El veterano cinematógrafo puertorriqueño Jacobo Morales recuerda con entusiasmo la filmación de "Lo que le pasó a Santiago", que 25 años después de su grabación sigue siendo el único filme boricua en ser nominado a un óscar.

"¡Ya hace tanto!?, ¡Dios mío!", exclama en una entrevista con Efe el director, productor y guionista de la película protagonizada por el fenecido Tommy Muñiz (Santiago) y Gladys Rodríguez (Angelina).

A sus 79 años, Morales recuerda que el guión de "Lo que le pasó a Santiago" lo escribió mientras dirigía la obra teatral "Los muchachos de la alegría", una adaptación de una película de Neil Simon que protagonizaban Muñiz y el también fallecido actor y productor Paquito Cordero.

Morales, a quien junto a su esposa, Blanca Eró, se le dedica la edición de este año del Festival de Teatro Puertorriqueño, recuerda cómo en colaboración con Muñiz ambos adaptaron la pieza teatral para "el pueblo puertorriqueño" y la estrenaron en el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré de San Juan, donde tuvo un rotundo éxito.

"A medida que pasaban los ensayos", Morales se dio cuenta de que Muñiz "era el intérprete singular" para el proyecto cinematográfico en el que estaba trabajando.

Por ello, "invité a Pedro Muñiz a que fuera mi productor asociado y entonces emprendimos la brega" juntos, señala Morales, que también contó con su esposa en el equipo de producción.

"Lo que le pasó a Santiago" cuenta la historia de Santiago Rodríguez, un hombre corriente, jubilado y agobiado por los problemas cotidianos que recobra la ilusión por la vida tras conocer a una enigmática mujer en un parque.

"Como tenía el argumento muy clarito, la escribí muy rapidito, como en un mes y pico. El rodaje se prolongó un poco porque tuvimos que hacer una pausa y nos tomamos como 40 días en completar", explica el guionista y director.

El filme, rodado con un presupuesto de medio millón de dólares, es realista, con elementos de humor y algunos personajes fantásticos.

"Es una película básicamente sencilla, con una gran actuación de Tommy, Gladys y René", señala Morales, que goza de un gran respeto por parte del mundo de las artes puertorriqueño.

El director escogió a Gladys Morales porque es "una actriz muy dúctil" a la que conocía desde hace décadas, al trabajar con ella en programas de televisión, obras de teatro y en "Dios los cría" (1979), una película que él también dirigió y en la que ella participó.

"Las experiencias con ella habían sido muy positivas y nos comunicamos muy bien. Su papel no solo pegaba por su físico, sino también por su temperamento", explica más de dos décadas después.

En la película también participan Johanna Rosaly, René Monclova, Pedro Muñiz y su hijo del mismo nombre, Claribel Medina y el exlegislador Roberto Vigorea x.

El largometraje se exhibió en Puerto Rico la primera semana de noviembre de ese año. Su estreno llegó atrasado debido al paso del huracán "Hugo" que azotó la isla el 18 de septiembre de 1989.

La película puertorriqueña cosechó en seguida elogios y se exhibió en diversos festivales internacionales.

El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva en España fue uno de los primeros donde fue presentada junto a otras quince cintas latinoamericanas y europeas. También se mostró en el Festival de Cine Latinoamericano de Washington y el de Cine Español en Nantes, Francia.

El productor asociado Pedro Muñiz vio la posibilidad de someter la película a los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, según recuerda Morales.

La fecha límite para inscripciones era el 2 de noviembre de 1989 y la regla para someter candidatas disponía que la película debía haber sido exhibida en territorio estadounidense al menos una vez.

Muñiz entonces sometió el largometraje a la Academia. Para el 5 de enero de 1990 la película tenía que estar en poder de la Academia rotulada y con subtítulos en inglés.

Según recuerda Morales con todo lujo de detalles, en tiempo récord consiguieron el dinero necesario y trabajar en los subtítulos.

El 14 de febrero de 1990 se hicieron públicas las nominaciones. El filme boricua fue nominado a Mejor Película en Lenguaje Extranjero.

La película de Morales compitió con filmes de mayores presupuestos y cinematografías de gran tradición, como la francesa "Camille Claudel", de Bruno Nuytten, y la italiana "Cinema Paradiso", de Giuseppe Tornatore, que posteriormente ganó el máximo galardón.

"No pensé en el éxito, sino en una historia que me llamara la atención. Siempre trato de hacer todo en función de la historia. La estrella es la película", puntualiza Morales un cuarto de siglo después.