Arte online
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Hoy, nuestros días transcurren de una manera distinta por la influencia del espacio cibernético. La Internet ha expandido nuestros horizontes, poniendo un mundo de información -literalmente- al alcance de nuestros dedos. No es sorprendente, entonces, que el campo del arte haya sentido el empuje de esta fuerza tecnológica.
Es de relevancia destacar que la Internet ha cambiado el panorama del arte en dos niveles: como espacio de exhibición para los artistas y para el disfrute del público, y como medio para trabajar obras.
En las artes plásticas, la Internet representa también una oportunidad para poder exhibir obras de arte sin la necesidad de recurrir a un museo o una galería. La magnitud es tal que la web se ha convertido en un espacio infinito para el arte.
Para entender un poco este fenómeno, entrevistamos a curadores y artistas que nos explicaron cómo este medio ha alterado la forma en que trabajaban.
La Internet como espacio de exposición artística
Entre los primeros artistas puertorriqueños que colocaron obras de arte en la red, a finales de los 1990, están María de Máter O’Neill y Teo Freytes. Luego, a medida que la Internet creció, tanto en popularidad como en la cantidad de personas que obtenían acceso a la misma, más artistas comenzaron a explorarla y a utilizarla como medio para presentar sus obras.
El trabajo y costo que envuelve la producción de una exhibición son factores que posibilitan la contemplación de la red como foro para el arte. Muchas veces, esta inversión de tiempo, energía y dinero es excesiva y no se equipara con los resultados que pueden obtener los artistas. Por ese lado, la red representa, entonces, un medio asequible, que ofrece al artista completo control y, a la misma vez, provee un foro mucho más amplio de proyección que una galería o un museo.
Para Pedro Vélez, artista, curador y escritor de arte -cuya carrera, además, ha integrado el medio digital en las artes plásticas- “la visión de la Internet ha cambiado mucho. Para el 1997, por ejemplo, que yo estaba trabajando con mis primeros proyectos en la red, la gente desconfiaba mucho, pues creían que los archivos que ponías en la web estaban por un momento, pero luego desaparecían, como un fantasma”.
Según explica, para el 1999, tuvo su primera experiencia como curador de la exhibición online para el artista contemporáneo Gerald Davis. Para este proyecto, “seleccioné algunas piezas y se colocaron en la web. Se hicieron invitaciones para la apertura y todo, pero en éstas sólo estaba el nombre del artista, el de la exhibición y la dirección online para que la gente la visitara”.
De otra parte, el curador añade que en “la Internet, también, es un medio muy eficiente a la hora de dar a conocer tu obra a gente (a la) que jamás pensaste que llegaría. Cuando quieres dar a conocer tu trabajo, es mucho más fácil enviar la dirección (a través de la red), con toda tu información y tu trabajo, que hacerlo como se hacía antes, sacando copias y enviando por correo”.
La tecnología en el arte
Sobre el rápido desarrollo de la Internet, Velez explica que “esa primera exhibición, en la que fui curador, las imágenes que subimos fueron todas escaneadas, cosa que ya muy pocas veces se hace”.
Sin embargo, destaca que vanguardistas en el arte, como Jno Cook, utilizaron, desde sus primeras exhibiciones online, la computadora como medio artístico. Por su parte, Cook manipuló imágenes, consiguiendo un efecto pixelado, para convertirlas en obras propias, mucho más abstractas.
Y es que, si por una parte la Internet sirve como espacio para exhibir la obra de un artista, también es necesario recalcar la utilización de herramientas digitales para la creación de obras. Cabe destacar que, en años recientes, se ha notado un aumento en el número de artistas que recurren al medio digital para sus trabajos.
En su caso, la artista Teresa López realiza su exposición por Internet, a la misma vez, que utiliza el medio digital para sus creaciones. Su exhibición de arte digital nunca ha visitado una galería, sino que, utilizando las alternativas que le brindaba la red, ha creado varias salas cibernéticas en la que “expone” su muestra.
