Los habitantes de las naciones que se guían por el calendario gregoriano -instaurado por el papa Gregorio XIII, en 1582- despiden el año viejo a las 12:00 de la medianoche del día 365 (366, en año bisiesto) y le dan la bienvenida al año nuevo en cuanto el reloj marca el primer segundo del 1 de enero.

Claro que, como todos sabemos, conmemorar esta fecha no es cuestión de, meramente, exclamar japi niu yíar y seguir andando. Anualmente, las diversas naciones se esfuerzan por ver cuál “se bota” más a la hora de decirle adiós a un año y recibir con brazos abiertos el otro.

Acompáñanos por este breve recorrido virtual para que conozcas algunas de las celebraciones más populares.

Cómo algunos despiden el año

Alemania

En la Noche de Silvestre, como llaman los alemanes al 31 de diciembre, el punto de encuentro es el pórtico de Brandenburgo, en Berlín, donde se encienden los fuegos artificiales a la medianoche.

Australia

Los fuegos artificiales que reciben el año nuevo en Sydney constituyen una de las celebraciones más fastuosas del planeta. Específicamente, en el Sydney Bay Bridge -con la Sydney Opera House de fondo- se congregan unos dos millones de personas.

España

El lugar de encuentro para la Nochevieja en Madrid es la Puerta del Sol. Esto es precedido por una cena familiar, casi siempre a base de cordero. Al dar las doce, se consumen las tradicionales 12 uvas y se suele brindar con champán o sidra.

Brasil

El tan esperado ano novo (año nuevo, en portugués) marca el inicio de la temporada de otoño, pues Brasil está  en el hemisferio austral, donde las estaciones se invierten. La praia (playa) de Copacabana se enciende con fuegos artificiales y múltiples hogueras. A medianoche, la gente en el agua salta sobre siete olas y arroja flores al mar.
  
Canadá

Las fiestas varían de región en región, pero, por lo general, incluyen fuegos artificiales que iluminan los cielos al dar la medianoche de 31 de diciembre. Y en áreas rurales de Quebec, por ejemplo, las familias hacen hoyos en el hielo para pescar hasta altas horas de la madrugada.

China

Aunque el año nuevo lunar tradicional chino no se celebra hasta más entrado el año, algunas regiones celebran el año nuevo de acuerdo con el calendario gregoriano. En Hong Kong, en el centro comercial Times Square, a medianoche dejan caer una bola de cristal igual que en la ciudad de Nueva York.
 
Ecuador

El último día del año se pasean por las calles gigantescas efigies con cabezas de papel maché -a menudo, rellenas con petardos- de los “años viejos”, representando personajes y eventos del año que está por terminar. Las efigies se prenden en candela al dar la medianoche.
 
Estados Unidos

La celebración más famosa es la de Times Square, en Nueva York, donde la monumental bola de cristal Waterford -que pesa unas 12,000 libras- empieza a descender a las 11:59 del 31 de diciembre hasta tocar fondo justo a la medianoche.
 
Francia

A son de champaña y foie gras, los franceses despiden el año viejo y reciben el nuevo. Mientras, los fuegos artificiales desde la famosa Torre Eiffel iluminan el firmamento. Y este año, a partir de las 11:00 p.m., hora local,  el monumento más visitado del mundo ofrecerá una ceremonia con luces multicolores que marcará la cuenta regresiva hacia el 2010, estrenando  el nuevo con sistemas de iluminación con luces Leds (light emitin diodes).

Irlanda

La celebración irlandesa es más modesta que en otras partes, ya que los fuegos artificiales están prohibidos. Por lo general, lo que se hace es que, al dar la medianoche del día 31,  doblan todas las campanas de todas las iglesias.

Italia

Los italianos  tiran la casa por la ventana. Entre las muchas tradiciones de la Noche de San Silvestre -el santo cuya fiesta se celebra el 31 de diciembre- están el usar ropa interior de color ojo y arrojar objetos viejos por las ventanas. Al dar las doce, los fuegos artificiales encienden los cielos.

Japón

En preparación para el año nuevo -y la consiguiente llegada del dios Toshigami-, los japoneses limpian sus casas de techo a suelo. A la medianoche del 31 de diciembre, los templos budistas suenan sus campanas 108 veces.
 
México

Como en muchos otros países hispanos, a la medianoche se come una uva y se pide un deseo por cada campanada. Los que quieren encontrar amor  en el año nuevo lo reciben con ropa interior roja, y los que quieren más dinero, usan ropa interior amarilla. En las casas, la víspera de año nuevo se barre de adentro hacia afuera para alejar todo lo malo.

Holanda

Quienes siguen la tradición de la reforma protestante leen el Salmo 90 la víspera del año nuevo. Al dar las 12, cada familia enciende sus propios fuegos artificiales.

Inglaterra

El 31 de diciembre, los fuegos artificiales se detonan en  el Ojo de Londres -una gigantesca noria desde donde se divisa toda la ciudad por millas a la redonda-.  Las campanadas indicando la medianoche las toca el reloj de la torre del Big Ben.

Nueva Zelanda

Situada a unas 309 millas al oeste de la Línea Internacional de Cambio de  Fecha, Auckland es la principal capital en recibir el año nuevo con fuegos artificiales y comparsas en las calles. Debido al vandalismo y el desorden público de años pasados,  se ha impuesto la prohibición de la venta y distribución de bebidas alcohólicas hasta pasada la fiesta.

Puerto Rico

Muchas de nuestras familias continúan con la tradición de celebrar siguiendo desde sus casas las despedidas de año de los diversos canales locales de televisión. A la medianoche, todavía se lleva a cabo la costumbre de arrojar pailas de agua por las ventanas y los balcones para alejar la mala suerte.

Más sobre el año nuevo

Es el más antiguo de todos los días de fiesta.

En la antigua Babilonia se celebraba hace ya 4,000 años con la primera luna nueva luego del equinoccio de verano. Esta fecha tenía más sentido porque la primavera es la estación en la que la naturaleza renace. El 1ero de enero, en cambio, no tiene significado ulterior.

Los romanos, por su parte, originalmente  recibían el año nuevo a finales de marzo.

En un intento por arreglar el calendario, en el año 153 A. de C. el senado romano  declaró el 1 de enero como el comienzo del año nuevo, aunque siguió cambiando la fecha, hasta que en el año 46 A. de C., el emperador Julio César la volvió a instaurar en lo que se conoció como el calendario juliano.

De acuerdo con las crónicas de la época, durante la Edad Media, la Iglesia católica se oponía a la celebración del año nuevo por considerarla una fiesta pagana.

La costumbre de hacer resoluciones de año nuevo data, también, de la época de los babilonios.

La tradición de usar un bebé para ejemplificar el año nuevo es una costumbre griega que empezó allá para el año 600 A. de C.