Nicky Jam creció buscando a su madre... y la encontró
La serie sobre la vida de la estrella urbana no solo retrata su tragedia en las drogas, sino sus vacíos familiares.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Dice Nicky Jam en la serie sobre su vida, “El Ganador”, que todo lo que hizo desde la niñez hasta su adultez temprana -drogas, maleanteo callejero y relaciones tóxicas-, tenía una raíz que a simple vista no era perceptible, pero caminaba con él: la ausencia de su madre.
Desde muy niño, en una creíble actuación de Avery Rodríguez, sufrió los estragos de un hogar disfuncional. Su madre -interpretada en esa primera etapa por Mariana Monclova- era usuaria de drogas y se prostituía para mantener el vicio. El intérprete se crió en Lawrence, Massachusetts, con su papá (Alexon Duprey, José Caro), también usuario de drogas, su mamá y su hermana Stephanie (Leli Hernández, Lian Terreo).
Muchas veces su mamá lo dejó cuidando a su hermana mientras ella buscaba cómo resolver su adicción. El papá, igualmente, hacía malabares para buscárselas y subsanar un poco la ausencia maternal.
Ese vacío, según se da a conocer en un conmovedor relato del propia artista a lo largo de la historia, se acentuó cuando llegó a Puerto Rico con su padre y hermana. Aún era un niño y su entorno violento se agudizó.
La música comenzó a definirlo en la adolescencia. También las drogas. Le gustó el “poder” de la calle, según se establece claramente en la producción que estrenó en Netflix el pasado 21 de abril, aunque ya se había visto en otros medios.
Cuando volvió a saber de su mamá, ya no era Nick Rivera Caminero, sino Nicky Jam. Uno de “Los Cangris”, el otro era Daddy Yankee.
Un show en la ciudad de su infancia lo llevó a buscar a su madre. Llegó a un apartamento y la mujer que abrió la puerta no lo reconoció. Entró entonces la actriz Yamaris Latorre a representar a “Isabel Caminero”, la madre adulta. Ese reencuentro es desgarrador para ambos, tanto que ella no pudo con el dolor y lo volvió a dejar esperando.
Ese Nicky adolescente lo interpreta Darkiel, otro intérprete urbano, cuyo flow natural igualmente le da credibilidad a su actuación.
El vicio de la estrella del reguetón creció igual o más rápido que su éxito en la música, pero no lo vió. Vivía en una búsqueda constante de alivio, de escape. Llegó a Colombia -siendo y protagonista de esa parte de su historia- y tuvo que decidir entre la vida o la muerte. Su papá, otra vez en su doble rol, lo ayudó a limpiarse.
En el guión escrito por Jorge Dorantes, Arí Maniel Cruz, Kisha Tikina Burgos y Ray Figueroa, hay tanta realidad como ficción, pero según la historia, Nicky Jam volvió a buscar a su madre cuando ya daba señas de la estrella que es hoy día.
Su nueva vida quizás no hubiese sido como es sin esa mamá, porque como también dice en su relato, vió a muchos de sus amigos sin padre, pero pocos o ninguno sin su madres. La representación de Latorre de esa madre que logra salir de su desgracia de la mano de su hijo es sobrecogedora.
“Llevo la historia de esta valiente mujer y de Nicky en el alma”, comentó la actriz en una publicación en su Facebook.
”El ganador” es un drama que atrapa, quizás porque es una figura tan presente y mueve a conocer más de lo sabido sobre su adicción. La dirección de Jessy Terrero mantiene esa intriga y revela -sin entrar en juicios- cómo ese núcleo disfuncional lo marcó.