Apenas tenía unos seis años cuando el reconocido presentador de televisión Paul Bouche pisó Telemundo en Hato Rey en una excursión escolar, cuya experiencia culminaba con la asistencia al “Show de las 12”.

Al observar al presentador Eddie Miró cuando caminaba hacia el público, mientras lo iluminaban unas luces gigantes en ese estudio helado, el niño de aquel entonces lo que sentía era una calidez que lo dejó fascinado.

“Me dije, algún día quiero ser esa persona que cuando se acerque todo sea alegre y se sienta esa calidez. Desde ese momento supe que quería hacer televisión”, expresó el comunicador, quien también tiene muy frescos los momentos vividos cuando inició su carrera, precisamente en el Canal 2, como actor en programas como “En casa de Juanma y Wiwi”, así como en “La Pensión de Doña Tere”, cuando el productor Paquito Cordero le dio la oportunidad.

Han sido muchas las lecciones aprendidas desde entonces, luego de partir a Estados Unidos para culminar su maestría y más adelante fundar su compañía productora Astracanada Productions. De eso han pasado tres décadas y Paul se considera un eterno aprendiz, que de la pantalla televisiva se ha ido moviendo a todo lo que conlleva la era virtual.

Este productor de padres argentinos nacido en Puerto Rico, se ha dado a la tarea durante los pasados tres años de digitalizar todo el contenido de los programas de variedad que ha producido a lo largo de su carrera, que incluyen entrevistas a un sinnúmero de personalidades del mundo del espectáculo, bromas y comedias, para que no solo quede perpetuado, sino para que el público pueda revivir aquellos momentos únicos transmitidos en la pantalla.

“A raíz de los 25 años de nuestra casa productora y de lo que fue mi primer programa, ‘A oscuras, pero encendidos’, agarramos las horas de las que tenemos derechos, que son unas 3 mil, digitalizamos y remasterizamos todo ese contenido durante tres años y en julio de 2020 lanzamos mi nuevo canal en YouTube que lleva mi nombre y cronológicamente comenzamos a publicar desde el año 1995 en adelante”, expresó el comunicador.

Desde Celia Cruz, Lucecita Benítez, Ricky Martin, Tito Puente y Luis Fonsi, hasta Gilberto Santa Rosa, Tito Rojas y Chayanne, entre tantos otros de diversos géneros, forman parte de este recorrido que irá publicando.

Mientras se encuentra inmerso en lo que es su nuevo canal, que a solo meses cuenta con unos 2,600 suscriptores, a Paul no deja de sorprenderle que el 40% del público que le siguen sean personas de 18 a 34 años y otro 40% sean 35 a 44 años.

“A 30 años de carrera, me siento como si estuviera empezando de cero. Vengo a Puerto Rico y me han tratado con un amor inmenso. Pero vamos, no soy ni José Miguel Agrelot ni Raymond Arrieta. Soy una persona que está empezando, que ahora está agarrando el producto de su trabajo de 30 años y volviendo a un medio completamente nuevo. Ahora he tenido que aprender todo este nuevo lenguaje que adoro del mundo virtual. Es mucho mejor, hay menos intermediarios y menos gente que mete menos el dedo en la masa del pastel. Estoy aprendiendo y este medio te permite saber quién te está viendo exactamente y qué impacto tiene tu trabajo”, añadió.

A medida que vaya creciendo su canal de YouTube, Paul tiene la intención de integrar contenido nuevo, un programa completo con orquestas, comediantes y entrevistas. Como ya ha hecho una costumbre, para este planifica incluir un grupo de unos 20 jóvenes estudiantes de comunicaciones para que les sirva de taller y aprendizaje sobre lo que es el proceso de crear un programa.

Durante este tiempo, Paul vive en paz conmigo mismo, teniendo claro que las luces y todo el ambiente que envuelve a la televisión es como un espejismo.

“Nunca puedes olvidar que tú eres más que el hijo de tu papá y de tu mamá. Y eres el hermano de tu hermana, el amigo de tu amigo. Todo lo demás es ‘frosting’, que se lo quitas y la esencia es lo que hay ahí”, dijo el comediante, quien no ha permitido que los humos se le suban a la cabeza.

El también locutor asegura que el cable que siempre lo ha mantenido con sus pies firmes sobre la tierra ha sido enseñar en la universidad la misma cantidad de tiempo que ha llevado trabajando en la televisión. Han sido dos pasiones que ha llevado de la mano.

“La universidad es estar en función del otro y es hacer algo que te da un sentido de propósito. La vida se trata de ‘pay forward’, de tratar de brindar lo más que uno pueda y que tenga propósito para los demás. Creo que uno solamente es útil en la medida que el trabajo que uno hace puede mover o tocar la vida de otra persona”, dijo el actor, quien da una a dos clases por semestre relacionadas con los medios de comunicación y ética, además de ofrecer seminarios en universidades de diversos países que visita. “Disfruto estar en contacto con la gente joven y ver qué sienten, qué piensan. Para mí es terapéutico, es aprender, ver que los mueve”.

Desde los seis años tenía esa misión de llegar a la televisión y todo lo que hizo sobre la marcha, a nivel de estudio, cada paso de cada cosa, cada dólar ahorrado, era con ese objetivo. Al no ser seleccionado en ninguno de los castings a los que acudió, por tener cara de cura y no de galán, dijo, contó que, para poder llevar a cabo su sueño de tener su programa se lo tuvo que inventar y a los 25 años hizo un préstamo en el banco junto a sus ahorros. Así fue cómo, arriesgando lo que tenía, comenzó en un canal incipiente.

“Si uno no tiene expectativas, pero sigues tratando, eventualmente con felicidad logras. Es el no tener expectativas, pero seguir trabajando con un objetivo. El éxito es, o lograr lo que tú quieres o morirte tratando. Para mí si te moriste tratando es igual de exitoso que si lo lograste. El fracaso solamente ocurre cuando tú dejas de caminar hacia adelante. Cuando tú te diste por vencido por ti mismo, ese día ahí sí se terminó”, concluyó el también ganador de un Premio Emmy.