Zugey Lamela y Walter Soto León aguardan con gran ilusión la llegada de su bebé
La pareja espera un primer fruto de su unión tras enfrentar la pérdida de tres embarazos, siendo el tercero en una etapa avanzada.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Hubo tormenta reflejada en lágrimas, ansiedad, incertidumbre. Pero la calma llegó con ilusión, fortaleza y esperanza. Los periodistas Zugey Lamela y Walter Soto León están en una etapa aún de incredulidad, alegría, expectativa por conocer el sexo de su bebé y deseosos de poder hacer sus propios cuentos “rompenoches”.
“Ha sido un proceso que nos ha tenido tan y tan incrédulos en tantos momentos que cuando llegó era el momento de decir, ‘vamos a disfrutarlo’, porque llegó y estamos ansiosos por conocer esa carita, por llenarlo de amor, porque cambie nuestras noches, porque dejemos de dormir, oír ese llanto, que cambie nuestra rutina totalmente”, manifestó la comunicadora, exhibiendo la pancita de 16 semanas y media que levemente se le levanta en el abdomen.
El matrimonio deseó traer un hijo o hija al hogar desde hace un tiempo, no obstante sufrieron tres pérdidas que los sacudió en ese anhelo y hasta llegaron a considerar la adopción.
“Nosotros habíamos hablado siempre de la posibilidad de ser padres, del anhelo, de formar familia, y cuando decidimos que llegó el momento, logramos los embarazos, pero tuvimos tres pérdidas, y la última pérdida nos golpeó, nos tiró, nos dio bien duro. Nos sumergió en un mar de desesperación, de tristeza, porque ese embarazo había progresado más que los otros”, compartió la reportera ancla de Telenoticias (Telemundo). “Llegamos a saber que era una niña, había ya un vínculo y una ilusión enorme. Y cuando lo perdimos, que llegamos al médico y en la clínica nos dice, ‘dejó de crecer, ya no escucho latido’. Esas palabras nunca se van a olvidar, esas palabras (llora) resonaron tanto, fue una tristeza tan grande, la familia, nosotros...”.
El pasado 15 de octubre, fecha en la que se recuerda el Día Internacional de la Concientización y Conmemoración de las Pérdidas Gestacionales y de la Infancia Temprana, Zugey publicó un mensaje en sus redes sociales dejando saber que había perdido un embarazo. “Tenemos en nuestros corazones a los pequeños que no podemos sostener en nuestros brazos”, escribió entonces.
La tristeza que dejó esa pérdida fue tan profunda que le comprometió su salud emocional. “Fue un golpe tan fuerte que caí en una depresión, hasta que un buen día Walter, con ese gran corazón que tiene, me dice, ‘tenemos que buscar ayuda, perdimos un hijo, pero no podemos perder nuestro hogar’, y así fue”.
Para ambos fue angustiante no tener un diagnóstico específico que les justificara de alguna manera los abortos naturales. “A veces uno dice, ‘quiero que encuentren algo y nos digan qué es’, y el mismo médico nos decía, ‘lo positivo es que ustedes logran los embarazos’, pero a la misma vez yo decía, ‘sí, pero los perdemos’ ”, recordó la periodista ante la mirada de su esposo.
El tema de la adopción afloró en una etapa de sanación. Consultaron a un albergue en la Isla, y en medio de ese proceso inicial, la madrina de boda les sugirió orientarse en una clínica en Estados Unidos, y acogieron la sugerencia. “Lo intentamos, pero ya sanados, fortalecidos en la fe, con una esperanza, con una confianza en que la voluntad de Dios la íbamos a aceptar y que íbamos a confiar en ese proceso; llenos de amor, de mucho acompañamiento, de apoyo y así fue como llegó ese positivo”, compartió Zugey sin entrar en detalles específicos en torno a la ayuda médica que recibieron.
Inclusive, entre las pruebas médicas que les realizaron, Walter tuvo un diagnóstico de hipotiroidismo.
“Dios nos dio la prueba, nos libró de la tormenta, y con una alegría inmensa, ya sabíamos que estábamos esperando un bebé, pero a los pocos días de saber que estábamos esperando el bebé, comenzaron los sangrados y llegó otra vez el terror, la tristeza y el miedo de perderlo, que aunque uno no lo quiere pensar, era inevitable pensarlo”.
Afortunadamente esa etapa de peligro pasó y, aunque sigue cuidándose y tomando precauciones, llegó el momento de disfrutarse el proceso de gestación.
