir y la escenografía se va descomponiendo en escena, poniendo en riesgo la vida de los actores de la compañía, y por ende a nosotros también”, adelantó Jorge Castro, el director dentro de la obra que se está realizando en escena.

Lo complejo de este trabajo artístico es que requiere de unos altos niveles de ensayo, coordinación y concentración propios del “más complicado musical” o de un “acto de circo”, según describen Castro y Monclova. “Todo es una coreografía, tienes que estás parado donde corresponde, no puedes estar parado un pie distinto, porque puedes tener un accidente”, sostuvo Castro. En síntesis, no hay espacio para improvisar, porque las consecuencias pueden ser irreparables.

La obra dentro de la obra es una trama de Agatha Christie, de un asesinato en una mansión y quién es el asesino. Yo soy el muerto, pero cuando me van a recoger, por ejemplo, se rompe el cabestrillo donde me llevan, la camilla, y tengo que salir arrastrándome, como una momia, porque no puedo estar ahí”

-René Monclova, sobre su personaje en esta pieza de teatro

El trabajo físico que les requiere este trabajo ya tiene a Francis Rosas pensando en el “masajito” que les debe ofrecer la producción, que también incluye a Producciones Tamima y Lab A, “porque hay que cargar par de cositas pesaditas en escena, hay que moverse rápido, hay que brincar, hay que dar volteretas...”. Rosas representa a un actor exagerado, dramático, que se emociona con la presencia del público y rompe la llamada cuarta pared para saludar, saliéndose por completo del texto que debe seguir.

Danilo Beauchamp, en cambio, es uno de los actores con mejor preparación dentro de la compañía representada, y por ello sufre tanto como el director al observar que sus colegas no están a su mismo nivel.

Este cuarteto había trabajado anteriormente en televisión (Club Sunshine) y en teatro (Las sabrosas del Caribe), sin embargo, cada nueva experiencia les presenta un intercambio de conocimiento y risas que todos agradecen. “Yo no me había reído en una lectura de una obra tanto en tanto tiempo como en ésta; estábamos que se nos salían las lágrimas riéndonos”, comentó Castro.

“La obra donde todo sale mal” subirá a escena desde el 10 de marzo en el Centro de Bellas Artes de Caguas y el 25 de marzo en la Sala René Marqués, en el Centro de Bellas Artes en Santurce.

Reflexionan sobre la escena teatral

Esta obra es parte de una agenda teatral amplísima en las salas locales, con ofertas de comedia liviana/vodevil, musicales y dramas clásicos. Es un buen momento que tanto Jorge Castro como René Monclova, dos de los actores de mayor actividad artística en el País, reconocen y celebran hasta cierto punto.

Monclova, particularmente, no cree que haya un “boom” o un resurgimiento en el teatro, según se le planteó; más bien cree que puede ser algo artificial, producto de las ayudas económicas que siguieron a la pandemia y reactivaron la producción, “pero muchas de esas experiencias que estaban pautadas para dos semanas, se hicieron dos funciones, una...”.

A Castro, por su parte, le entusiasma saber que dentro de la diversidad de piezas en los teatros se estén incluyendo “obras tradicionales”, como pueden ser “La obra donde todo sale mal” y “La sagrada familia”, en las que participa.

“Se había dejado de hacer un poco estas obras tradicionales, obras que se están presentando en las grandes ciudades de todo el mundo, y que se esté haciendo eso de nuevo a mí me parece encomiable, porque para ser sincero es un teatro que tenía miedo que estábamos perdiendo”.

Una valoración en la que ambos artistas coinciden es sobre el crecimiento del teatro musical, especialmente entre los talentos jóvenes. “La gente joven se está preparando para ese tipo de teatro. Tenemos toda una generación de jóvenes que bailan, cantan, ‘West Side Story’ lo montaron en tres semanas; están bregando con gente realmente preparada para el teatro musical”, destacó Monclova.

El público que está yendo al teatro está más acostumbrado al espectáculo, a la comedia liviana, y en todos los países del mundo hay ese tipo de teatro, existe el vodevil, pero está complementado con otras ofertas teatrales. Aquí estamos un poco amarrados a hacer cosas que sabes que van a funcionar, porque tienes una figura de radio o algo así”

-René Monclova, actor