La historia de Fifty Shades of Grey no es un cuento de amor
Una psicóloga opina que el control y el poder de una de las partes sobre la otra son el cimiento para manifestaciones de violencia física, sexual y psicológica, tal y como se presenta en la trilogía.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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La historia de Fifty Shades of Grey no es un cuento de amor. Tampoco es un relato de romance, de erotismo, ni presenta fielmente las prácticas del sadomasoquismo, como se ha querido vender, opina la psicóloga Karen Vázquez.
De acuerdo con Vázquez, quien también es educadora sexual certificada, 50 sombras de Grey es un cuento en el que la autora, E.L. James “disfraza de romanticismo lo que realmente es una historia de violencia doméstica y de agresión sexual en una relación de pareja”.
Y es que el control y el poder de una de las partes sobre la otra son el cimiento para manifestaciones de violencia física, sexual y psicológica, tal y como se presenta en la trilogía y en la película que se basa en la primera entrega del éxito literario.
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Aparece por un lado “Anastasia”, una joven universitaria, de 21 años, que por hacerle un favor a su compañera de hospedaje va a entrevistar a “Christian Grey”, un guapo y multimillonario empresario, dueño de una gran compañía y, según más tarde lo descubriría, obsesivo de prácticas sadomasoquistas.
El hombre comienza a buscar y a aparecer en distintas instancias de la vida de la chica para luego proponerle que se convierta en su “sumisa” y que lo complazca en sus fetiches sexuales. Ella, impresionada por la imponencia de Grey, queda prendada de él, cede a muchas de sus peticiones, que conllevan el uso de esposas, látigos e infligir dolor.
“Cuando en las 50 sombras de Grey se utiliza esta práctica, me parece que se olvida, que una regla fundamental en la práctica sadomasoquista es que tiene que ser por consentimiento mutuo. Eso establece la diferencia entre lo que caería bajo práctica sadomasoquista o bajo violencia doméstica, o en este caso bajo agresión sexual porque se recrean escenas sexuales donde el Sr. Grey tiene en total control y dominio a la sumisa Anastasia”, establece la psicóloga.
Además, dice, las instancias de la relación erótica afectiva en el sadomasoquismo, no se trasladan a la cotidianidad.
Afirma Vázquez, que Christian Grey, como personaje ficticio, fue construido con características que responden a la de un hombre agresor, características por las que habría que estar alerta en una relación real por representar un gran riesgo para la otra parte.
1. Pretende controlar el comportamiento y el movimiento de Anastasia
Christian Grey le propone a Anastasia firmar un contrato de confidencialidad para no divulgar detalles de lo que comparten juntos. Luego, otro acuerdo legal en el que estipula todo lo que quiere que ella consienta, desde el uso de objetos y juguetes sexuales para infligirle dolor como parte del encuentro íntimo, hasta la dieta que ella debe llevar, que excluye el consumo de alcohol, y el ginecólogo que debe visitar. Establece, además, qué días ella dormirá en su casa, en qué cuarto de su lujoso apartamento, qué ropa vestirá, y cómo lo esperará siempre antes de un encuentro sexual: arrodillada y con las manos extendidas.
2. Ejerce control económico
Señala la especialista que cuando en una relación la persona controladora provoca que la otra dependa económicamente, a la víctima se le va a hacer muy difícil salir. En la cotidianidad, interrumpe sus clases, no quiere que estudie o trabaje y se autodenomina administrador de las finanzas del hogar.
En el filme, Christian Grey le deja saber a Anastasia desde el primer encuentro que es un hombre muy poderoso. Cuando comienza a interesarse en ella, le regala una colección de libros muy caros, una computadora y más tarde, como obsequio por su graduación de bachillerato, vende el auto Volky que ella manejaba y le compra un carro deportivo de lujo.
