El detente forzoso que debió enfrentar la industria audiovisual alrededor del mundo debido al coronavirus hizo que las estrellas se recluyeran en sus casas durante meses, dejando de lado el glamour que las caracteriza.

En una entrevista con la revista Vanity Fair, Kate Winslet se sinceró sobre lo difícil que va a ser volver a las alfombras rojas, las ruedas de prensa y la necesidad de estar siempre impecable. Además, reveló que está feliz en su casa y contó los cambios que realizará en su vida cuando todo esto termine.

“En este momento estoy usando una bata vieja porque -para ser completamente honesta- ninguno de mis pantalones me entran”, contó durante la entrevista que realizó de forma telefónica. “Recién acabo de darme una ducha porque pensaba, ‘tengo que hacer algo por esta pobre mujer’”, agregó con su humor habitual.

La actriz, que se encuentra promocionando su nueva película, Ammonite, reflexionó sobre lo que no extraña del viejo mundo y se mostró indignada con el derroche de dinero que suele haber en Hollywood.

“Amo no tener que ponerme esos malditos vestidos y zapatos. ¡Todo el dinero que se destina a promocionar una película!”, expresó mientras hablaba de cuánto disfruta hacer las entrevistas desde su casa. “Siempre me ha molestado mucho todo el dinero que se malgasta en grandes y colosales presentaciones de prensa: vuelos para traer periodistas, actores, equipos de vestuario y maquillaje alrededor del mundo. ¿Por qué se le da tanta importancia a todo eso? Si realmente me importara como me veo, en este momento tendría maquillaje puesto”.

“Siempre me resultó ridículo el circo que se arma alrededor de un estreno, todo ese dinero se podría utilizar para hacer más cine independiente, en primer lugar, o para construir colegios. ¡Dios mío!”, siguió analizando.

Si bien aseguró que es difícil predecir que cambiará cuando todo regrese a la normalidad, Kate ya definió que ella optará por pequeñas acciones para contribuir con el planeta. “Le dije a las personas que me ayudan con la prensa que ‘si todas las prohibiciones se levantan dentro de poco y quieren que yo viaje a diferentes lugares, ¿puede disculparse y decir que no lo estaré haciendo porque es un desperdicio de viajes aéreos?’. Es pésimo esto de ponernos a volar de izquierda a derecha todo el tiempo. Siempre hay un momento límite en donde tu moral entra en juego. Esto demostró que somos capaces de hacer todo lo que necesitamos hacer sin necesidad de desparramar combustibles en nuestro hermoso planeta que está en decadencia”.

Con estos pensamientos en la cabeza como premisa, la actriz también definió otro drástico cambio que hará durante las entregas de premios y alfombras rojas, eventos que no extraña para nada: “Los vestidos, las pruebas de vestuario... es todo tan estresante. Yo sé que suena ingrato, ‘acá viene Kate a contar de nuevo cuán agotador es probarse vestidos para la temporada de premios’, pero realmente lo es”.

“No disfruto tener que meter mi acalorado y molesto cuerpo de madre en un vestido de alfombra roja que nunca más volveré a usar. El dinero que se desperdicia en esto es mucho. Las horas y el estrés que las personas le ponen a estas cosas... los artistas increíbles que diseñan los vestidos son seres maravillosos, pero hacer algo que solo se va a utilizar una vez... ¡Yo ya decidí que voy a repetir vestidos!”.