Para el maestro artesano Isaac Laboy Moctezuma, el monumento al cacique Mabodamaca en Isabela, “es un símbolo de lo que somos; somos y mucha gente lo niega, lo rechaza, lo esconde, lo mete debajo de la alfombra, lo barre para el ladito, pero no lo puede negar”.

Eso precisamente era lo que el escultor quebradillano de 69 años pretendía plasmar en la obra, tallada bajo consignación del municipio de Isabela hace más de dos décadas, en una ladera de la avenida Noel Estrada, colindante con la Carr. PR-2 de ese municipio.

“La obra es iconográfica. La obra es idiosincrática. O sea, la gente me dice ‘yo tengo ese indio en mi corazón, en mi mente’. Eso es lo que se quiere”, explicó el veterano tallador.

Laboy, quien viene de ganar el prestigioso certamen de talla del Museo Ward de la Universidad de Salisbury en Maryland, en el 2021, narró que son muchos los que al conocer que fue él quien talló la enorme esfinge del único cacique que no fue capturado por los colonos españoles, le porfían su autoría.

Monumento hecho por Isaac Laboy en honor a sus padres.
Monumento hecho por Isaac Laboy en honor a sus padres. (XAVIER GARCIA)

“Yo he visto historiadores que discuten que eso es de los taínos. Es que cuando se hizo originalmente se quería eso. Primero el estilo, rústico, a lo taíno. No se podía hacer un ojo como se hace ahora”, relató.

Aunque la cara del indio en Isabela es probablemente la muestra más conocida de su trabajo, con una larga trayectoria como artesano que, según Laboy Moctezuma, se inició cuando apenas era un niño, sus obras le han dado la vuelta al mundo. Los trabajos han llegado a ubicarse en lugares importantes como la colección Juan Pablo II del Vaticano, en la que figura la pieza “El Bautismo de Jesús”, tallada en madera de aproximadamente dos pies de alto y que recoge el encuentro entre el Mesías y su primo, Juan El Bautista. La pieza, según Laboy, le fue consignada por una delegación de puertorriqueños que se la obsequió al Papa en ocasión de la exaltación de Carlos Manuel Rodríguez como el primer beato puertorriqueño.

El tallador también cuenta entre sus obras con la colección “La Dulce Espera”. Se trata de una xiloteca de sobre 100 piezas de maderas preciosas de todo el mundo, que tienen como tema central a la Virgen María embarazada. La colección -cada pieza de una madera distinta sin pintar y que pretende resaltar las propiedades de esa madera en particular- se encuentra en el estado de Florida, donde fue llevada para formar parte de una exhibición que fue postergada debido a la pandemia, pero que se espera sea pautada próximamente.

El quehacer artesanal de Laboy Moctezuma comenzó temprano en su vida, de la mano de su abuelo Pablo Moctezuma, quien se dedicaba a la confección de cordeles utilizando bejucos del árbol de emajagua. De ahí comenzó a desarrollarse en el arte de la cordelería y no tardó mucho en diversificar su trabajo confeccionando canastas, sombreros y correas (cestería).

Continuó experimentando con otros materiales como la higüera, bambú y el coco, hasta que llegó el momento en que se inició como aserrador de madera, lo que lo llevó eventualmente a la talla. Recordó que tras la madera, probó con el mármol y por ahí continuó.

En total, el artista domina 11 disciplinas artesanales. El maestro artesano ofrece cursos de talla en la Universidad del Turabo en Caguas y talleres de artesanía libre de costo.

Para información adicional, puede llamar al 787-895-8205.