La actriz puertorriqueña Laura Carmine se deja llevar por quienes saben de la industria de la telenovela.

A pesar de que le gustaría que los culebrones actuales se distancien de los clichés y las protagonistas que no paran de llorar, la intérprete indicó que la teleaudiencia exige unos ingredientes particulares para disfrutarse un melodrama de principio a fin.

Así que las venganzas entre familias, el odio incontrolable, las envidias, las infidelidades y los sufrimientos no podrán quedarse afuera, según dijo la joven sobre lo que ha aprendido de los ejecutivos de los canales.

“Cuando le cambias eso al público, no ven las telenovelas. Cuando tienen otros elementos, se convierten en tipo serie. La gente está acostumbrada a los buenos y a los malos, a un formato. Pero esta telenovela no es tan típica. Mantiene unos elementos de melodrama, pero no es de la pobre que se convierte en rica”, comentó la artista en referencia a Amor bravío, que inicia hoy, lunes, a las 8:00 de la noche, por Univisión Puerto Rico.

El proyecto televisivo cuenta con las actuaciones principales de Silvia Navarro y Cristián de la Fuente, con César Évora, Leticia Calderón y René Strickler. La boricua Laura Carmine interpreta a “Ximena Díaz”, uno de los personajes antagónicos y media hermana de “Camila” (Navarro). En la historia predomina la venganza, la ambición y la desgracia de dos familias, cuyas vidas tendrán puntos de encuentro.

“Somos cuatro antagonistas. Uno de los valores de la novela es la oportunidad de ver tan buenos actores. La historia es muy rápida y tiene elementos bonitos por las similitudes que se crea entre el amor de los protagonistas y los toros. La protagonista es veterinaria”, expresó.

En estos meses, Carmine ha podido diversificarse con papeles protagónicos y antagónicos, lo que para ella es una ventaja porque no la han encasillado en ciertos roles.

La artista firmó un contrato con Televisa por seis años, de los que ha transcurrido solo uno. Por tanto, la intérprete apenas tiene tiempo para explorar otras ramas artísticas.

“Me encanta el cine porque agarras la fibra del personaje. Aquí, en las novelas, no hay secuencia de las emociones y es más express. Pero todo lo tomo como un reto y busco la manera de que los personajes me hagan crecer. Cuando me tocan protagónicos, no me gusta la protagonista muy buena e inocente. Me gustan los personajes con carácter, como en Amor bravío”, dijo quien, como espectadora, nombra a El clon como su melodrama favorito.