Woody Allen y Mia Farrow vuelven a enfrentarse en HBO
El documental trae de vuelta las acusaciones contra el cineasta por presuntos abusos sexuales a su hija.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
PUBLICIDAD
Los Ángeles. - La herida nunca cerrada entre Woody Allen y Mia Farrow vuelve a primer plano con “Allen v. Farrow”, una serie documental que estrena mañana HBO y que recupera las acusaciones contra el cineasta por presuntos abusos sexuales a su hija Dylan Farrow.
Con cuatro episodios dirigidos por Amy Ziering y Kirby Dick (nominados al Óscar por “The Invisible War”, 2012), “Allen v. Farrow” ha causado ya revuelo antes de su estreno y promete avivar aún más el debate en torno a la figura de Allen, que siempre ha negado los abusos y que no afrontó cargos después de una muy polémica investigación.
Los hechos
Woody Allen y Mia Farrow mantuvieron una relación sentimental durante 12 años, que abarcó toda la década de los 80, y trabajaron juntos en numerosas películas como “Hannah and Her Sisters” (1986).
Farrow tenía siete hijos: tres de ellos los tuvo con el director de orquesta André Previn, otros tres los adoptó junto a él (incluida Soon-Yi Previn), y uno más que adoptó ella por su cuenta (Moses Farrow).
Tras iniciar su relación con Allen, Farrow adoptó a una niña en 1985 (Dylan Farrow), y posteriormente el director aceptó que esta fuera hija suya al igual que Moses.
Asimismo, Allen y Farrow, que no se casaron y que vivían en casas diferentes, tuvieron en 1987 a Satchel (luego Ronan).
En agosto de 1992, Dylan Farrow, entonces con 7 años, aseguró que Allen había abusado sexualmente de ella en el ático de la casa de Mia Farrow en Connecticut (EE.UU.).
Allen rechazó esas acusaciones, pero sí dijo que estaba enamorado de Soon-Yi, de 22 años e hija de Mia Farrow y André Previn.
Woody Allen y Soon-Yi Previn, que se llevan 35 años, se casaron en 1997 y tienen dos hijos en común.
Respecto a las acusaciones en contra de Allen, un hospital de Connecticut entrevistó a Dylan Farrow en varias ocasiones y aseguró que no había pruebas de abuso, mientras que el fiscal del mismo estado dijo que había “causa probable” contra el director, pero optó por no llevarlo a juicio para no traumatizar aún más a la pequeña.
Las autoridades de Nueva York tampoco presentaron cargos contra el realizador en medio de un gran escándalo mediático y una enorme polémica por una investigación muy controvertida y llena de puntos extraños.
Allen trató de lograr la custodia de Moses, Dylan y Satchel (Ronan), pero en 1993 perdió el juicio contra Farrow.
En diciembre de 2017, con el auge reciente del movimiento #MeToo, Dylan Farrow escribió en Los Angeles Times un texto preguntándose por qué Allen no había sido marginado por sus presuntos abusos sexuales como había sucedido, por ejemplo, con Harvey Weinstein.
Esa columna cambió la opinión de Hollywood sobre Allen.
Numerosos actores (Timothée Chalamet, Greta Gerwig...) lamentaron haber colaborado con el director, Amazon canceló su acuerdo de producción con él, su cinta “A Rainy Day in New York” (2019) solo se estrenó en EE.UU. de tapadillo un año más tarde y en plena pandemia, y sus memorias “Apropos of Nothing” no se publicaron en Hachette tras las presiones de Ronan Farrow y de las redes (al final se editaron en Arcade).
Lo que aporta el documental
El testimonio de Dylan Farrow es sin duda lo más interesante de “Allen v. Farrow”.
“Hay muchísima desinformación, confusión y muchas mentiras. He sido objeto de todo tipo de dudas, escrutinio y humillación por esto”, dice al referirse a las depresiones, ataques de pánico y miedo a las relaciones sentimentales que ha padecido desde entonces.
Algunos de los momentos más valiosos de “Allen v. Farrow” llegan con los vídeos caseros que Mia Farrow grabó de la pequeña un día después del supuesto abuso.
“Fue al ático (parte inaudible), se puso detrás de mí y tocó mis partes privadas”, asegura Dylan Farrow en esas grabaciones.
También aparecen Mia Farrow y Ronan Farrow dentro de un amplio conjunto de voces que de modo unánime defienden en “Allen v. Farrow” la veracidad de las acusaciones.
“Es mi culpa: yo traje a este hombre a nuestra familia. No hay nada que pueda hacer para eliminar eso. Y entiendo por qué hay gente que no puede creerlo. ¿Quién en toda la Tierra podría creer eso de Woody Allen?”, indica la actriz.
Lo que se echa en falta
Básicamente, la versión de Allen.
Ni el cineasta ni su esposa Soon-Yi Previn aparecen en una serie sobre la que sobrevuela en todo momento la sombra de mostrar solo a una de las partes.
Técnicamente, la voz de Allen sí aparece en “Allen v. Farrow”, ya que los directores emplean extractos en audiolibro de “Apropos of Nothing”.
Pero no queda nada claro por qué escogen unos fragmentos y obvian otros dentro de un conjunto de problemáticas decisiones desde el punto de vista periodístico.
Por otro lado, tampoco se incluyen opiniones contrarias a Mia Farrow y su entorno como la de su hijo Moses Farrow, que ha sido enormemente crítico con su madre, que defiende a su padre, y que en los últimos años ha pintado una imagen muy turbulenta de aquel hogar que poco encaja con la visión idílica que presenta “Allen v. Farrow”.