Luego de protagonizar la telenovela Flor salvaje, la actriz venezolana Mónica Spear tenía muy claro lo que quería hacer.

Todo el tiempo que tuviese, cada minuto, lo dedicaría a su hija, Maya (de cuatro años de edad), con quien no había compartido lo suficiente debido a su trabajo.

Así que tan pronto tuvo libertad en sus manos, la artista empacó sus cosas y se fue cuatro meses a París con su pequeña.

Pero antes de hacer las maletas, la actriz decidió que era tiempo de cambiar. Una noche llamó a su peluquero y le dijo que le recortara su larga melena. Liberada de trabajo y de un poco de cabello, Mónica empacó y partió a la aventura parisina con su hija, fruto de su relación con su ex esposo Henry Berry. Allí tomó clases de francés y también aprendió a bailar flamenco.

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“Para mí, la actuación no es mi vida; yo tengo una hija y me gustan muchas otras cosas, como ir al cine, bailar, salir, viajar, me gusta hacer de todo”, compartió Mónica Spear.

La actriz conversó sobre la relación que mantiene con su hija luego de ofrecer detalles de su nuevo rol protagónico en la telenovela Pasión prohibida, que estrena en Puerto Rico el próximo 12 de febrero a las 8:00 de la noche por Telemundo.

Mónica Spear compartirá roles con el actor cubanoamericano Jencarlos Canela y con la veterana actriz mexicana Rebecca Jones.

En este melodrama, la venezolana personificará a “Bianca Santillana”, una joven de alta sociedad, cuyo mundo se derrumba al presenciar la muerte de su padre.

“Bianca” culpa a su madre, “Flavia” (Rebecca Jones), una mujer déspota, codiciosa y vanidosa, del fallecimiento de su padre y por eso hará todo lo posible por destruirla. Pero los planes de “Bianca” se alteran cuando conoce a “Bruno Hurtado” (Jencarlos Canela), el guapo sobrino de “Ariel Piamonte” (Roberto Vander), un hombre de algunos 50 años con quien “Bianca” se casa para hacerle la vida imposible a su madre.

“Ella tiene una lucha por no parecerse a su madre, pero cada día que pasa se da cuenta de que se va pareciendo más a ella y se le van saliendo esas cosas de déspota muy natural”, explicó Mónica Spear sobre su personaje durante un encuentro reciente que sostuvo con este y otros medios en los estudios donde se graba la telenovela en Miami.

El interpretar a “Bianca” le ha hecho pensar a la actriz en el rol más importante de su vida: el de madre. Indicó que jamás se imaginaría teniendo una relación conflictiva con su hija, como la que tiene su personaje con su madre.

“Cuando no trabajo, estoy mucho con ella y le enseño muchas cosas para que sea una niña independiente. Cuando trabajo, trabajo muchísimo, y la veo muy poco, pero cuando estoy con ella, me entrego y tengo muy buena comunicación con ella”, manifestó.

Mónica Spear, por otro lado, señaló que, aunque reconoce que estos meses estará distante de su pequeña, está feliz de estar de vuelta en un proyecto dramático. Indicó que es la primera vez que actúa con Jencarlos Canela y con Rebecca Jones. Sobre el guapo actor dijo que la química ha sido maravillosa y que ambos son personas dispuestas a aprender.

También comentó que todo se hace más fácil con Jencarlos, ya que “no me cuesta nada mirarlo”. Sobre Rebecca Jones, comentó que anda como una esponja, aprendiendo todo lo que pueda de la veterana actriz mexicana.

“Tengo muchísimo que aprender y cuando tengo a mi lado actrices como Rebecca Jones, me pongo como una esponja y aprendo, porque esa es la manera de crecer”, concluyó.


La actriz fue asesinada junto a su esposo en Venezuela.