“The Tragedy of Macbeth”: un masterclass actoral
La visión de los hermanos Coen se une a excelentes actuaciones en esta producción.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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“Tomorrow, and tomorrow, and tomorrow”. Antes de entrar a la sala de cine a ver “The Tragedy of Macbeth”, nunca había leído o visto una interpretación del monumental texto de William Shakespeare, de principio de los 1600s. Leer Shakespeare siempre me ha parecido una ardua tarea, que solo alguien como Joel Coen, y un elenco con nombres como Denzel Washington y Frances McDormand, puede hacer placentera.
“The Tragedy of Macbeth” cuenta la misma historia que la obra literaria. De hecho, la cinta está hablada en prosa, como si se tratase de una obra de teatro. Macbeth y su amigo Banquo, se encuentran a Tres Brujas en el medio del desierto. Las brujas le dicen una profecía a Macbeth de que este será Barón de Cawdor, un título que al momento alguien más posee, y que luego será rey. Esta profecía lleva a Macbeth al borde de la locura, y a hacer cosas impensables para que la misma se haga realidad.
El trabajo actoral de los que hacen Shakespeare en teatro siempre se cataloga como lo mejor en el ámbito. “The Tragedy of Macbeth” no es la excepción. Denzel Washington y Frances McDormand son actores de clase (los 3 Oscars de McDormand por Mejor Actriz son testigos de ello), y el trabajo que hacen en “Macbeth” es fenomenal. Como mencioné, nunca he visto a otro actor encarnando a Macbeth, pero ahora no me puedo imaginar a alguien más que no sea Washington en el papel. Todas sus facetas como actor salen en este papel, y no me sorprenderá si el actor se lleva una nominación al Oscar por su interpretación.
Por supuesto, los hermanos Coen son de los mejores cineastas americanos en, quizás, la historia del cine. Así que es medio redundante decir que la dirección de Joel Coen también se destaca en el filme. Esta es la primera vez que Joel dirige una película solo, sin su hermano Ethan Coen, pero, sin faltarle el respeto a Ethan, la ausencia del otro Coen no se sintió. Coen tomó la decisión de filmar en un estudio cerrado, creando varios sets que hacen que la película se sienta como una obra de teatro, y no de mala manera. La cinematografía, por Bruno Delbonnel, y el diseño de producción también son impresionantes. Cada cuadro de esta cinta podría ser una pieza de arte colgada en un museo.
“The Tragedy of Macbeth” estrenará el próximo 14 de enero en Apple TV+, pero ver esta obra en un cine es digno y necesario, para mayor efecto. Para transportarte a la versión surreal de Escocia que crea el director en esta cinta, creo que es esencial sentarte en la oscuridad de una sala de cine, con la pantalla grande, donde los actores en pantalla se vuelven dioses de 10 pies de altura. Aún así, donde sea que decidas ver “Macbeth”, creo que todos llegaremos a la misma conclusión de que los Coen, juntos, o por separado, son maestros en el arte de contar historias.