“La obra que estoy trabajando en esta exposición es bastante híbrida, en el sentido de que estoy utilizando imágenes de la Internet, de las cuales me apropio, y las combino con fotografías mías, con digitalizaciones. O sea, combino una gran cantidad de imágenes”, apuntó sobre su obra López, quien es, también, la directora de la revista Orificio.
Sin embargo, el propósito de su acto no queda ahí. Para esta artista, es importante que el público sepa que cuenta con un espacio al cual puede acceder con entera libertad porque es infinito y relativamente público.
Para ella, los espacios tradicionales limitan a los artistas, ya que, normalmente, según ella, son los galeristas y los coleccionistas los que dictan la pauta en el mercado. Esto provoca que el sistema pueda resultar un tanto elitista, por lo que la web viene a convertirse en un vehículo que abre espacios a mucha más gente y hace que los artistas jueguen un papel más protagónico.
Una mirada cautelosa
Por una parte parecería que la entrada de la tecnología y la Internet, como instrumentos para la creación y la difusión del arte, es beneficiosa para el artista. Pero, también, hay que señalar los riesgos que se toman y evaluar si, al fin y al cabo, el espectador podrá apreciar, de igual manera, una obra delante de un monitor que estando frente a ella en una galería o un museo.
Para María de Máter O’Neill, profesora de la Escuela de Artes Plásticas, “el adentrarme en ese mundo cibernético, desde el principio, fue porque me pareció una oportunidad muy grande de difusión y de comunicación. También, desde el principio, muchos programadores que eran artistas estaban trabajando con la Internet”.
“Cuando yo comencé con la Internet”, abundó, “ era un terreno totalmente virgen y estaba presente la promesa de la democracia; había más comunicación y mucho software gratis. Pero, ya la Internet no es la misma. Cambió cuando llegaron los dotcoms, cuando las compañías empezaron a cerrar páginas y a cobrar por las cosas. Luego, vino también la entrada de grandes compañías que han tratado de monopolizar los programas y la información. Así que, bajo todas las circunstancias que presenta la Internet en nuestros días, como artista, pensar en que vas a tener mayor libertad y mayor difusión es totalmente ilusorio”, comentó O’Neill.
La profesora asegura que ver una obra por la red nunca será lo mismo que verla en vivo. Por eso, con un ejemplo muy sencillo, pero conciso, dice: “¿Qué es mejor, ver a la novia en una foto o verla en persona? Pues, lo mismo ocurre con las obras. Es mucho mejor tener un contacto físico con la obra”.
Pedro Vélez y Teresa López también se expresaron al respecto. “Hay gente que utiliza la web para vender su obra. Eso es bueno hasta cierto punto, pero también puede ser un poco problemático, porque la obra de arte debe ser una experiencia personal, visual, y en el lugar. Tienes que verla para sentirla. Una foto de una pintura online no es la misma experiencia, no se ve igual, es un proceso bastante árido”, expresó Vélez.
Mientras, López asegura que, “probablemente, el único aspecto negativo que veo en todo esto es que alguien pueda plagiar mi obra, pero hay que ver que ésa es parte también de mi experiencia como artista, tomar cosas de la Internet y apropiarme de ellas. O sea, que al fin y al cabo, te encuentras en un discurso en que se rompe con lo normal y comienza un proceso de dar y recibir”.
La web es un espacio más dentro de las posibilidades que tiene el artista que quiere exponer su obra. Sin embargo, al igual que en una galería o un museo, el espacio digital presenta varias problemáticas con las cuales el artista debe lidiar.
Artistas en un click
La Internet se ha convertido en un espacio para la difusión de material artístico. En Puerto Rico, muchos artistas han trabajado en este medio y han puesto su obra a la disposición del público cibernético. En dichos espacios, además de las obras arte, hay anotaciones biográficas de los artistas y un recuento de su trabajo a través de los años. Aquí les presentamos una lista, a manera de ejemplo, de algunas de estas páginas. Entre ellas se encuentran las de Cacheila Soto, Papo Colo, Rafael Trelles, Pedro Vélez, Teresa López y María de Máter O´neill.