Inicia segundo día de la caminata Da Vida
La caminata arrancó esta mañana desde el Malecón de Naguabo y se extenderá hasta Fajardo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Pacientes de cáncer fueron bendecidos por medio de oración durante el inicio del segundo día de la caminata benéfica Da Vida, que arrancó esta mañana desde el Malecón de Naguabo y se extiende hasta Fajardo.
Justo antes de comenzar su jornada, el comediante Raymond Arrieta no paraba de sonreír, a pesar del cansancio.
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Dijo estar "listo" y no defraudó a la gente que lo esperaba mientras un orador citaba a Mahatma Gandhi para subrayar la importancia del trabajo en equipo.
Bajo el intenso sol, miles de personas se han unido hoy al artista puertorriqueño con la meta de concienciar, llevarle esperanza a los pacientes de cáncer y recaudar dinero para el Hospital Oncológico.
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.@RaymondArrieta llega al oasis de Ceiba. Descansa brevemente para retomar su ruta de #DaVida hacia Fajardo. pic.twitter.com/y7fEO4oOZw
— Marcos Billy (@marcos_billy) June 4, 2015
"Esto me da una cosa que me entra por el cuerpo y me sacude de valentía para seguir. Hoy decido luchar para vencer este cáncer", dijo llorosa la paciente Marta López.
Como de costumbre, voluntarios y zanqueros hacen el recorrido entre coreografías espontáneas y pronunciadas sacudidas de cuerpo al ritmo de la música de DJ Barón López.
Para apoyar la causa, algunos boricuas han dado la milla extra. Zoraya Rivera, por ejemplo, conduce un vehículo que gente de distintos municipios firman en el camino y en el proceso recoge donativos.
Durante el día de hoy, los padres del animador de "Día a día", Carmín Vázquez y Ramón Arrieta, aseguraron sentirse conmovidos por la hazaña de su hijo. Sin embargo, la madre del conductor confesó estar preocupada por la salud del intérprete de Plinia Palerm.
Banderas de Puerto Rico fueron ondeadas por orgullosos ciudadanos. Otros retaban los límites físicos para respaldar el evento. Y es que varios -incluso- hicieron todo lo posible para caminar con yesos en las piernas o los brazos. De hecho, por el calor, personas se marearon un poco, pero logrando mantener el ritmo de la maratónica caminata.