La historia real de “¿Quién mató a Sara?”
José Ignacio “Chascas” Valenzuela, escritor de la serie de Netflix, dice por qué ha sido tan exitosa.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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“¿Quién mató a Sara?” (”Who Killed Sara?”) es un éxito desde que llegó el pasado 24 de marzo a Netflix. A lo largo de sus 10 primeros episodios, la ficción mexicana captura la atención del público a partir de la investigación de un crimen que aún no ha sido resuelto.
Poco después del lanzamiento de su primera entrega, Netflix confirmó la realización de una segunda temporada que será estrenada el 19 de mayo, apenas dos meses después de su debut en la plataforma de streaming.
Creada por José Ignacio “Chascas” Valenzuela, “¿Quién mató a Sara?” es una serie mexicana de Netflix que sigue a “Alex Guzmán” (Manolo Cardona), quien tras cumplir 18 años de injusto encarcelamiento, recupera su libertad y de inmediato intenta descubrir quién asesinó realmente a su hermana y por qué la familia Lazcano lo culpó del crimen.
En esta búsqueda, “Alex” sigue un camino mucho más peligroso del que imaginaba y cuando finalmente identifica al verdadero culpable, desea no haber buscado venganza jamás.
“¿Quién mató a Sara?” logró tener mucha acogida en varios países de América Latina. Pero, ¿cuál es la fórmula del éxito de la serie mexicana? Sin duda, su gran historia de suspenso y misterios que nació gracias a su creador chileno.
El apodado “Chascas”, quien comenzó su carrera en los años 90′, contó en una entrevista para Televitos cómo nació esta historia.
“El génesis mismo de ‘¿Quién mató a Sara?’ nació de mis conversaciones con Roberto Stopello (uno de los CEO de Netflix). Él quería para Netflix una serie latinoamericana de suspenso. Ese fue su ofrecimiento, quería un thriller, una historia de venganza y con eso armé todo”, contó Valenzuela.
El creador reveló que su inspiración básica fueron las novelas de Agatha Christie. “Fueron las novelas policiales en donde hay un enigma muy poderoso al principio, hay un puñado de personajes todos sospechosos, todos con la posibilidad de haber cometido ese crimen, pero solamente uno de ellos fue”, explicó
“La gracia es pasearse por todos, sospechar de todos e ir descartando a todos, esa fue la gran inspiración. Esto nació de mis conversaciones con Stopello junto con mi gusto y capacidad personal de poner en pantalla historias de este tipo porque me apasionan y creo que en general dan buenos resultados”, agregó el creador de la serie .
No cabe duda que la fómula funcionó. Tras el estreno simultáneo en 190 países, durante 15 días la serie se colocó en el número uno en todos esos lugares. “Todavía no lo asumo. Tengo la certeza de que me va a caer la teja en algún momento, y cuando eso pase, me voy a desplomar. Pero también sé que me voy a demorar veinte minutos en retomar la conciencia y decir: ‘¿Y qué tengo que hacer ahora?’. Es que así lo hago siempre”, señaló el escritor en una entrevista con El Mercurio.
Ese dudar de siempre lo llevó a pensar si aceptaría la propuesta que en enero pasado le hizo Stopello. “Le dije que lo iba a pensar. Y no solo porque no sabía qué decir, era también porque tenía que mirar la pared. Eso es cuando necesito sentarme, parar el ruido, porque mi vida siempre tiene mucho ruido alrededor, y mirar para adentro. Ver si puedo, si quiero, si soy capaz, qué consecuencias va a tener, no laborales ni económicas, sino qué consecuencias va a tener conmigo y en mi relación matrimonial”, expresó desde su oficina en su casa en Miami, la que comparte con su marido Anthony y su hija Leonora.
Tras recibir la llamada de Netflix, lo primero que hizo fue matricularse en la UCLA para estudiar guión de series. “Siempre parto de la base de que no sé, es un rasgo mío, a lo mejor de una inseguridad feroz que tengo. Si me piden que escriba un libro, digo: ‘No voy a poder’. Entonces, lo hago para probarme a mí mismo que fui capaz. Además, súmale el hecho de que soy bastante … soy maniático, obsesivo, riguroso conmigo mismo, me pongo la vara siempre muy alta”, acotó.