“Él amó esa tierra, esa tierra le liberaba de los pensamientos de guerra, en esa tierra además había tenido hijos, había tenido nietos, había sido hombre”.

Las raíces sembradas por el cantautor Tony Croatto (1940-2005) en suelo puertorriqueño fueron más profundas que su obra artística. Así lo reconoce su hermano mayor, Tim Croatto, con quien formó la agrupación Los TNT, que en la década de 1960 lo llevó a conquistar el aplauso del público de España y de otros puntos de Europa. Ese grupo lo completaba la hermana Nelly.

Estas historias el público las podrá conocer a partir del documental Croatto, la huella de un emigrante, que debuta hoy en los cines de Plaza Las Américas.

El documento ideado por Silverio Pérez es un “peregrinaje visual, emocional, musical e histórico” por los lugares que delinearon la vida de Croatto, desde su origen en Italia, su traslado a Uruguay y finalmente su residencia en Puerto Rico, una isla que lo acogió y que él hizo suya.

Dirigido por Mariem Pérez, el proyecto fílmico transporta a la audiencia por ese recorrido a través de las voces de los hijos de Croatto, Alejandro y Hermes, y del nieto Ale, quienes se encuentran con familiares, conversan y cantan lo que ahora es el legado del legendario italo-uruguayo-boricua.

“Yo no tenía ni idea de lo grande que era papi artísticamente”, comparte el menor de los hijos del músico, Hermes, en el trailer del documental, que también se exhibirá en el Centro de Ciencia y Tecnología del Caribe en Caguas (C3Tec), los días 12, 13, 19 y 20 de noviembre.

“Este documental es un homenaje a su vida y a la historia de Puerto Rico vista desde los ojos y el corazón de un ‘extranjero’ que amó nuestra patria sin límites”, expone Silverio Pérez, quien trabajó de la mano de su esposa y productora del proyecto, Yéssica Delgado, de Abracadabrarte. La edición fue un trabajo de Lou Alers.

Con el estreno de Croatto, la huella de un emigrante se cierra el ciclo de “Tony Croatto 75”, que inició en el 2015 en conmemoración de los 75 años de vida que tendría el músico y los 10 de su partida.

Los recaudos de este trabajo dado a la nostalgia irán destinados a la Fundación Árboles Fuertes, que dirige Hermes Croatto para trasladar a la educación los valores humanos y artísticos que promulgó su padre.