¿Quién de la actual generación de jóvenes adultos no se fue a dormir alguna vez cantando con “Burbujita” y “Bolillo”?

“Oh sí, oh sí” . Todos los escucharon al menos una vez o dos o tres...

Esta pareja de títeres puertorriqueños aparecía a distintas horas del día para compartir alguna de sus canciones o mensajes educativos, pero fue la canción A dormir la que más los identificó.

“Burbujita” fue el primer personaje que surgió en el programa de radio El control de la mañana, que transmitía la emisora Radio Rock.

La peculiar muñeca de inmediato tuvo una reacción positiva de la audiencia infantil, que comenzó a cargar las líneas telefónicas de la estación para tener contacto con ella.

“Fue una nena quien le puso el nombre de ‘Burbujita’, porque parecía que hablaba en una burbuja y ahí es que surge el nombre”, recordó la productora y propietaria del personaje, Milly Cangiano.

El ejecutivo de televisión David Murphy fue el primero que le hizo un acercamiento a Cangiano para que hiciera un programa piloto. Ese “demo” nunca se transmitió. Murphy pasó de Telemundo a los canales 7 y 11, y volvió a pensar en el personaje infantil.

Lo primero que hizo “Burbujita” fue la canción A dormir, escrita por el doctor José A. Cangiano, hermano de la también columnista de Primera Hora. Así los muñecos entraron de lleno a la televisón a través de unas cuñas y del programa dominical, “Burbujita y Bolillo”.

La primera versión de los títeres estuvo a cargo de un diseñador del Mundo de los Muñecos, pero, según explicó Cangiano, la goma utilizada no aguantó el calor generado por las cámaras de televisión y el color de la piel les cambió.

“Por eso a veces la cara se le veía clara y otras veces oscura”, relató la periodista, quien entonces le encargó al escultor mexicano Alejandro Lemus, radicado en Nueva York, la segunda versión de los títeres.

“Burbujita” y “Bolillo”, quienes eran manejados por las titiriteras Mitzia e Itzia Martínez, Raquel Torres y Virginia Martínez, trascendieron la televisión convirtiéndose en imagen de diversos productos, incluida una biblia para infantes, y anfitriones de diversos eventos familiares.

“No fue sólo un programa de televisión más, era todo un concepto educativo”, destacó Cangiano, quien tiene ofrecimientos para regresarlos a la televisión.

La pareja de títeres abandonó la pantalla con la salida de su creadora de Wapa Televisión para integrarse a Univisión.

“No había cabida para nosotros en televisión y, por otro lado, las muchachas titiriteras fueron creciendo, entonces perdimos la cosa de que pudieran trabajar con nosotros”, comentó Cangiano sin querer revelar quienes hacían las voces de sus querendones.