Mayra López Mulero un poco rígida en su programa de radio
Se circunscribió a un formato demasiado lineal.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
PUBLICIDAD
Las cosas como son; sin rodeos, adornos o tapujos.
Esa fue la consigna de la licenciada Mayra López Mulero durante la primera transmisión de su nuevo programa, Una mujer con pantalones, que estrenó ayer, lunes, a las 7:00 de la noche, a través de WKAQ 580 AM, cadena noticiosa de Univisión Radio Puerto Rico.
Como era de esperarse, López Mulero se valió de sus armas más poderosas: la firmeza, la valentía y la tenacidad, para denunciar lo que entiende afecta a Puerto Rico. No obstante, se le escuchó un poco rígida y tensa al aire, quizá traicionada por los nervios del primer día.
Y es que no es lo mismo ser invitada que ser mantenedora. Pero a medida que fue transcurriendo el programa, la abogada le fue cogiendo más confianza al micrófono, aunque aún le falta camino por recorrer en la animación radial.
Durante la primera edición del espacio, la interacción con el público a través de las líneas telefónicas brilló por su ausencia, a pesar de que López Mulero había adelantado que esa dinámica se iba a dar al aire.
La conversación con los radioescuchas hubiese sido un excelente complemento. Hizo falta para romper un poco con el ritmo lineal que llevó la comentarista durante toda la transmisión.
La abogada litigante inició su programa haciendo un llamado a los padres de estudiantes de escuelas públicas. Denunció la falta de interés de algunos de estos ante los estudios de sus hijos. Los instó a que tomaran control de la vida de los menores ante la alarmante cifra de deserción escolar dentro de este sistema en Puerto Rico.
“Un 25% de estos estudiantes abandona la escuela. Hago un llamado a ser buen padre”, recalcó a través de los micrófonos del 580 AM.
La profesional en Derecho también tocó el tema del juicio que recientemente se llevó a cabo contra la empleada doméstica dominicana Aida de los Santos. Opinó que los fiscales en dicho caso hicieron el ridículo y opinó que el pueblo puertorriqueño ha perdido confianza en sus sistemas de justicia.
Finalizó con el caso de Pablo Casellas, pero desde otro ángulo, con la participación del doctor Carlos Portocarrero. El galeno habló de las implicaciones de entrar en un estado comatoso como el que se alega está Casellas.