Shia LaBeouf se convierte al catolicismo mientras filmaba película
El actor interpretará al Padre Pío en una nueva cinta.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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El nombre de Shia LaBeouf ocupó en los últimos años un gran espacio en los medios, y no siempre fue por sus actuaciones o sus elecciones artísticas. El actor se convirtió en protagonista de escándalos que fueron dinamitando tanto su imagen pública como su prometedora carrera.
Ahora, tras haberse preparado para personificar al Padre Pío en la próxima película homónima, dirigida por Abel Ferrara, el actor asegura que aquellos tiempos quedaron atrás porque encontró en el catolicismo la fuerza que necesitaba para alejarse de los “placeres mundanos”.
En una conversación de casi 90 minutos con el obispo Robert Barron de Word on Fire Ministerio Católico, el actor relató cómo su último trabajo, en el que interpreta al fraile capuchino franciscano, cambió rotundamente sus creencias y su vida.
Los pecados del ‘santo’
En la charla -que fue reproducida por los principales medios estadounidenses- LaBeouf sobrevoló los escándalos en los que se vio involucrado, los cuales incluyen la denuncia por agresión sexual y acoso psicológico que realizó su exnovia, la cantante británica FKA Twigs.
Shia LaBeouf conocido por las películas de transformes se convirtió al catolicismo.
— Gabriel De Sousa ن (@Gabo_1997VZLA) August 25, 2022
Igual que Alec Guinness quien interpretó a Obi Wan Kenobi en Star Wars (1977) también lo hizo en los años 50 luego de interpretar al Padre Brown basado en los libros de @GKChesterton__ https://t.co/YtO8EbK4aM pic.twitter.com/mPBLYHvKw5
“Es un milagro que haya salido viva”, aseguró la cantante en marzo, en una entrevista publicada por la revista ‘Elle’. En el extenso reportaje, la artista relató en detalle los abusos físicos y psicológicos a los que fue sometida por LaBeouf, al que conoció en 2018 durante la filmación de ‘Honey Boy: un niño encantador’, la película autobiográfica sobre los abusos que el actor sufrió en su infancia.
“Creo que sobreviví de pura suerte. Honestamente, me gustaría poder decir que lo hice porque recurrí a mi fuerza interior y encontré la luz. Desearía poder decir: me salvé gracias a mi carácter o por la forma en que me crió mi madre, pero no fue nada de eso. Es solo una cuestión de suerte que ya no esté en esa situación”, explicó la cantante, quien decidió presentar una demanda judicial en contra del actor.
Uno de los incidentes que se mencionaron en aquella demanda ocurrió en febrero de 2019. LaBeouf conducía a toda velocidad cuando, en medio de una discusión, se sacó el cinturón y amenazó con estrellar el vehículo si FKA no le decía que lo amaba.
“Me exigía que lo besara y tocara una cierta cantidad de veces por día. ‘Si me amaras realmente lo harías’, me decía y si no cumplía con la cuota del día, me atacaba verbalmente durante horas, me obligaba a dormir desnuda porque decía que si no, lo estaba apartando de mi cuerpo”, explicó la actriz.
Y reveló: “Insistía con hacerme mirar sangrientos documentales sobre mujeres asesinadas violentamente antes de dormir. Yo me resistía, pero era muy intimidante vivir con él. Tenía un arma junto a la cama y su comportamiento era errático. Nunca sabía lo que podía hacer que se enojara conmigo”.
En la reciente entrevista junto al obispo, LaBeouf también recordó su extraña relación con las armas. “Tenía un arma sobre la mesa. Estaba fuera de este mundo”, reveló sobre uno de los momentos en los que sintió que tocaba fondo.
“Ya no quería estar vivo cuando sucedió todo esto. Sentía una vergüenza que nunca antes la había experimentado, el tipo de vergüenza que te hace olvidar, incluso, cómo respirar. No sabes a dónde ir. No puedes salir. Pero también sentía este profundo deseo de aguantar”, rememoró.
El actor, además, suma un historial de problemas legales, arrestos, comportamientos problemáticos y períodos pasados en rehabilitación por su adicción al alcohol. Ya antes de las denuncias de abuso físico de Twigs y otra exnovia, la estilista Karolyn Pho, LaBeouf había sido captado por una cámara durante un altercado en 2015 en el que mostró signos violentos hacia su novia de entonces, la actriz Mia Goth, con frases como “si me hubiera quedado allí, la habría matado”.
