Mientras crecía, no pasaba por su mente que dedicarse a un oficio para crear dibujos animados fuera una opción. Dibujar solo era un pasatiempo que capturaba su atención. Por eso, cuando descubrió esta posibilidad mientras estudiaba en la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico, abrazó la ilusión de intentar abrirse paso en esta industria a nivel profesional, consciente de que los retos y la competencia formarían parte del trayecto.

A más de una década de aquellos inicios, el puertorriqueño Guillermo Martínez vive la satisfacción de que trabajar por su meta le permita estar en el cuadro de nominados al premio Oscar por el filme The Mitchells vs. The Machines en la categoría de mejor película animada. El artista comparte créditos como head of story del filme de Sony Pictures Animation.

“Desde los tres años, tenía una obsesión con lo que era la animación y me pasaba dibujando todo el tiempo”, manifestó el artista en entrevista telefónica desde Los Ángeles, California, donde reside. “Para ese tiempo, como que no me cabía en la cabeza que hay gente que me pague por dibujar”, rememora Martínez, natural de Bayamón.

“No fue hasta que llegué a la universidad. Estuve en la Escuela de Artes Plásticas del Viejo San Juan, y allí la pasión me volvió de nuevo por una clase de un profesor que se llama Luis Briganti. Él nos enseñó los elementos básicos de animación. Para mí eso fue lo que me hizo sentir como un niño de nuevo, ‘voy a hacer animación’”.

Dentro del anhelo, tuvo que encarar que las oportunidades en su tierra natal eran limitadas.

“Sabía en ese momento que no había mucha industria en Puerto Rico en cuanto a animación, y ahí fue que tuve que tomar la decisión de, o quedarme, o irme para Estados Unidos, específicamente a California, a seguir eso. Decidí irme porque hubo esa pregunta en la parte de atrás de mi cabeza, ‘what if?’, ‘¿y si no tomas ese salto?’”, recordó sobre la reflexión que lo llevó en 2008 a mudarse a San Francisco para seguir estudios universitarios.

A nivel laboral, la competencia representó otro reto, lo que no tomó por sorpresa al puertorriqueño, quien se mantuvo firme en tocar puertas.

“Es una industria pequeña, y hay veces que cada año someten miles y miles de artistas. Hay veces que no te escogen, pero no es porque no eres talentoso, sino más bien por el hecho de que ‘esta película que estamos haciendo, tu estilo no cae en esa película’, pero uno sigue sometiendo. Estuve como 5 o 6 años sometiendo, y la primera vez que me llamaron fue para una compañía que se llama Laika. Ahí trabajé para Kubo and the Two Strings, una película basada en la cultura japonesa, y en Missing Link, que era sobre la búsqueda de pie grande. Allí trabajé para el departamento de historia, que es, básicamente, storyboarding”.

Un esfuerzo de varios años

Que su trabajo contribuyera a que The Mitchells vs. The Machines figure entre las nominaciones de la 94ta edición de los Óscar, cuya ceremonia será el próximo domingo, lo ve como un logro mayor luego de tanta inversión de tiempo, esfuerzo y creatividad.

“El filme se trata de esta joven (”Katie”) que la admiten en la escuela de cine. La familia decide llevarla en este un road trip a California para ir a la universidad. La relación entre ella y su papá no es la mejor. Entonces en este road trip ella está tratando de mejorar la relación, pero a la misma vez, empieza el Apocalipsis robótico y es la única familia que puede salvar al mundo”, explicó sobre la trama del filme que demoró cerca de seis años en terminarse, y que estrenó por Netflix. “Te puedo decir que hay fácilmente como diez versiones de esta película”, confesó sobre los esfuerzos para lograr un resultado que los complaciera, y aclaró que, dentro de los cambios, “la esencia de los personajes y la temática siempre fue la misma”.

Martínez destacó la gran responsabilidad de supervisión que conllevar ser head of story. “Es como el segundo en mando al director. Le llaman right hand man. Básicamente es como que el director está trabajando en el libreto, y mi equipo y yo cogemos ese libreto y los transformamos en storyboards”, explicó sobre el puesto que abarca la toma de decisiones de animación, edición y música.

Todavía repasa con emoción enterarse de la nominación. “De momento descubrir que estamos nominados al Oscar es un shock increíble por el hecho también de que hay tantas películas en 2021 animadas”, sostuvo. “Hubo muchas películas y el hecho de que de todas esas películas la de nosotros salió como una de las top, para nosotros es, sinceramente, lo mejor”, manifestó. The Mitchells vs. The Machines compite con Encanto, que en sus créditos incluye al dramaturgo de ascendencia boricua Lin-Manuel Miranda, con Flee, Luca y Raya and the Last Dragon.

“Me acuerdo cuando era chiquito que veía las películas animadas y veía a los artistas hablando sobre las películas animadas, en los behind the scenes, y yo decía ‘jamás voy a poder hacer eso, está demasiado lejos’, y ver que lo llegué a hacer, para mí, fue una lección que me dio la seguridad de que puedo hacerlo”, enfatizó Martínez, quien actualmente trabaja tres proyectos para Sony Pictures Animation.

“Esto es un mensaje para aquellos jóvenes que quieren dedicarse a la animación, que están en Puerto Rico, que a veces dudan de si pueden hacerlo”, enfatizó el padre de Nora y Maya, de dos años y siete meses, respectivamente. “Va a ser difícil al principio porque es bien competitivo, pero eventualmente vas a llegar a hacer lo que quieras”.