“Una vez superado el peligro mayor, el médico nos dijo, ‘su hijo es un guerrero, ustedes han superado todo esto’, y ahí fue ese click de empezar a disfrutarnos el proceso, y como en esta etapa hay mucho apoyo, los amigos que han demostrado ser más que amigos, familia, y la familia, me decían, ‘te tienes que disfrutar el proceso, esto es una vez, esto pasa rápido y así fue, y así lo compartimos’ ”.
Zugey, que apenas experimentó la llamada mala barriga, se refirió en varias ocasiones durante esta entrevista en términos masculinos. Habló de su “hijo”, sin embargo, los próximos padres aseguran que aún desconocen el sexo de la criatura, cuyo nacimiento está previsto para febrero 2024.
“No sabemos si es nena o nene, probablemente lo vamos a saber la semana que viene y, de hecho, lo queremos compartir con el público, lo vamos a hacer en el noticiario, porque el público ha sido parte bien importante de este proceso. Una vez Zugey decide abrirse y compartir sobre esa pérdida tan dolorosa, la gente reaccionó de inmediato con mucha solidaridad. En la calle nos detenían y nos compartían sus historias, nos incluían en sus oraciones y en sus intenciones, y por eso tenemos muy presente a la gente y estamos muy agradecidos por eso”, manifestó el también reportero ancla de Telenoticias.
Walter descubrió que las pérdidas gestacionales es, básicamente, un tema tabú, aún cuando ocurre con regularidad. “El proceso nos sirvió para darnos cuenta de que es un tema para el cual no hay mucha referencia, no hay nadie a quien podemos buscar, dónde nos podemos orientar y en gran medida, por eso queríamos compartir esto, que esto es más común, que personas que pueden parecer perfectamente saludables, están teniendo ese problema y es perfectamente natural reconocerlo, ir al médico, buscar ayuda y no perder la esperanza”, apuntó, para seguido señalar la carga emocional y económica que bordean estas situaciones. “Te pone a prueba como individuo, como pareja; esto te une más o te termina de separar, es bien delicado, y de esto no se habla”, subrayó.
El reportero, al igual que la esposa, tuvo sus momentos de temor sobre si se lograba o no otro embarazo por la conmoción que les causaron a ellos y a sus familiares las experiencias previas.
“Zugey dice que estaba muy feliz cuando supo que estaba embarazada, estábamos sumamente contentos porque estaba embarazada, pero detrás de la mente estaba la angustia, ¿y si lo perdemos otra vez?”, dijo. “Nunca quise hablar eso con ella, porque hay mujeres que se sienten responsables, se sienten culpables, se sienten que no pueden y se lo dije siempre, ‘esto no es culpa tuya, estas son cosas que pasan, pasa más de lo que pensamos, más de lo que la gente cree que ocurre, pero tenemos que tener fe’”.
La buena noticia los abraza ahora, comienzan a darse los preparativos en la casa y Walter se prepara con clases de piano para sorprender a su bebé con alguna melodía. Están convencidos de que la criatura llega en un momento de madurez y estabilidad, lo que les permitirá entregarse a la crianza como desean.
“No tenemos tal vez algunas presiones naturales de la edad, de desarrollo personal o profesional, de unas metas que uno se establece. Nos sentimos complacidos con las cosas que hemos logrado y la verdad es que queríamos hace tiempo tener un hijo o una hija y compartir todas las cosas que quisiéramos compartirle y enseñarle”, afirmó el periodista.
Lo visualizamos tanto y estábamos tan positivos y con tanta fe que hicimos el último viaje largo que teníamos planificado, porque decíamos, ‘ahora hay que ahorrar, porque nuestro próximo viaje será a Disney’ ”
-Zugey Lamela, periodista
La pareja ya comienza a plantearse las conductas que asumirán en la crianza: ella más estricta, y él más alcahuete, pero coinciden en heredarle al bebé los valores que recibieron en sus respectivos hogares. “Tengo un ejemplo de mis padres bien grande; me inculcaron mucho respeto, muchos valores para poder enfrentar los desafíos que tiene la sociedad, el mundo cada día es más complicado y hay que criar a esa persona y formarlo como un gran ser humano, es lo que uno quiere”, subrayó Zugey.
Él, por su parte, anticipa que no dormirá, no solo por trasnochadas que le esperan, sino porque en adelante las informaciones que son parte de su diario profesional, de pronto se tornarán en otra preocupación.