Centro de Economía Creativa promueve la artesanía de instrumentos de percusión con el programa “Nuestros Tambores”
Un grupo de 10 artesanos se benefician de la iniciativa conjunta con la entidad CERF+.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Juan Alberto “Tito” Romero Rodríguez y Emmanuel Martínez Pagán comparten la pasión de la artesanía de instrumentos de percusión. Uno lo hace como artesano de panderos de plena y otro de barriles de bomba. Curiosamente, cada uno comenzó en este tipo de artesanía interesado en tener sus propios instrumentos, pero reconociendo el valor de estas obras logradas entre el trabajo manual y el uso de máquinas, no veían posible pagar por ellos.
Tito Romero tuvo su primer pandero por un regalo que le hizo un colega maestro, pero este le advirtió que los otros dos que quería, los tenía que fabricar él, y se dispuso a enseñarle. Entonces, se quitó el sombrero de maestro para dedicarse a aprender y lo consiguió. Con la llegada de la pandemia, y el cambio en la estructura de trabajo para los maestros, comenzó a producir.
Emmanuel Martínez, por su parte, aprovechó el conocimiento de un amigo músico sobre la elaboración de los barriles de bomba y se le unió para hacer el suyo. Con el instrumento que creó se integró a un cuerpo de baile folclórico. Más adelante conoció al maestro Jesús Cepeda, quien lo ayudó a pulir su barril, al punto que hoy día se dedica a fabricarlos.
Ambos artesanos son parte del programa “Nuestros Tambores”, del Centro de Economía Creativa, que fundó y dirige el doctor Javier Hernández. Esta iniciativa, en colaboración con la entidad CERF+, tiene el compromiso de fomentar la industria de instrumentos de percusión en Puerto Rico. Para ello, se hizo una selección de 10 artesanos a quienes desde el pasado marzo se les comenzó a capacitar en áreas como el empresarismo, mercadeo, seguridad y otras áreas que les permitan el crecimiento de sus pequeñas empresas. Reciben además un incentivo de $10,000 para el fortalecimiento de sus operaciones.
“Nosotros en el Centro de Economía Creativa escogimos el proyecto Nuestros Tambores hace un tiempo, porque nos parecía importante que se documentara la historia de la artesanía de percusión siendo tan valiosa para la música afropuertorriqueña y siempre pensamos que se le da mucha atención a la música, pero no necesariamente a las manos que están detrás de las manos que ejecutan, así que de ahí sale Nuestros Tambores”, detalló el doctor Javier Hernández, quien además es un aficionado de los instrumentos y al observar las piezas que cada uno de los artesanos trajo para esta entrevista, era notable su fascinación.
El proyecto tuvo una etapa previa en la que se escogieron cerca de 35 artesanos, entre vivos y fallecidos, sobre los que se les hizo un perfil biográfico para dar a conocer sus historias a través de una página web.
“(El programa) va dirigido a seguir promoviendo una artesanía de instrumentos de percusión sostenible, sobre todo en momentos en que nuestra música afropuertorriqueña está teniendo mucho interés a nivel internacional, la plena, la bomba, y detrás de eso se van a necesitar barriles y panderos”, puntualizó Hernández.
Para Tito Romero ser uno de los beneficiados de esta iniciativa es una oportunidad, no solo de aprender el aspecto empresarial de su negocio cultural, sino la realización de un taller donde continuar la producción.
“La aportación económica que nos están dando para mí ha sido espectacular, porque trabajo bajo una carpa en el patio de mi casa... En este momento, con esa aportación, ya comencé la construcción de un taller seguro, tomando en consideración que estamos en el trópico, y me ha llevado a una motivación increíble para poder sacar más tiempo, dedicarle más tiempo y tener otra visión”, destacó el artesano de panderos, que desde el inicio de la pandemia en el 2021 hasta el presente ha fabricado cerca de 115 panderos bajo el nombre Panderos Caribe by JR.
Emmanuel Martínez, asimismo, encamina la continuidad de una estructura donde anclar un hangar que se convertirá en su taller de trabajo. “Desde que comenzaron los talleres me han ayudado a estructurarme, a poner unos objetivos que podamos lograr”, comentó el propietario de Barriles EMP. “A veces uno tiene unos objetivos, pero aquí nos han enseñado a corto, mediano y largo plazo, para que sean viables”, sostuvo.
El Centro de Economía Creativa trabaja constantemente en la búsqueda de recursos para continuar aportando al desarrollo y crecimiento del trabajo cultural en Puerto Rico. Nuestros Tambores surgió como un proyecto experimental que pudiera continuar en la medida en que surjan los fondos para sostenerlo.
Otros programas en favor de la cultura
Maniobra: Este programa brinda oportunidades de empleo estable para los artistas, que incluye salarios, beneficios marginales, plan médico, presupuesto asignado para invertir en sus proyectos y asesoría técnica. Es una colaboración con Mellon Foundation, que invierte $4,000,000 en salarios para el sector musical.
Leyenda: Este nuevo proyecto que expande sus iniciativas de apoyo a la comunidad cultural a través de salarios para artistas con amplia trayectoria. El proyecto forma parte del programa Maniobra y reconoce y difunde la trayectoria de figuras destacadas de la música popular puertorriqueña. En su primer año, la iniciativa honrará y celebrará la trayectoria de tres músicos que a lo largo de al menos cuatro décadas han acompañado a decenas de los artistas y agrupaciones de gran importancia en Puerto Rico y el exterior.
Los primeros beneficiados serán Antonio “Toñito” Vázquez, conocido como el “Trombón Nacional”; Ángel “Angie” Machado, trompetista con más de 30 años de trayectoria en el mundo de la salsa y otros géneros, y Luis “Lagarto” Figueroa, plenero que ha colaborado con múltiples proyectos musicales, incluyendo varios del fenecido Tito Matos.
“Hicimos este miniprograma, que se llama Leyenda, que es para gente que tiene una larga trayectoria, que tal vez no ha sido reconocida y están en una etapa de su vida donde ya quizás no producen como hace 10 o 15 años”, expuso Hernández.