“Anastasia no podía pagar el carro que él le regaló, por lo tanto, para ella mantenerlo, tenía que estar con él”, acota la psicóloga. Más tarde en la trama, Grey compra la compañía donde Anastasia trabajaba, “así que para ella mantenerse trabajando va a tener que ser bajo él como jefe. Todo eso es control económico”.
Agrega que “la computadora él se la regalaba, pero era para tener control sobre ella. Y los teléfonos y toda esa tecnología que él le suplía a ella y le dice, y aquí viene la parte romántica: ‘es para mantenerme en contacto contigo, para saber de ti’, pero realmente es control lo que hay detrás de todo esto”.
3. Aparece en los lugares donde está la víctima, sin ser invitado, sin avisar antes
“Es intimidación cuando él de pronto aparece por arte de magia. Anastasia podía estar trabajando y él de pronto estaba afuera. Ella estaba compartiendo con su mamá, y él llega sin previo aviso. Donde quiera que ella estaba, él, de alguna manera se le aparecía, sea que le enviaba algo, sea que le decía ‘sé dónde estás’. Todo eso son manifestaciones de violencia doméstica que fueron suavizadas, disfrazadas a través del romanticismo”, sostiene Vázquez.
4. Es celoso e interfiere con sus relaciones familiares y amistades
Grey interroga a Anastasia sobre los hombres con los que ella coincide en “sus gangueos” y en el trabajo. Hace gestos de desaprobación o “monta cara” cuando ella expresa durante una conversación en la que revela que pasará unos días con su madre en Atlanta.
5. La agrede sexualmente
Apunta la psicóloga que las relaciones conyugales es el contexto donde más agresiones sexuales ocurren en la vida real.
“Toda conducta sexual que se dé sin el consentimiento de ambas partes, estamos hablando de que es agresión sexual”, sentencia Vázquez.
“En el caso de 50 Shades of Grey, él iba a determinar cuándo se iba a tener sexo y cómo se iba a tener sexo. Él utilizaba la fuerza física, él golpeaba a Anastasia. En una ocasión, le golpeó tanto las nalgas que ella no podía sentarse al otro día y ella lloraba de dolor”, sostuvo.
Aclara Vázquez que como práctica del juego sexual, en la relación sadomasoquista, se tienen unas reglas, se establecen unas palabras claves que determinan hasta dónde va a llegar esa relación. “Grey hacía lo que a él le daba la gana. Todo esto definitivamente cae bajo la agresión sexual”, argumentó.
El consentimiento no justifica el abuso
Ante críticas similares que se han levantado en distintas partes del mundo, se ha intentado justificar la trama con un argumento basado en que Anastasia ha permanecido en esta relación porque ha querido y ha consentido cada una de sus instancias.
Pero hay que recordar que las mujeres permanecen en relaciones de abuso y violencia por innumerables razones.
“Ella decidió permanecer ahí a la expectativa, que es lo que pasa muchas veces cuando se dan los patrones de violencia doméstica, las mujeres se enganchan, se vinculan afectivamente primero que el varón”, amplía Vázquez.
Añade que con el personaje de Anastasia se perpetúa la idea de que las mujeres necesitan de un hombre para ser rescatadas, “un hombre que conduzca la sexualidad de ella”, pero a la misma vez de que es responsable por ayudarlo a superar su disturbio.
“Las 50 sombres de Grey lleva a muchas mujeres a validar la relación que tienen. A seguir enfatizando en ese rol de rescatista, de que la mujer tiene que estar ahí y aguantar con la esperanza de cambio. Ves a las mujeres de la vida real pensando que ellas son las responsables de mantener ese núcleo familiar y la relación de pareja. Estas historias pueden fomentar en la mujer la tolerancia ante lo intolerable, que es la violencia”, puntualiza.
Las mujeres que necesiten ayuda para salir de relaciones de violencia pueden llamar a la Línea de Orientación de la Oficina de la Procuradora de las Mujeres al 787 722-2977.