Alrededor de 17 millones de personas en Estados Unidos vieron la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio, la cual se llevó en un estadio mayormente vació, lo que representa un descenso del 36% respecto a la apertura de la justa de Río, informó el domingo la cadena NBC.

Los 17 millones incluyen a personas que vieron la ceremonia en vivo por NBC o en internet durante su transmisión de la mañana del viernes, y aquellos que vieron la versión editada en horario estelar esa noche, según la compañía Nielsen.

NBC no pudo desglosar cuántas personas vieron la ceremonia en vivo y cuántas vieron la transmisión nocturna. Los 26.7 millones de televidentes que sintonizaron la inauguración de Río 2016 incluyen tanto a espectadores por televisión como por internet.

Hace nueve años, cuando la justa olímpica se celebró en Londres, la ceremonia de inauguración atrajo a una audiencia récord de 40.7 millones de personas en Estados Unidos.

Es difícil decir si el lento inicio de Tokio 2020 refleja un reducido interés por los Juegos Olímpicos, los cuales se postergaron un año debido a la pandemia de COVID-19, o en los profundos cambios en la manera en que los estadounidenses ven la televisión. Con la explosión de los servicios de streaming como una alternativa, las audiencias de la televisión en vivo han caído drásticamente en los últimos cinco años.