"Oso Blanco": más que un infierno
El documental muestra lo que ocurrió en el antiguo Oso Blanco y la relación de amistad entre un preso y un guardia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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En el 2006, los directores de cine Christian Suau y Ramiro Millán se encontraban en la Penitenciaría Estatal de Río Piedras, Oso Blanco, como parte de la filmación de un vídeo musical.
Desde mucho antes compartían la curiosidad sobre los relatos ocultos en esas paredes, pero cuando los realizadores vieron la relación de amistad entre el preso Ángel Luis Feliciano, alias “el Jíbaro”, y el guardia César Flores, se convencieron de que había que contar una historia enmarcada en este complejo carcelario.
El camino para el estreno del documental Oso Blanco, en su país, ha sido largo por los permisos, días de filmación, cambios del final y presentaciones en festivales internacionales. Pero llegó el día para proyectar el documental ante un público que conoce o ha escuchado hablar de esta prisión. La pieza fílmica se proyectará a partir de mañana, jueves, en los cines de Fine Arts en Hato Rey y en Miramar.
Suau explicó que el filme se divide en dos partes: lo que ocurría por esos pasillos y la relación de amistad entre el confinado y el guardia penal. “Son dos capítulos. El primero es el infierno que se conoce como Oso Blanco, como protagonista. El segundo es la historia humana, de amistad, entre el preso que más tiempo llevaba encerrado en el sistema de corrección y el guardia”, mencionó el cineasta en referencia al lugar –actualmente despoblado– donde se gestaron los dos bandos más notorios del sistema correccional de Puerto Rico: la “Asociación Ñeta” y “Los 27”.
“Cuando vimos al preso y al guardia, nos miramos porque era algo de lo que había que hablar. Por mi parte, siempre pasaba por Oso Blanco y al ver sábanas quemadas y escuchar gritos, me preguntaba qué está pasando allá dentro. Aprovechamos cuando ya estaban los últimos presos, pero está todo el lugar, las leyendas y estos superamigos que se veían todos los días”, añadió Millán sobre el proyecto que respaldaron el productor Donald K. Ranvaud (City of God) y el director de fotografía Willie Berríos.
Los realizadores puntualizaron que en el trabajo audiovisual se entrelazaron imágenes del proyecto fílmico Casa sin ventanas, de Luis Collazo, fotografías, animaciones de Yarim Machado y entrevistas, como la del ex secretario de Corrección, Miguel Pereira.
“El mismo Pereira dice que la rehabilitación no funciona, que nuestra guerra contra las drogas nunca se va a ganar y que los fondos que inviertes en el encarcelado serían más útiles afuera”, comentó Suau.
Millán y Suau coincidieron en que quieren alertar a la juventud sobre la situación real en las cárceles. Por tal razón, los cineastas tienen como meta presentar el documental en las escuelas del país.