Hace dos años, la periodista Saudy Rivera tenía bien claro que su meta sería modificar su alimentación para rebajar de peso y que debía ahorrar $8 mil para no sólo levantarse el busto copa B, sino para también someterse a una lipoescultura en Santo Domingo, República Dominicana.

Y qué mejor que estrenar la imagen con la que siempre soñó en el nuevo shooting de promoción del programa Dando candela de Telemundo, en el que forma parte del panel de comunicadores.

Saudy Rivera, quien es madre de Valeria (9) y Valentina (1), y tiene 35 años de edad, cuenta a Primera Hora que “siempre dije que después de los 35 no iba a tener más hijos y por eso rebajé 22 libras para luego entrar al quirófano”.

La copresentadora, quien pesa unas 140 libras, lleva una dieta estricta en la que ha eliminado las harinas, en especial el pan, y los refrescos, expresa que “yo era copa B y me hice el busto en la misma copa, pero el implante es B full porque no me gustan las exageraciones. Y en eso el doctor (Gabriel de Peña) es bien cauteloso”.

“Me hice la lipoescultura, que era lo que yo quería, porque después del embarazo la césarea te deja un chichito que molesta. Y contrario a la liposucción (tradicional) que es succionando y dando cantazo ahí (en el área), esto es láser que las marcas son minímas. Me hice la lipoescultura y las marcas son chiquititas. Mi marido está fascinado y contento al ver mi satisfacción, porque el que yo me operara no era una prioridad para él”, detalla la conductora de televisión.

Reconoce, asimismo, que algo que la tiene feliz es que sigue rebajando y la ropa le entalla mejor, en el tamaño de ropa es seis y “ahora todo me queda bien”. Tanto así que, dice, el vestido que usó para la sesión fotográfica, tamaño mediano, le quedaba entallado y ahora le queda más suelto.

Respecto a su intervención quirúrgica, Saudy indica que “lo más importante para mí era la cintura y el abdomen. Yo no soy de hacer ejercicios ni de ir al gimnasio, es la realidad. No puedo someterme a ir a un gimnasio, no soy atlética y admiro a quienes lo hacen”.

Ante el resultado final de su cambio de imagen, reitera que “la satisfacción en la calle es maravillosa, aunque lo más cruel es que la gente te dice: ‘Nena, tan gorda que te ves en la televisión y lo flaca que estás’. La televisión te aumenta 10 libras y la ropa depende mucho”. Es consciente de que “yo no soy flaquita, soy de constitución ancha, no hacía ejercicios. Estoy feliz, aguantando bien las comidas, cuidadosa y sigo bajando de peso”.

Según Saudy Rivera, el secreto del éxito tras la operación es “tener un marido (Iván Rivera) que te ayude en todo, de lo contrario, no hubiese podido porque la recuperación es bien fuerte”.

Para este tipo de cirugía estética, Saudy Rivera no tenía duda de que quien la operaría sería Gabriel de Peña, experto en láser y a quien entrevistó en una ocasión. Narra que estuvo dos años empapándose de información sobre el galeno.

“El cirujano Gabriel de Peña es especialista en láser. El hombre ha tenido premios increíbles a nivel mundial. Es americano, trabaja en un hospital europeo en Santo Domingo. Tiene tantas especialidades que fue el primer ginecólogo en hacer una cesárea en láser”, acota.

Orgullosa de su inversión

Sin reparos, Saudy Rivera revela que estuvo dos años ahorrando su inversión de aproximadamente $8 mil para transformar su cuerpo con el levantamiento de sus senos y la lipoescultura.

“La inversión yo la ahorré, me preparé para eso. Eso era para mí, y habrán dicho 20 zanganaces, como que fue un intercambio, si lo fuera, no lo negaría, pero me puedo dar la patá’ de decir que ahorré el dinero. No era que me sobraba (el dinero), lo ahorré”, reitera con simpatía.

Saudy estuvo en el país hermano siete días junto con su esposo y el dinero gastado fue para cubrir esos gastos de hotel y las terapias porque después de operada recibió como parte del tratamiento masajes linfáticos, los que ha seguido en Terramedic en Bayamón por indicaciones del doctor que ofrece esos servicios en la Isla.

“La ventaja es que este médico tiene el seguimieto en Puerto Rico y él siempre me ha estado llamando, me pregunta cómo voy, cómo sigo y hasta quiere una foto”, dice.

Real en la televisión

En cuanto a su participación en el espacio Dando candela, emitido de lunes a viernes a las 6:00 de la tarde por Telemundo, comenta que la clave de su aceptación entre la teleaudiencia obedece a que “soy realista y no sé si es una virtud o mi defecto”.

“Me gustan las cosas claras y como son. Yo no decoro, no empapo las cosas, porque sería falso y yo no soy falsa, soy muy real. Soy como soy, a veces directa, a veces sensible. No pierdo la esencia de quien soy”, precisa.