“Yo no soy bueno para planificar el futuro. No planifico para nada. No sé lo que estaré haciendo mañana. No tengo una agenda y no tengo un diario. Vivo totalmente en el ahora, no en el pasado, no en el futuro”.

A sus 28 años, el actor Heath Ledger había acumulado una serie de vivencias que definían una vida llena de experiencias intensas, pero más que todo, su compromiso por mostrar al mundo cuánto disfrutaba entrar en personaje y sorprender con su interpretación. Muestra de ello fue su actuación como Joker en The Dark Knight, filme que se estrenó en 2008, poco tiempo después de que, un día como hoy, fuera encontrado muerto en su apartamento en Manhattan por una sobredosis de medicamentos. 

“El Joker, hasta el momento, es sin duda el papel con el que más me he divertido de todos ", expresó en una de sus entrevistas respecto al notorio personaje. “¡Él está fuera de control, sin empatía! Es un sociópata, un psicótico, un payaso que asesina en masa. Y, eh, estoy plenamente, plenamente, disfrutando el papel. Simplemente, ha excedido cualquier expectativa que tenía sobre cómo sería la experiencia”.

Pero quienes conocían su trayectoria sabían que su destaque en el papel de este villano no era el de un actor novato. Su esfuerzo lo antecedían sus apariciones en más de una veintena de filmes que abarcaban tanto el género del drama (The Patriot, The Four Feathers), como de romance y comedia (A Knight’s Tale, 10 Things I Hate About You).

La controvertible “Brokeback Mountain” (2005), que protagonizó junto con Jake Gyllenhaal -quien se convirtió en su amigo en la vida real-, fue una de las responsables en colocar a los ojos del público internacional las habilidades histriónicas del artista australiano. Su actuación le valió una nominación al premio Óscar como mejor actor principal para el filme. Sin embargo, fue el papel en The Dark Knight el que le otorgó el Óscar póstumo en 2009, además de un premio Golden Globe, un BAFTA y un Screen Actors Guild.

Uno de los mayores compromisos de Heath Ledger era sobresalir en cada participación artística, convencido siempre de que podía hacerlo mejor. “No quiero sentir que he logrado mi objetivo”, aseguraba, además de comparar que “cuando comencé en la actuación, (mi trabajo) era una porquería”.

En sus criterios para decidir qué papel aceptar, llegó a revelar que “me gusta hacer algo que temo”. Tomar riesgos lo veía como requisito para una buena selección. “Me gusta poner obstáculos y vencerlos. Me gusta tener miedo del proyecto. Siempre lo tengo. Cuando me van a audicionar para algo, siempre creo que no debieron haberme audicionado […]. Hay una gran cantidad de ansiedad que ahoga cualquier emoción que tenga hacia el proyecto”.

Hijo de una maestra y de un automovilista e ingeniero, el actor, quien nació el 4 de abril de 1979, completó su grado de escuela superior a sus 16 años. A partir de ahí, decidió dedicarse de lleno a la actuación. Luego de realizar papeles menores para películas de la televisión y cine en su Australia natal, en 1998 decidió mudarse a los Estados Unidos para trabajar en su aspiración por darse a conocer a nivel internacional. “Sigo siendo un niño. Tengo como seis años. Pero es sólo una cuestión de querer levantarse, es sólo un gran viaje. Cuando me fui de mi casa (en Australia) sentí que estaba en un viaje, y todavía lo estoy”, manifestó en una ocasión.  

Su problema de insomnio

En una entrevista en el New York Times publicada en noviembre de 2007, el actor reveló que sus papeles recientes en las películas I'm Not There (2007) y The Dark Knight (2008) le dificultaban conciliar el sueño. Supuestamente, apenas dormía dos horas a la noche, por lo que estaba tomando dos píldoras Ambien, ya que una sola no le estaba dando resultados. Según confesó, el medicamento solo le permitía descansar por muy poco tiempo “despertándome solo una hora después, todavía con la mente a toda máquina".

En enero de 2008, en Londres, mientras realizaba  su último trabajo como actor (The Imaginarium of Doctor Parnassus), llegó a comentarle varias veces a Christopher Plummer (coprotagonista en el filme)  que tenía muchos problemas para dormir, por lo que tomaba píldoras para solucionar el problema.

Después de su muerte, en una entrevista publicada en la revista Interview, Michelle Williams, ex pareja de Ledger y madre de la hija del actor, Matilda Rose, confirmó que el artista tenía problemas para dormir. "Desde que lo conocí (2004), tuvo problemas de insomnio", declaró. "Tenía demasiada energía. Su mente estaba funcionando, funcionando, funcionando, siempre funcionando", aseguró.

El cuerpo del actor fue encontrado inconsciente bocabajo en su cama por su ama de llaves, Teresa Solomon, y su masajista, Diana Wolozin, en su apartamento en el SoHo de Manhattan. La causa de la muerte fue una sobredosis de medicamentos, entre ellos tranquilizantes, pastillas para dormir y analgésicos.

A raíz de su deceso, el personaje que realizaba (Tony) para la película The Imaginarium of Doctor Parnassus debió ser interpretado también por Colin Farrell, Jude Law y Johnny Depp.

Por si no lo sabías

-Durante su infancia tuvo un canguro de mascota. 

-Su cabello era castaño, aunque en muchas de sus películas se teñía el pelo de rubio.

-Practicaba deportes como el tenis, la escalada, el snowboard o el surf.

-Le encantaba cocinar. 

-Era un gran jugador de ajedrez, ganando el campeonato para niños ajedrecistas de Australia Occidental a los 10 años.

-Durante la producción de Brokeback Mountain, en el verano de 2004, conoció y comenzó una relación con la actriz Michelle Williams. En octubre de 2005 nació Matilda Rose, producto del romance.

-Los padrinos de su hija son Jake Gyllenhaal, coprotagonista de Ledger en Brokeback Mountain, y la actriz Busy Philipps, actriz de la desaparecida serie Dawson's Creek.

-A nivel romántico, además de Williams, se le relacionó con Heather Graham y Naomi Watts (con quien convivió desde 2002 hasta 2004).

-El actor ilusionaba convertirse en un director de cine. Realizó varios videos musicales.

-La relación de Ledger con la prensa australiana fue tormentosa, aun cuando en los últimos años residió en Nueva York. “Me disculpo por mis terribles destrezas para las entrevistas”, llegó a confesar en una ocasión, reconociendo que no era amante de relacionarse con los periodistas. “No soy un orador en público y nunca lo seré”, argumentó, sobre todo al reconocer que a veces sufría de miedo escénico.