Causa y efecto
Su mal comportamiento lo alejó, además, de los grandes proyectos de Hollywood, luego de que Olivia Wilde decidiera despedirlo de su filme ‘No te preocupes, cariño’. La actriz y directora explicó que la razón detrás de la desvinculación del actor, originalmente contratado para interpretar el personaje que quedó en manos de Harry Styles, fue una respuesta al clima que el actor generaba en el set y a su voluntad de proteger y preservar a Florence Pugh, la coprotagonista.
“Digo esto como alguien que es una gran admiradora de su trabajo: su proceso no fue adecuado a la ética que exijo en mis producciones. Tiene un proceso que, en cierto modo, parece requerir una energía combativa”, expresó.
En la entrevista que brindó esta semana, LaBeouf asegura haber dejado todos los problemas atrás, gracias a la paz que encontró en la fe católica. El actor, que antes se definía como agnóstico o ateo, aseguró: “Cuando todas mis estrategias para tener el control de mi vida, cuando todos mis planes se fueron por la ventana; cuando mi vida condujo a infligir dolor y daños graves a otras personas, levanté las manos y dije: ‘Mis planes son basura’. Ya no quiero estar aquí. Y eso se requería para encarnar a Pío”.
“Es por eso que lo siento como si se hubiese tratado de matemáticas celestiales. Se siente demasiado coincidente para ser una coincidencia”, agregó.
Dos nuevos comienzos
LaBeouf relató cómo fue que se involucró en el nuevo proyecto cinematográfico de Ferrara. Según indicó, comenzaron a comunicarse vía Zoom como parte de lo que llamó un “programa espiritual”.
En una de esas reuniones, el director de ‘Padre Pio’ le propuso que interpretara al santo. En ese momento, el actor admitió que era considerado “una bomba nuclear” y que nadie quería hablar con él, incluida su propia madre.
Esa propuesta, que él consideró “un milagro”, traía aparejada una condición: para meterse en la piel del personaje, debía ingresar a un seminario católico. Aceptó. Allí por primera vez se animó a leer la Biblia y aprendió a “dejarse llevar”.
“Me llegó el mensaje. Ya estaba allí, y no tenía adónde ir. Sentía que esta era la última parada del tren. No había otro lugar adonde ir, en todos los sentidos”, indicó LaBeouf.
Y, desentendiéndose de todos los problemas que lo tuvieron como protagonista en los últimos tiempos, aseguró: “Ahora sé que Dios estaba usando mi ego para atraerme hacia él, y para alejarme de los deseos mundanos. Los dos hechos estaban sucediendo simultáneamente. Pero no habría tenido ningún impulso para subirme a mi auto, conducir hasta el monasterio si no hubiera pensado, ‘Oh, voy a salvar mi carrera’”.
En otro tramo de la entrevista, LaBeouf afirmó que apenas llegó a aquel monasterio, “ocurrió un cambio”. “Era como un truco de cartas. Era como si alguien me hubiera engañado, pero no con malas intenciones, sino de una manera que no podía descifrar. Estaba tan cerca que no podía verlo. Lo veo diferente ahora que ha pasado el tiempo”, expresó.
‘Padre Pio’, que marca el regreso de LaBeouf a la actuación después de retirarse en 2020, tendrá su estreno mundial en el Festival de Cine de Venecia. Ferrara adelantó que su próximo film estará dedicado a contar los años juveniles del religioso más popular de Italia, también venerado en buena parte del mundo, y que fue declarado santo en 2002 por Juan Pablo II en una ceremonia realizada en el Vaticano frente a 300,000 personas.
La película estará ambientada en Italia, inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial y el rodaje se iniciará en octubre próximo en Apulia, la región del sudeste de Italia de la que el Padre Pío era originario y en donde desarrolló la mayor parte de su vida pastoral. Nacido en 1887 en la localidad de Pietrelcina como Francesco Forgione, se convirtió a través de sus prédicas como fraile capuchino en “el santo de la gente”, aunque siempre enfrentó los cuestionamientos y la desconfianza de la Santa Sede, donde llegó a ser calificado como un “impostor”.