Boricua María Cristina Fusté entre las pocas latinas en el diseño de iluminación en el teatro en EE.UU.
Reconoce que el teatro norteamericano es cada vez más mixto en términos de género.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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“Todo la vida hice teatro”, establece María Cristina Fusté para iniciar esta entrevista. La conexión con el arte teatral parece que nació con ella. De “chiquita” se recuerda actuando, pero entrada la etapa universitaria, “otro mundo” se abrió desde el interior de las tablas, convirtiéndose en una de las pocas mujeres puertorriqueñas destacadas en el diseño de iluminación.
“Una vez tomo la clase de diseño de escenografía con Checo Cuevas en la Iupi (Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras), eso me abrió puertas al mundo de la investigación, de crear espacios, de la ambientación, crear ese mundo donde las historias viven y me enamoré y me di cuenta de que en realidad eso me motivaba más que la actuación”.
Su perfil profesional lo encabeza el trabajo que realizó como directora asociada de iluminación para el musical de Broadway, Jagged Little Pill, inspirado en el álbum de la cantante Alanis Morissette, y de ahí hacia abajo hay una diversidad de producciones en las que ha participado en Estados Unidos y Latinoamérica, incluyendo a Puerto Rico. Agrupa también las producciones que ha presentado bajo su compañía, Boundless Theatre, en la Isla y en la ciudad de Nueva York.
Cuenta que la clase de luces la dejó para el final de su bachillerato en el Departamento de Drama porque le parecía entonces “muy matemática”. Todo cambió cuando Toni Fernández -una de sus mentoras, además de haber sido pionera en su disciplina dentro el teatro nacional- le asignó al grupo, como proyecto final, el diseño integral para una pieza. “Teníamos que en el Teatro de la Iupi escoger un diseño, crear una música y hacer la escenografía y eso fue el wow moment!”, recordó por vía telefónica.
“Uno con la iluminación selecciona qué se ve, cómo se ve, cómo se revela, cuándo se revela y uno texturiza, y me di cuenta que podía hacerlo y que todo mi trainning: Estudié ballet, estudié piano, mi obsesión con la música clásica, todo eso informaba lo que estaba haciendo ese día; tenía sentido de ritmo, intensidad, de colores, y cuando decidí maestría, dije, ‘Me gusta todo, pero voy a estudiar iluminación porque en Puerto Rico no hay muchos diseñadores y menos mujeres, habían dos, Toni Fernández y Hulbia Sánchez (fallecida)”, compartió Fusté, graduada de maestría en diseño de iluminación de la Universidad de Nueva York (NYU).
De Puerto Rico se fue hace 25 años porque no había un programa de maestría en su especialidad, además su sueño estaba fijado en entrar a Broadway. Después de trabajar para Repertorio Español, su carrera giró hacia el teatro norteamericano “porque creo que empezó la conciencia de la inclusión, de tener más mujeres en los equipos de diseño”.
Actualmente Fusté es una de la pocas iluminadoras latinas en Estados Unidos. “Empezaron a llegar todas estas oportunidades que me han llevado a trabajar en los principales teatros de Estados Unidos y ha sido maravilloso”.
Curiosamente su reciente experiencia en Broadway con Jagged Little Pill le dejó un sabor agridulce, porque no es lo mismo trabajar bajo el teatro comercial que el teatro sin fines de lucro, “que tiene otra motivación, es otra pasión”.
“Yo me veía igual que todo el mundo”
María Cristina Fusté, aún consciente de que entró en una rama del arte escénico en un tiempo en que era poco ocupado por mujeres, nunca observó su género ni origen una limitación ante el mundo que quería devorar creativamente. La entrada al escenario laboral fue quien se encargó de mostrarle lo que ella nunca vio.
“Cuando decidí estudiar esto, ni pensé que si soy mujer, o que si soy puertorriqueña, yo me veía igual que todo el mundo. Es una cosa bien loca. Es la sociedad la que, ‘ah tú eres diferente’. Para mí yo era una diseñadora de iluminación. Pero una vez me voy al mundo real y empiezo a trabajar, recuerdo una vez en México aquellos hombres ni me hacían caso hasta que me puse de tú a tú a beber tequila en el escenario, que eso era lo que estaban haciendo. Fue la única forma de entrarle, hacerme uno más de ellos, y esa es la técnica, le puedes preguntar a Toni Fernández, que es una mostra, y Toni Fernández básicamente se convirtió en un macho más. Pero Toni la tuvo difícil, porque eran hombres nada más, ahí no habían mujeres en esa época en que ella empezó”, expuso.
Hoy en día hay un montón de mujeres, es más, muchas de las master electricians, son mujeres, y el team técnico en Estados Unidos casi siempre es mixto. Dos mujeres, tres hombres. En Puerto Rico no tanto, pero va por ahí”
-María Cristina Fusté, diseñadora de iluminación
El próximo proyecto de esta talentosa boricua es la obra Sons Of Trains, del teatro Off Broadway. Trata sobre los diferentes grupos migratorios que ayudaron a construir el sistema ferrocarril en Estados Unidos.
Ya comenzó su proceso de lectura del texto, la identificación de emociones y conexiones que experimentó y cómo puede traducirlas a nivel visual para luego presentarlas al director. Este ejercicio va creciendo y depurándose a medida que se adentra de lleno en la preproducción.
“Quiero que el público experimente esa travesía que estos personajes tuvieron que experimentar cuando dejaron China pensando que iban a ir a California a hacerse ricos y terminaron muriendo en masa porque los tenían trabajando 18 horas al día y apenas le daban comida”, detalló.
Fusté trabaja este proyecto sin restarle ganas a su deseos de hacer una obra en Broadway como principal diseñadora de iluminación, diseñar en Europa y volver a la patria a trabajar en las óperas. “Extraño muchísimo hacer las óperas en Puerto Rico, porque es un género que me encanta, y me encantaría poderlas hacer aquí también”, dijo refiriéndose a su segunda casa, Nueva York.