Castañer. El jueves, 3 de septiembre, llegará a las salas de cine el largometraje puertorriqueño Una boda en Castañer, cinta que pretende hacer reír hasta al más serio con la historia de una  ceremonia nupcial llena de enredos,  que tiene  lugar en una pintoresca zona de la Isla. 

Pero, ¿cómo es esa área de Puerto Rico donde se realiza la boda en la trama? ¿Qué la particulariza? ¿Cómo es su gente?

El mapa de Puerto Rico ubica a Castañer entre los municipios de Lares, al oeste, y Adjuntas, al este, pero los residentes de esa zona sienten que pertenecen a otro municipio. Es más, el que visita esa área le da la impresión que está en otro pueblo, “en el pueblo de Castañer”.

Por cierto, es una de las poblaciones más remotas de la Isla, quizá la más remota, opinan algunos. 

La condición de aislamiento en la que se encuentra el poblado ha llevado a su gente a cargar con un liderato natural. De hecho, los habitantes de Castañer llevan años luchando por convertirlo en un municipio independiente y no pierden la esperanza de que ello se convierta en realidad. Prácticamente, todos los comercios de la zona están identificados con ese nombre, y cuidadito con referirse a Castañer como un “barrio”, es un poblado. Si no haces uso de esa palabra para describirlo, es muy probable que te corrijan en el momento.

Una boda en Castañer culminó la etapa de filmación

Alguien que provenga del área de San Juan en transporte vehicular puede tardarse hasta casi tres horas en llegar a la región;  dos horas desde la zona metropolitana hasta la plaza pública de Lares, y entre 45 a 50 minutos más -montaña adentro-  desde allí hasta el poblado.

Luego de pasar un letrero de madera que dice “Bienvenidos a Castañer”, hay que  tomar un puente. Por cierto, muchas de las  carreteras y caminos que hay en esa zona, son construcciones originales de los españoles que datan del siglo 19. Al pasar el puente, ya estás oficialmente en  Castañer. 

La primera estructura que puede apreciarse, a mano derecha, es una catedral, seguida por la Escuela Gabriela Mistral. Seguido  puede verse una plaza y de inmediato el Hospital General de Castañer, considerado como un  hospital de comunidad modelo. Los residentes  del poblado aman su hospital y para ellos es ejemplo de su lucha y unión. Si te ubicas frente a este, podrás avistar la égida Casa Castañer a mano izquierda, y al lado contrario la estación de Bomberos Castañer. ¿Cómo más podría llamarse?

Del lado que se encuentra ubicada la estación de bomberos hay varios establecimientos comerciales, incluida una panadería, que también lleva el nombre del poblado y si sigues transitando, más adelante, podrás ver la hacienda Luis Castañer. Este lugar es considerado  como un espacio mágico, donde puede apreciarse la naturaleza en todo su esplendor.  Incluso fue certificado como “lugar oscuro” por la Sociedad de Astronomía de Puerto Rico, término que dan los astrónomos a los sitios en los que se pueden apreciar claramente las estrellas y los planetas.

Si sigues explorando Castañer encontrarás el lago Guayo, ubicado justamente al lado del barrio Bartolo. Esta zona es considerada una de las más espectaculares del poblado. Por allí también está la Casa Grande Castañer, que fue una de las haciendas cafetaleras más importantes de Puerto Rico y no muy lejos puede verse una peculiar barbería instalada en una  guagua escolar que fue pintada de azul, blanco y rojo.

El centro del café

Don Pedro Bengochea es un caficultor natural de Castañer,  con quien nos encontramos al llegar al poblado. Él nos contó que esa región debe su nombre al hacendado español Juan Castañer, quien se estableció allí en el 1867.

“Antes, a esta zona se le conocía como el Valle de los Rábanos, pero cuando se estableció, en la década del 30, el primer correo con el nombre de Castañer se le comenzó a decir su apellido al poblado. Juan Castañer fue también un gran caficultor. Cuando el huracán San Felipe devastó toda su hacienda en el 1928, él le vendió esas tierras al gobierno federal”, narró Bengochea, quien posee su  marca de café llamada Castañer Supremo.

Don Pedro, quien cursó estudios hispánicos en la Universidad de Puerto Rico (UPR), recalcó que Castañer es el centro del café en Puerto Rico porque posee los elementos y las condiciones atmosféricas adecuadas para producir una buena cosecha cafetalera. 

“Y eso es un activo económico bien importante que Castañer tiene que mantener”, consideró el caficultor, quien construyó su  residencia en madera en el sector Los Millonarios y detalló que se estima que la población de Castañer oscila entre los 4,500 a 5,000 habitantes, la mayoría de estos de la tercera edad.

Castañer es café, pero antes de eso fue vainilla. Donde ahora está el Hospital General de Castañer, antes había  una planta de vainilla, la más desarrollada en todo el territorio americano. Incluso, llegó a existir una cooperativa de vainilla en alianza con una comunidad de Morovis.

Al igual que Bengochea, otros residentes de Castañer describen a los vecinos del poblado como personas humildes, serviciales, simpáticas y buenas. De igual forma, destacaron la paz que se respira en el lugar.

“Toda mi vida he vivido aquí. Lo más que me gusta es la tranquilidad. Aquí no hay criminalidad”, comentó don Aníbal Plaza, de 62 años y quien se dedica a la agricultura. “En Castañer todo el mundo se ayuda y todo el mundo se conoce”, mencionó por su lado don Miguel Feliciano,  quien acompañaba a don Aníbal en la plaza pública.

Gabriela Droz coincidió con sus compueblanos. “Me encanta la amabilidad y la hospitalidad de mi gente de Castañer. Aquí todo el mundo es servicial, nos conocemos y ayudamos como una familia. Yo lo digo con orgullo, que soy de Castañer. Somos un poblado pequeño, pero grandes de corazón”, manifestó la ama de casa de 27 años de edad.

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