Colorear no es solo cosa de niños
Ahora se están viendo cada vez más adultos con su librito, su caja de crayolas y una expresión de tranquilidad en la cara.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
PUBLICIDAD
Pocos pasatiempos atraen y estimulan tanto a los niños como pintar con crayolas o acuarelas, permitiéndoles desarrollar destrezas motoras finas y avivar su imaginación, además de matar el ocio de maneras más productivas que pegarse por horas a una tableta o a la televisión.
A menos que tengan inclinaciones artísticas, muchas personas dejan atrás ese aspecto de su niñez a favor de otras distracciones y entretenimientos, pero ahora se están viendo cada vez más adultos con su librito, su caja de crayolas y una expresión de tranquilidad en la cara, a veces con la puntita de la lengua afuera cuando están rellenando un pedazo particularmente complicado.
Relacionadas
Ya no son las escenas de caballitos o la granja, o los gatitos con lazos: son cuadros increíblemente detallados, complejos y hermosos que, poco a poco, van ganando terreno al tedio del día y a la avalancha de electrónicos y abriendo espacio a la autocontemplación y la imaginación.
La clave de estos productos parece ser la relajación, y por eso miles de personas se han unido al “trend” que arrancó en 2013 pero este año se ha vuelto viral. Tiendas virtuales como Amazon cuentan con cientos de opciones y las ventas se han disparado alrededor de tomos titulados “Color Me Happy”, “Color Me Calm”, “Animal Kingdom” o “The Secret Garden”, por mencionar algunos.
Algunos de los temas que se pueden conseguir son:
- Mandalas
- Anatomía humana
- Patrones relajantes
- Caricaturas
- Motivos naturales
- Motivos animales
- Fantasía
- Patrones abstractos
Si tus recuerdos de infancia coloreando envuelven el uso de la misma crayola en toda la página o salirte de las líneas (lo cual está perfectamente bien; lo importante es divertirse) para que le saques el máximo a la experiencia sigue estos consejos de la revista Parade:
1. Buenas crayolas: Ahora que tienes los recursos (y no dependes de que te las compren), invierte en una buena caja de crayolas, que te permitirán trabajar luces y sombras.
2. No rellenes demasiado: empieza por colorear suavemente y luego puedes ir agregando más capas de color, según la intensidad que te interese.
3. Busca tu sacapuntas: Nada peor que colorear con una crayola desafilada. Para crayolas de aceite –como óleos- puedes sacarle punta con un X-Acto o incluso comprar una lija bien fina, que permita sacar punta sin perder demasiada madera.
4. Si te gustan los bolígrafos… Busca una marca cuya mezcla no contenga alcohol, porque puede traspasar la página. Pregunta en tu tienda de artículos de arte.
5. No le temas al agua: Pintar con acuarelas es una técnica que toma su tiempo dominar, pero permite unos efectos de color maravillosos. Prueba con pinceles finos y no “empapes” el papel, a menos que ese sea el efecto que te interesa.
6. Suéltate: Al fin y al cabo, lo importante es divertirte. Si extrañas tus días de pegamento y escarcha, ¡úsalos! Lo mismo va con crayolas de cera, carboncillo, colores neón… es tu dibujo, tu arte y tu entretenimiento, así que déjate llevar por tu imaginación. ¡Qué disfrutes!