Algarabía y júbilo en la Caravana Loiceños Ausentes
Tras cuatro décadas en pausa, el evento logró congregar a una multitud emocionada que festejó sus raíces loiceñas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Es un evento que toca su orgullo. Apela a sus raíces loiceñas y los hace reafirmar la grandeza de su pueblo de origen.
Ayer la Calle Loíza, en Santurce, sirvió como punto de partida para retomar la tradición de celebrar la Caravana Loiceños Ausentes, después de más de cuatro décadas en pausa.
Con la algarabía y el júbilo de residentes y visitantes, comparsas, y al ritmo de bomba y plena, partió la comitiva que se dirigió a la plaza pública Ricardo Sanjurjo, en Loíza, para continuar la fiesta. La caravana, una iniciativa de la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario, formó parte del programa de actividades de las fiestas tradicionales del pueblo loiceño, que culminarán este domingo.
La actividad se celebró en honor a José Rafael Manso, loiceño residente en Nueva York y ejecutivo del Boricua College, institución educativa con tres recintos en la Gran Manzana.
“Nuestra cultura es muy importante y me emociona mucho esta unión de personas y comunidades que estamos viendo hoy”, expresó.
El actor Modesto Lacén, quien se describió como un santurcino criado en Loíza, también figuró entre los invitados.
Marién Torres López, una de las presentes en la actividad, aplaudió la idea de retomar la tradición que por años se realizaba cada 25 de julio.
“Esto es sumamente importante, porque marca un momento histórico de lo que es la historia de Santurce junto con la de Loíza. Hay muchísimas personas del pueblo de Loíza que en antaño se trasladaron para esta zona de Santurce”.
Torres López también es la directora de los grupos musicales Tambuyé y Ausuba.
“Fuimos la delegación cultural cangrejera anfitriona que recibió a los loiceños ausentes y también a los loiceños que llegaron hasta aquí para unirse junto a la caravana y llegar hasta Loíza”, destacó con orgullo.
Por su parte, a Maritza Orta la actividad la hizo repasar sus orígenes. “Me lleno de emoción porque mi abuelo, Pedro Rosario, fue uno de los fundadores del comité que formó Loiceños Ausentes, y estoy bien emocionada y bien contenta de que se retome esa tradición”.
Compartió que “cuando yo era bien chiquita venía y antes veías mucha gente en bicicletas, muchas motoras, venían guaguas de estas pick up y se montaban. Se veían muchos más vejigantes”, y anheló que “quisiera un poco más de participación en términos de las muchachas, que están vestidas con su traje. Pero para ser la primera vez después de tantos años, la encontré bien”.
Para María Luisa Cortijo, prima de Orta, se trató de un evento cultural muy significativo. “Estoy súper emocionada porque por tantos años se había suspendido esta caravana”, recordó. “Es de mucho valor retomar la tradición”, agregó Cortijo, quien resaltó disfrutar de lo “colorido de las fiestas, los vejigantes, los bailes de bomba y la comida típica de nosotros, los jueyes y todo eso”.