La boda de ella, la de “Plinia Palerm”, no fue la mejor. Y es que a último minuto la novia se arrepintió y dejó plantado en el “altar” a su novio, el senador Antonio Soto, mejor conocido como “el Chuchin”.

El suceso ocurrió ayer durante la transmisión de Día a día, por Telemundo, como parte de una parodia que involucró a ambos personajes. Pero el desenlace era de esperarse, pues desde el principio de la ceremonia, con un sacerdote borracho (caracterizado por Norman Santiago) no podía esperarse nada bueno.

Aunque lució un corto velo blanco y la tradicional liga, para su boda, “Plinia” no vistió de blanco, sino su típico traje azul con sus llamativas Crocs amarillas. El ramo de flores lo sustituyó por un joven que se llamaba Jorge Ramos.

En cambio, el Chuchin vistió sus mejores galas para el evento, de puro blanco, como si fuera un casamiento real.

Si para algunos el folclórico senador resulta gracioso, pues quizás lo sea en asuntos de política y predicciones, pero como actor no tiene futuro. Apenas habló y se limitó a asentir con la cabeza mientras su “prometida” se lo gufeaba ante las cámaras.

“Plinia” se arrepintió de casarse con el Chuchin cuando recordó las posibilidades que tenía con el también senador Alejandro García Padilla.

“Si me caso con Alejandro viviré en Fortaleza; con el Chuchin viviré en Plan 8. Con Alejandro tendría a Chayanne cantando en la recepción y con el Chuchin a Zafra Negra. Con Alejandro no tendría que llevar nada para la luna de miel, pero con el Chuchin sí...”, comparó “Plinia” justo antes de cancelar el matrimonio.

“Yo sabía que alguien tenía que meterse, y además tenía que ser popular”, fue la respuesta del Chuchin, quien se quedó vestido y alborotado.