Íntima despedida a Albert Rodríguez
Familiares, amigos cercanos y estudiantes acuden al funeral del actor.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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La despedida al actor Albert Rodríguez en el Teatro Braulio Castillo en Bayamón recoge toda su esencia artística.
Una imagen de él sentado en una silla de director da la bienvenida al vestíbulo del teatro, cuyas puertas solo han abierto para recibir a sus familiares, estudiantes de la National Talent Academy, además de sus amigos más íntimos.
Se exhibe en el recibidor una selección de memorabilia que lo hace recordar en calidad de actor de piezas clásicas como el musical “Chicago”, como comediante en su popular personaje “Ágatha”, y también como coleccionista de anillos, gorras, calaveras, espejuelos y libretos de las obras en las que actuaba o dirigía. Destaca entre estos un libreto de la comedia “El condominio”, un clásico de la televisión local que lo unió a sus amigos colegas Jorge Castro, René Monclova, Suzette Bacó, Cristina Soler, Marian Pabón y Sunshine Logroño.
El productor Raymond Gerena dio a conocer que su amigo y colega era un fanático de los personajes de la famosa casa productora Marvel, en particular de “Iron Man”, imagen que está recogida en cuadros, figuras, así como en una corona de flores ubicada cerca del féretro.
Gerena, quien lo conoció hace más de 20 años y con quien compartió de cerca en los últimos cinco, trabajando juntos durante los fines de semana, destacó el “humor negro” de su amigo.
“Me llevo todo lo mejor, porque era una persona con un humor negro que también tengo y que me encanta; era extremadamente detallista. Teníamos gustos muy parecidos y siempre que veía algo, me lo compraba, porque eso se parecía a mí, o le veía algo, y le decía ‘me encanta, me encanta’, y se lo quitaba y me lo daba... Además de que siempre tenía esas palabras de aliento de cuando uno se sentía down. Siempre estaba ahí para mí”, compartió el productor de teatro.
El velatorio del artista abrió a las 10:00 de la mañana para sus familiares. Se informó que se encuentran tres de los cinco hermanos, y una hermana que reside en Seattle llegaría hoy a la Isla. Entre los amigos artistas que se han dado cita figuran René Monclova, Jorge Castro, Marian Pabón, Suzette Bacó, Sunshine Logroño, la productora Gilda Santini y Ulises Rodríguez. Temprano en la tarde, cuando abrieron el velatorio a la clase artística, llegaron Linnette Torres, Wanda Sais, Israel Lugo, Hilda Ramos, Modesto Lacén, Víctor Alicea, Carmen Nydia Velázquez, Pedro Juan Texidor, Sara Jarque, Marisol Calero, Gil René, Alejandro Gil y Danilo Beauchamp.
Igualmente los estudiantes de la National Talent Academy se han reunido para despedir a quien fue el director ejecutivo. La escuela, ubicada en Arecibo, la fundaron Deddie Romero y Rodríguez con la misión de ayudar a jóvenes desertores escolares a terminar su escuela superior.
El féretro permanece cerrado en el interior del teatro, donde también se proyecta una secuencia de imágenes con distintas etapas de la carrera artística, según se informó.
Suzette Bacó: “El se sentía bien feliz”
La actriz y coach Suzette Bacó aún está en “automático”, aún maneja la inesperada partida de quien hace 35 años pasó de ser su colega para convertirse en su hermano y hasta en su vecino. Durante esta pandemia, caminaban juntos a diario y fantaseaban sobre cómo cambiarle las fachadas a las casas.
“Él es parte de mi familia. Mi familia está en shock. Mis sobrinos lo adoran, así que es parte de mí, por eso es un shock tan grande”, expresó mientras estaba al pendiente de los detalles relacionado al velatorio.
“Albert y yo peleábamos muchísimo porque era un pain in the ass, siempre estaba chava que chava, chava que chava, pero era mi confidente. No soy muy abierta con las personas, pero él conocía mi vida de rabo a cabo y yo sabía que esa información que está ahí, eso se queda ahí y se fue ahí. Era un hombre tan discreto, tan confiable, tan afable”, valoró.
Bacó destacó que el propósito de vida de Rodríguez era servirle a los estudiantes de la academia.
“Él se sentía bien feliz, en esta etapa de su vida, él se sentía bien en paz. Esta crisis existencial que nos puede dar a todos en cualquier etapa de las vida, a los 30, o 40, o 50, ya eso había pasado. Él estaba en un sitio bien chévere, bien contento, bien feliz, y sobre todo la escuela era lo que lo llenaba y lo hacía moverse con felicidad todos los días”.
Rodríguez falleció el pasado lunes, en su hogar, por causas naturales. Tenía 58 años.
Mañana habrá un velatorio público en la Funeraria Jalvin en Añasco, y el sábado, será el sepelio, el cual se realizará de forma privada.